domingo, 9 de agosto de 2009

Psychoville, extraña ficción

La BBC ha creado otra excentricidad de serie, se trata de Psychoville. Siete episodios de media hora cada uno, un viaje hacia la rareza extrema y la comedia negra que no puede dejar indiferente.

La serie sigue las andanzas de varios personajes insólitos a partir del momento en el que todos ellos reciben unas cartas que rezan "Sé lo que hiciste", no todos leerán la carta pero ese es el inicio que nos permite entrar en las vidas de estas "personas" y conocer sus secretos, sus rarezas, sus miserias y disfrutar con ellas.

Lo cierto es que si no entras en el juego de la serie no te agradará, hay varios momentos realmente asquerosos y grotescos que hacen que te replantees que narices estás viendo. Es decir, eso lo ponen solo por provocar o aporta algo a la historia. Olvídate de sutilezas, disfruta de la garrulería, lo soez, lo extrema y chabacana que puede llegar a ser la serie. No te preguntes por qué, eso no importa, si esperas una estudio sesudo de la condición humana vete a ver Battlestar Galactica. Aquí sólo verás monstruos de feria.



Los personajes son todos extremos y todos brillantemente interpretados. La enfermera Joy que anda de aquí para allá con un muñeco de trapo llamado Freddy y al que trata como a un bebé de verdad. Una mujer que en apariencia es perfectamente normal pero que si te paras a mirar está totalmente absorbida por la fantasía de que su muñeco está vivo o vivirá en breve y podrá cuidar de su pequeño Freddy.

La obsesión de esta mujer en inicio bastante cómica degenera poco a poco hacia el suspense y el terror cuando creemos que verdaderamente el muñeco cobra vida. La secuencia del bebé en el coche intentando atropellar a Joy me provocó escalofríos Por no hablar de la resolución de la trama con ese muñeco hinchado de sangre. Todos los momentos de esta mujer en la pantalla son dignos de mención porque su interpretación es impecable.


Después tenemos al enano Robert que trabaja en la obra de Blancanieves y bueno ya sabemos. Robert parece poseer alguna clase de poder telequinético. Cuando se enfada las cosas estallan o explotan a su voluntad. Está enamorado de la actriz que hace de Blancanieves en la obra. Una mujer bastante superficial y estúpida que se divierte humillando al enano y mangoneándolo a su voluntad.

Robert recibe una de las cartas y se altera pues cree que alguien se ha enterado de que en el pasado hizo porno enanil. Aunque la razón de la carta no era esa.

En principio la historia de Robert era la que menos me interesaba pero el giro de los acontecimientos con su compañera Kerry me cogió bastante por sorpresa y me gustó. En el fondo él era un muñeco en manos más hábiles que lo querían para algo, porque ese final abierto y la situación en la que se encuentra Robert da pie a creer en una segunda temporada pero todo se andará.

Mr. Jelly es mi favorito sin duda alguna. Un payaso que se dedicaba a las fiestas infantiles y que amaba su trabajo pero su brillante carrera como animador infantil se vio truncada cuando, tras una operación rutinaria, perdió la mano. Jelly es ahora un payaso terrorífico y desastroso. Mal pintado, mal vestido, totalmente desastrado, huraño y antisocial; es el perfecto destroza-fiestas. Vive amargado porque no puede hacer lo que más le gustaba en el mundo y culpa al médico que le operó de su pérdida.

Jelly no sabe el porqué de las cartas y cree que el responsable es Mr. Jolly, un payaso que le hace la competencia y que es todo lo que él ya no puede ser. Jelly odia a Jolly con toda su alma y más cuando descubre que tras ese nombre se esconde el médico que le operó.

Me parece muy injusto todo lo que le sucede al pobre Jelly pero es de lo mejor de la serie, sobretodo la parte final en la que tiene que ir esposado a una anciana diabética para averiguar quien es el misterioso personaje que le acosa.



Oscar Lomax. Un anciano ciego y multimillonario que con la ayuda de un chaval que le envían los servicios comunitarios emprende la búsqueda de Snappy The Crocodile, el último muñeco de su colección.

La obsesión de este hombre le ha llevado a dar sus ojos por su colección. Se enfrenta a las hermanas siamesas Crabtree (muy desagradables) por el peluche de Snappy en una subasta taquicardica por Ebay.

