viernes, 30 de abril de 2010

Entrañables Freaks and Geeks

Creo que Freaks and Geeks es una de las series que mejor han sa
Creo que Freaks and Geeks es una de las series que mejor han sabido retratar el difícil mundo de los adolescentes y lo dura que puede llegar a ser la vida en un instituto americano. Nuestros protagonistas no son sonrientes cheerleders ni quaterbacks de pelo rubio. Son chicos y chicas que intentan encontrar su lugar en el mundo, definiendo su identidad conforme maduran y adquieren experiencia a base de humillaciones, decepciones y equívocos. Pero eso no significa que en esta serie no halla humor, lo hay y del bueno, no es gratuíto ni simplón, es natural y cercano.

La adolescencia es difícil, sobretodo cuando no encajas o cuando eres un inconformista. El realismo y el cariño con el que están tratadas las situaciones y los personajes de esta serie le ganó el favor de la crítica pero no del público. Por desgracia un producto televisivo tan maravilloso y de tanta calidad como este fue cancelado por la NBC. Su final no es cerrado. 18 capítulos que todos deberíamos ver, por lo menos una vez. Os remito a la página Seres de Televisión donde se está haciendo un análisis capítulo a capítulo de esta joya.

Producida por Jud Appatow y creada por Paul Feig la serie se emitió en 1999 y sirvió para dar a conocer a varios actores jóvenes. Linda Cardellini (Lindsay) estuvo mucho tiempo en ER y John Francis Daley (Sam) está desde la tercera temporada en Bones interpretando al doctor Sweets. James Franco (Daniel) participó en Spiderman. Jason Segel (Nick) es Marshall en Como conocí a vuestra madre y ha hecho varias películas de moderado éxito. Seth Rogen (Ken) en breve será el Avispón Verde, se ha curtido en películas de la factoría Appatow. Martin Starr (Bill) está en Party Down.

Durante los 18 capítulos también podremos ver a Tom Wilson de Regreso al Futuro como el entrenador del instituto. Y si eres observador/a a un añiñado Shia Labeouf. También a Lizzy Caplan y Samaire Armstron. Incluso veremos aparecer a Ben Stiller. 
 
Una de las cosas que más me ha gustado de esta serie son sus personajes, todos y cada uno de ellos transmiten humanidad y ternura. Siguiendo las andanzas de los hermanos Weir, Lindsay (freek) y Sam (geek), entraremos en el instituto McKinley y conoceremos a una serie de personajes que serán muy difíciles de olvidar. 
 
Principios de los 80. Chippewa cerca de Detroit. Lindsay, la protagonista, tiene 17 años y Sam 14. Lindsay siempre ha sido una chica ejemplar pero tras la muerte de su abuela (que triste cuando le cuenta a Sam como fue) se une al grupo de los freaks, una pandilla en la que se encuentran: Nick Andopolis (Jason Segel) enamorado de Lindsay y de su batería de 29 piezas. Le encanta la música y fumar maría. Tiene una relación muy tensa con su padre. Daniel Desario (James Franco), el guay y líder del grupo. Un pasota, guapo y carismático que no sabe que hacer con su futuro porque su presente es un asco. No le gusta estudiar y la única cosa que le interesa parece ser su novia intermitente Kim (Busy Philips). Ken Miller (Seth Rogen), sarcástico, bastante callado y antisocial. Cuesta pillarle el punto a este personaje porque no es hasta casi el final de la serie cuando empieza a despuntar su potencial al enamorarse de una chica de la banda. 

Los freaks les gusta meterse en líos, beber, fumar hierba, meterse con los deportistas, los mojigatos y las normas establecidas. Pasan mucho tiempo en la sala de castigo y visitando al consejero del instituto, el señor Rosso, un personaje imprescindible de la serie que siempre intenta encauzar a Lindsay. Cuando conocemos a Lindsay empieza a tantear al grupo de los freaks, le costará un poco entrar y adaptarse a ellos pero les cogerá cariño y con el tiempo se sentirá aceptada y querida por el grupo a pesar de sus evidentes diferencias. Hasta entonces Lindsay siempre había sido una chica ejemplar, recatada, educada, con buenas notas, pertenecía al equipo de matemáticas... pero ahora ya no, eso no la llena, necesita experimentar y por eso acude a la llamada del lado salvaje. 

