martes, 17 de junio de 2008

Hopper

Solo hay un pintor que me guste, que me emocione y ese es Hopper. Podría pasarme horas mirando cualquiera de sus cuadros. Sus imágenes son magníficas, impregnadas de realismo, sinceras, abiertas para que el mundo las vea pero a la vez muestran una profunda reserva, una timidez que te hace pararte para apreciar el momento exacto en el que empiezas a sentir la tristeza fluir en tu interior. Hopper es arte en estado puro. Las imágenes que recrea son atemporales y perfectamente reconocibles para cualquier espectador. Su maestría a la hora de jugar con la luz es exquisita. Nunca una sombra en una habitación iluminada había resultado tan desoladora.

La influencia de su obra en el cine es bastante clara y persistente. Es posible reconocer escenas de Hopper o atmósferas similares a las creadas en sus cuadros en más de una veintena de películas como La sombra de una duda, La ventana indiscreta, Vértigo o Psicosis de Alfred Hitchcock; La noche del cazador de Charles Laughton; Matar a un ruiseñor de Robert Mulligan; Malas tierras y Días del cielo de Terrence Malick; Alicia ya no vive aquí de Martin Scorsese, Terciopelo azul, Una historia verdadera y Mulholland Drive de David Lynch o en Camino a la perdición de Sam Mendes.

Su cuadro más famoso es Nighthawks del 1942. Hace poco vi la publicidad de CSI inspirada en esa obra. Me pareció un guiño estupendo.

También recordé alguna referencia en Los Simpson. En este caso tengo dos imágenes aunque seguro que se han dado más.

Y por supuesto aquel maravilloso episodio de Dead Like Me creo que era el del final de la primera temporada. Los tres aparecidos más antiguos debían hacer una especie de test para evaluar su trabajo, bajo la atenta supervisión de Rube. Georgia sin embargo estaba exenta. Todos se planteaban cosas a raíz de las preguntas del test, mientras se hacía una pequeña recopilación de la temporada.

Rube por su parte trataba de hacerle entender a Georgia lo que era y lo que nunca más volvería a ser, y que debía acostumbrarse a estar muerta y a su nueva condición. Georgia, como siempre, montaba en cólera y se mostraba borde y desagradable. Sobretodo cuando descubría que Rube tenía un encargo delante de su antigua casa. Es un momento muy triste cuando Georgia se queda sentada en el porche de su antiguo hogar dándose cuenta de que jamás recuperará lo que perdió y añorando el tiempo en el que estaba viva. Por fin acepta el hecho de que murió, que desperdició su vida y su enfado disminuye. Aunque Georgia siempre será Georgia muerta o aparecida.

A lo largo del episodio vemos constantes referencias a Hopper. El episodio se titula Nighthawks, otra referencia más. Veamos algunas imágenes.

Daisy en podría haber sido la mujer del cuadro "New York Movie". Ambas se parecen, ambas tienen ese aire triste y elegante. Rube cree que Daisy no es tan contemplativa como la mujer de la imagen, sin embargo Georgia, que vive con ella opina que si. Que cuando nadie la ve Daisy se relaja y emana una tristeza infinita y palpable en cada uno de sus gestos, igual que la mujer del cuadro.

Sin duda alguna un bonito homenaje al mejor pintor estadounidense. Existe un documental "Edward Hopper. El pintor del silencio" de Carlos Rodríguez (2005) donde se habla de la obra de Hopper y su relación con el cine. Vemos como muchas de sus obras han sido trasladadas literalmente al cine. Altamente recomendable.

1 comentario:

Crítico en Serie dijo...

Muy interesante artículo. Muy bien ilustrado.

No tenía ni idea de que esta promo de CSI (que colgué una vez) estuviera inspirada en el pintor. :)

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