El Señor Lomax también es particularmente desagradable pero los chistes fáciles a su costa porque está ciego son muy divertidos, desde su móvil que es una barra de chocolate hasta sus tropiezos y equivocaciones.

Cuando por fin se descubre el secreto de Lomax la verdad es que no puedes hacer otra cosa que apiadarte de este pobre hombre, esclavo de si mismo y de su rareza. Personalmente creo que el peluche de Snappy es adorable pero no para tanto.



David y su madre. Visión obligatoria del episodio cuarto de la serie para admirar en toda su grandeza a este par de personajes. Un episodio homenaje a La Soga de Hitchcock pero con la marca inconfundible de David y Maureen. El episodio está filmado de una tacada, es decir, es un plano secuencia emulando al maestro del suspense.

David y su madre, menudo par de personajes. Madre dominante, protectora, dedicada a su hijo pero a la vez egoísta y manipuladora. Hijo de pocas luces, sometido, lento, obsesionado con los asesinos en serie.

Por cosas de la vida, madre e hijo empiezan a asesinar. No es que sean unos profesionales pero se les da bastante bien. Poco a poco veremos como el hijo empieza a recular en ese afán homicida mientras que la madre se descubre como una viuda negra serial killer que disfruta enormemente del asesinato.



La serie no es que sea una obra de arte, está bien, muy bien. Sin embargo deja muchas cosas al azar y en su afán de ser transgresora e imaginativa se pasa en algunos momentos como con la historia de la enfermera perversa y su misteriosa muerte, el colgante y las siamesas grotescas. Aún así se lo perdono porque he disfrutado y me he reido mucho con la serie. Además de que los personajes son tremendos. Un pequeño entretenimiento para estos días de verano.

Lo más curioso de la serie es que las mentes pensantes tras la misma Reece Shearsmith y Steve Pemberton también son actores pero que no se quedaron sólo con un papel, sino que interpretan varios. Reece Shearsmith interpreta a Maureen, Mr. Jelly, Brian de la obra de teatro de Blancanieves. Steve Pemberton se quedó con David, Oscar Lomax y el marido de Joy.

5 comentarios:

Renaissance dijo...

Creo que uno de los principales fallos de la serie es que en algunos momentos no sabemos que pretenden: ¿volverse hacia el suspense y terror? ¿hacer una parodia de todo? ¿darle a los personajes un trasfondo humano y triste? Es lo que pensé cuando me encontré con las situaciones de la comadrona Joy y el desenlace de Lomax.
Personalmente creo que los personajes son un poco parodia de los estereotipos del género de suspense: hay locos, payasos siniestros, manicomios...y todo queda bastante claro en la reunión final: cuando ví el "desenlace" de la resurreción del bebé de Joy, sí que me reí abiertamente.

Rebeca Sánchez dijo...

Ese momento resurección es brutal. También es cierto que no saben bien a que apuntan, no parecen tener una línea definida, es provocar por provocar pero sin un fin claro como dices bien que es suspense, parodioa... por eso decía yo que era mejor no hacerse preguntas y disfrutar por el mero echo de que exista.

Drémedes dijo...

Sin duda dista mucho de ser una obra maestra, y es cierto que su principal fallo es no saber muy bien que pretenden mostrarnos, pero yo personalmente me he divertido bastante estas semanas de verano con Psychoville, así que esperaré la segunda temporada con ganas.

un saludo!

Kike dijo...

Yo creo que Psychoville siempre ha tenido pretensiones de comedia negra con momentos desarmantes. Cuando uno ve el bailecito que se marcan David y Maureen en el cuarto capítulo, sabe que esta serie nunca busca tomarse demasiado en serio a sí misma.

A mí me ha gustado y me ha parecido un entretenimiento bastante digno y curioso para este verano. :)

Anónimo dijo...

Por favor... quien no crea que es una obra maestra... es porque no ha visto The League of Gentlemen. Hay que conocer a estos comediantes y hay que llevar un palmarés detrás. Para mí son realmente mejores que Little Britain y todos descienden de la magnánima escuela de los Monty Python. Psychoville es todo lo que The League no pudo ser jamás debido a las limitaciones del universo que habían creado... y esta serie es absolutamente genial y bizarra. Puede ser todo lo soez que uno quiera, pero es tremendamente sutil en su manera bizarra. Hay mucho más que analizar que su "provocación por que sí". O acaso nadie se acuerda de la obesa Bubbles de Little Britain?

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