Sam es un geek, es su primer año de instituto y tanto él como sus amigos están bastante confusos. Aún no son hombres pero tampoco niños. Son bastante inocentes y demasiado buenos, por eso son presa fácil de los abusones y los deportistas. El grupo está formado por los dos mejores amigos de Sam, Bill (es imposible no enamorarse de este personaje) y Neil (Samm Levine) . Este grupo se ampliará con Gordon y Harris, un geek bastante interesante que de cuando en cuando aparece, una especie de líder espiritual para estos jóvenes que no comprenden muy bien las cosas que suceden a su alrededor ni saben cómo enfrentarse a ellas. La discusión sobre los besos con o sin lengua es memorable. 

Este grupo es el más divertido de la serie, estos tres hombrecitos lidiarán con abusones, películas porno, duchas y amores no correspondidos de las más diversas formas y con unas ideas un tanto peculiares.
 
Hay momentos realmente grandiosos en esta serie como cuando los geeks son acribillados a balonazos en el gimnasio o la humillación que supone ser escogido siempre el último cuando se hacen los equipos. Situaciones que creo que muchos hemos vivido como intentar liar el primer porro (como me reí con Lindsay aquí), enfadarte con tus amigos, detestar al nuevo novio de tu madre o incomodarte cuando tus padres se muestran afectuosos contigo. 
 
Los padres de Lindsay y Sam también son unos personajes llenos de humanidad y matices. Las frases lapidarias de su padre, la comprensión y amor de su madre, la relación entre ambos. Son una familia media, normal y afectuosa.

Hacía mucho que tenía pendiente ver Freaks and Geeks y no me arrepiento para nada, una vez visionada la única pega que le puedo poner es que sufriera una cancelación tan a traición. Sin un final digno. Quedarnos sin saber que será de esos chicos y chicas que empiezan a descubrir el mundo y como adaptarse a él. 
 
A pesar de que Lindsay era la protagonista de la historia, y creo que la actriz borda su papel además de ser tremendamente guapa, mi personaje favorito será por siempre Bill, un personaje que se merece un post aparte. Algún día os hablaré con calma de él. Lo merece.

viernes, 23 de abril de 2010

Buenos presagios, la fusión de Gaiman y Pratchett

Adan Young parece un niño normal a simple vista pero las apariencias engañan. Lo cierto es que Adan es el Adversario, Destructor de Reyes, Ángel del Pozo sin Fondo, Bestia a la que llaman Dragón, Príncipe de Este Mundo, Padre de las Mentiras, Vástago de Satán y Señor de las Tinieblas. Para abreviar, estamos hablando del Anticristo. 

Un niño inglés como tantos otros que vive en un pequeño e idílico pueblecito llamado Tadfield. Adan tiene amigos, es alegre, jovial, aventurero y algo descarado. También tiene un perro al que llama, muy acertadamente, Perro. Aunque este animal tampoco es un perro cualquiera. Es una bestia enviada desde el infierno para proteger y obedecer a su amo en todo, claro que los intereses de este monstruo despiadado son ladrar a los gatos y que le rasquen detrás de la oreja. 

¿Y qué hace el Anticristo en la Tierra? Pues su nacimiento anuncia el Apocalipsis y él será el encargado de iniciar la guerra entre el infierno y el cielo. Aunque no lo sabe porque sólo es un niño de 11 años que está disfrutando de las vacaciones de verano. Además sus padres no lo han preparado para ser el hijo de Satán. Es que cuando nació Adan, bueno... hubo un pequeño malentendido a la hora de dar el cambiazo a los bebés y en vez de terminar con una familia donde desarrollarían su potencial demoníaco, Adan acabó en una familia de lo más normal. 

Claro que nada de esto hubiese pasado si Crowley no se hubiese inmiscuido. ¿Qué quién es Crowley? Un demonio. Un ángel caído que lleva mucho mucho tiempo viviendo en la tierra. Un tipo macarra y simpático que conduce un precioso Bentley. Sin embargo debemos ser justos la culpa no es sólo suya, Azirafel también tiene las manos sucias. Para poneros en situación os diré que Azirafel es un ángel, que también vive en la tierra desde hace mucho y que regenta una librería especializada en libros raros. 

Estos dos personajes son los protagonistas de la historia. A pesar de ser enemigos naturales han descubierto tras miles de años de encuentros y conversaciones que se entienden mejor entre ellos que con sus jefes, que ambos adoran vivir en la tierra y que no quieren que el inefable Apocalipsis termine con ella. Deciden pues intervenir en el gran plan divino a pesar de que nadie sabe a ciencia cierta en qué consiste ese plan. Por eso las cosas no salen como tenían pensado. 

Tendremos la oportunidad de conocer a los cuatro caballeros del Apocalipsis, en fin, ellos tienen que estar presentes el día del fin del mundo. Es su función principal Ahora viajan en moto y se han amoldado a la vida en el siglo XX. Guerra es una corresponsal de guerra con muy buen ojo para los conflitos, Hambre tiene una cadena de comida basura y escribe libros para adelgazar, Polución sustituyó a Peste cuando ésta se retiró tras la invención de la penicilina y Muerte, bueno ella no cambia. 

Además existe un libro, un libro que Azirafel siempre ha buscado pero nunca encontrado, titulado “Las buenas y acertadas profecías de Agnes La Chalada”. Agnes fue una bruja que fue quemada en la hoguera. Dejó para la posteridad un libro de profecías tremendamente preciso, sin embargo muchas de sus profecías no eran útiles hasta que ya era demasiado tarde porque eran bastante difíciles de entender. Anatema Device es una descendiente directa de Agnes y ha pasado toda su vida estudiando y guiándose por los avisos de su antepasada. Gracias al libro sabe perfectamente donde y cuando ocurrirá el Apocalipsis.

Prepararos lectores, el fin del mundo está cerca y es tremendamente divertido.

En el año 1990 apareció en las librerías Buenos Presagios, escrito por dos de mis autores favoritos, Terry Pratchett y Neil Gaiman. Los estilos de ambos autores se complementan perfectamente en esta novela y aunque se pueden identificar sin problemas las aportaciones de ambos, el conjunto está bien ensamblado y no se rompe la continuidad en ninguna parte de la historia. La novela tiene varios hilos narrativos diferentes, se intercalan diversas historias y hay bastantes personajes, pero al final todo lleva hacia el mismo punto. Es un placer dejarte llevar de la mano por la narración mientras los acontecimientos fluyen de manera tan natural hacia el clímax final. 

Buenos Presagios es una gozada de principio a fin. Un libro inolvidable escrito por los dos autores cuando aún no eran muy conocidos, tal vez el hecho de no tener nada que demostrar hace tan magnífico el resultado final. Estamos ante una novela divertida y desenfadada que habla sobre el bien y el mal, el Apocalipsis, el anticristo y las brujas. 

Terry Gilliam hace unos años estaba emperrado en hacer una película, no sé en que habrá quedado el proyecto pero sería una noticia maravillosa saber que Crowley y Azirafel iban a tener apariencia humana.

lunes, 19 de abril de 2010

Treme, suena la música


El agua se abrió paso sin pedir permiso, destruyendo hogares y tomando vidas. Todos vimos las imágenes en la televisión. Vimos a la supuesta gran potencia mundial humillada al no poder llevar agua ni ayuda a Nueva Orleans, vimos gente flotando en las calles de la ciudad de la música y el Mardi Grass, a Sean Penn en una lancha muy cutre intentando ayudar. 
 
Durante días, semanas nos bombardearon con noticias desoladoras. Y luego nos olvidamos de ello. Así de fácil, como vino se fue. Las aguas volvieron a su cauce, la gente empezó a regresar y el mundo siguió girando mientras la ciudad de Nueva Orleans intentaba volver a la vida tras días sepultada bajo el agua. Mucha gente murió, otros decidieron no regresar nunca, los destrozos fueron cuantiosos, a eso hay que sumarle los saqueos y los actos violentos que se volvieron comunes en los días siguientes al Katrina. Poco a poco, la ciudad empezó a curarse las heridas, fue un proceso lento y doloroso.

Treme empieza tres meses después de la catástrofe. La ciudad intenta seguir con su rutina. Nueva Orleáns sigue existiendo a pesar de la desgracia pero la herida es muy profunda. Es una herida evidente para los ojos de sus habitantes (calles embarradas, casas destrozadas, coches apilados) y también para sus corazones (muertos, desaparecidos, rabia).

La serie nos presenta en el piloto a diversos personajes que intentan volver a sus vidas pero que no pueden ni quieren olvidar lo que pasó. Yo creo que lo que se nos quiere contar en el fondo es una historia de supervivencia, claro que se perfilan algunas líneas argumentales interesantes en este piloto como la búsqueda de un desaparecido, el regreso de una banda y la ira generalizada contra la inacción del gobierno ante el Katrina. Pero acabamos de empezar y las cosas llevan tiempo, ya veremos en qué derivan esas historias y las que aún quedan por contar. 
 
Treme es un barrio antiguo de la ciudad. Que como tantos otros se vio afectado por el huracán. Ahora que la gente está volviendo la vida empieza de nuevo a fluir por sus calles y la música suena gracias a la banda. En esa banda toca Antoine Batiste (Wendell Pierce), trombonista que nunca tiene suficiente para pagarse un taxi porque vive al día entre bolo y bolo. A su cargo tiene una novia y una hija; pero también una ex-mujer LaDonna (Khandi Alexander) dueña de un bar donde la banda suele parar y dos hijos.

Veremos también el regreso a la ciudad de Albert (Clarke Peters) a pesar de la oposición de sus hijos. La cara de desolación de este hombre al ver su casa destrozada te encoge el corazón. Albert tiene en mente reunir a la banda, a los “Guardianes de la llama” y volver a tocar. Deja su destartalada casa y se instala en un bar. 
 
John Goodman es Creighton Bernette un enamorado de su ciudad cuya ira se centra en los culpables del desastre del Katrina (gobierno, ejercito, constructores de diques...). La presentación de este personaje es magnífica, ya sabes si no te gusta la música ni la comida ni la cultura de Nueva Orleáns no vengas. Está casado con Toni (Melissa Leo), una abogada que está ayudando a LaDonna a buscar a su hermano desaparecido. 
 
Janette (Kim Dickens), es una chef que debe lidiar con la falta de personal, de mercancía y de clientes. Además de un amigo con derecho a roce bastante peculiar, Davis (Steve Zahn), DJ de una emisora y entusiasta de la música. 
 
Estoy segura de que Treme nos ofrecerá un trozo de vida. Veremos a las personas luchar por salir adelante, por restaurar sus vidas y sus casas, por encontrarle un sentido a lo que pasó, por hallar culpables. Gente que reirá y sufrirá, con sus defectos y virtudes, con sus malos y buenos momentos. Y escucharemos a la banda, una banda que es un símbolo en si misma. El símbolo de un barrio, de un estilo de vida, de una pasado que les fue arrebatado de manera brutal. Una banda que recorre las calles y a su alrededor hay fiesta, alegría, diversión, color, historia y orgullo. 
 
La música será algo muy importante en esta serie, la HBO ha creado esta página donde podremos conocer las canciones que acompañan a cada capítulo. Las canciones no están elegidas a la ligera y se nota un cuidado exquisito en cada actuación. En este piloto hay geniales momentos musicales, aunque por encima de todos ellos me quedo con la canción que pinchan en la radio durante la noche Buona sera signorina de Louis Prima. Tengo debilidad por ese tipo de canciones. En este piloto hay un cameo de Elvis Costello. Me pregunto si será habitual tener cameos de grandes de la música. Y también si realmente Costello visitó la ciudad tras el Katrina.
 
La serie ha sido creada por David Simon, el mismo hombre reverenciado por la creación de The Wire, serie que aún no he visto. David Mills productor y guionista falleció en el set de rodaje hace bien poco dejan un hueco bastante difícil de llenar. A pesar de este infeliz contratiempo hay un gran equipo de creativos y colaboradores detrás de Treme. Serie que ya ha sido renovada para una segunda temporada y por lo que sé si todo marcha bien pretenden hacer cuatro temporadas. Esperemos que la cosa funcione y podamos disfrutar de Treme y su música con calma.

P.D: La intro me encanta

The Beast Below - Doctor Who

El segundo capítulo de la quinta temporada de Doctor Who se ha titulado The Beast Below. Al principio del capítulo vemos a Amy flotando en el espacio mientras el Doctor la agarra por el tobillo desde la TARDIS. Preciosa escena. En estas se topan con una gran nave espacial. Una nave que es un país entero. Estamos en el siglo XXIX y la raza humana ha abandonado el planeta debido al calentamiento del sol. Los diversos países de la tierra construyeron naves para vivir en ellas y se lanzaron al espacio. Evidentemente el Doctor y su nueva compañera se encuentran con la nave del Reino Unido y suben a bordo.

Antes de entrar en la nave el Doctor le dice a Amy que ellos son meros espectadores (JA) que no deben involucrarse ( JA JA) y que se limite a seguirle (JA JA JA). En cuanto entran en la nave el Doctor se salta esas normas. ¿Por qué? Porque ve a una niña llorar. Llorar en silencio, sentada en un banco, rodeada de gente que ignora su dolor. Eso llama poderosamente la atención del Doctor pues si un niño llora en silencio es que algo terrible ha pasado y si nadie le hace caso es que tienen miedo, saben lo que ha sucedido pero no quieren verse involucrados. Me gustó que en este punto Amy le preguntase directamente si él era padre. Algo que a sus otras compañeras siempre había insinuado o dicho él. Amy pregunta de la manera más natural del mundo y él elude la pregunta.

El espectador sabe porqué llora la niña pues al principio del capítulo vio a los Smilers arrojando a un niño por el ascensor. Los Smilers están por todas partes, aparentemente son los vigilantes de la nave e inmediatamente se fijan en el Doctor y Amy.

Amy se queda sola un rato pues el Doctor va a hacer de las suyas y es capturada y llevada a una habitación donde se vota. Allí le ponen un vídeo pero cuando el Doctor la encuentra, unos 20 minutos más tarde, ella ha olvidado lo que ha visto. Ha elegido olvidar. Sin embargo el Doctor sigue investigando. ¿Por qué la nave no vibra? ¿Por qué los motores no funcionan? ¿Cómo se mueve la nave? El Doctor espoleado por la curiosidad y por su encuentro con Liz Ten, una misteriosa mujer enmascarada, decide no olvidar y pulsa la opción protestar en la cabina de votación. A consecuencia de esto Amy y él son lanzados por un tubo, como el chiquillo del inicio, hacia las profundidades de la nave. Aparecen en un lugar asqueroso. Esto me recordó a Star Wars, a la escena en la que llegan al compresor de basura. Claro que Amy y el Doctor no están dentro de un compresor de basura sino que están dentro de la boca de un bicho enorme. Esos dientes enormes...

In extremis el Doctor salva la situación obligando al animalillo a vomitar. Nuestros amigos, hechos un asco, serán rescatados por Liz Ten y descubrirán que se trata de la Reina. Un personaje que me ha gustado bastante. Ya solo por la frase “I’m the bloody queen, mate. Basically, I rule”. Una reina atrapada en su reino y con un secreto a sus espaldas. La eterna juventud, la eterna carga de descubrir una y otra vez la cruel verdad y de tener que elegir. Su situación me recuerda mucho al mito de Sísifo, llegar a la cima para empezar de cero una y otra vez.

Los tres juntos descubrirán lo que sucede, aunque a mi me resultaba bastante evidente. Cuando todas las naciones de la tierra se embarcaron en sus naves, el Reino Unido se quedó en la Tierra. El calor aumentó y con ello el sufrimiento. Y de repente, apareció su salvación, la Ballena Espacial, última de su especie. La capturaron y montaron la ciudad sobre ella. La llenaron de cables y electrodos para someterla. La torturaron para poder dirigirla y la alimentaron con aquellas personas que elegían no olvidar en la cabina de votación. Liz Ten descubría la situación aproximadamente cada diez años y tenía dos opciones olvidar o abdicar. Es decir dejar que los humanos viviesen a costa del sufrimiento de la Ballena o dejar de torturar al animal y morir todos. Este dilema enfurece al Doctor y decide hacer lo más piadoso, convertir a la Ballena en un vegetal, que no sienta pero que siga siendo la base y motor de la nave.

Moffat pone un espejo frente a los seres humanos, un espejo donde vemos lo egoístas que podemos llegar a ser. Preferimos olvidar a enfrentarnos a la verdad, una verdad dura pero real. Elegimos torturar algo único y bello para vivir una mentira. Eso es algo que hará enfadar al Doctor. El ser humano hace su elección y se eligen a si mismos una y otra vez. Sin darle nunca una opción a la Ballena Espacial. Incluso Amy lo hizo.

 Y aquí nos damos cuenta de algo, de la enorme similitud entre la Ballena Espacial y el Doctor, ambos son muy viejos, ambos son los últimos de su especie y ambos ayudan a los seres humanos. Amy pulsa el botón de abdicar de Liz Ten y lo que sucede es que los humanos abren al fin los ojos. Cuando la Ballena Espacial apareció en el cielo no fue casualidad, ella fue hacia ellos para ayudarles, sin embargo los humanos ni se plantearon esa opción, capturaron al alien y lo transformaron en su base y motor. La Ballena Espacial acudió al rescate de los niños porque es muy vieja, buena y solidaria, además siendo la última de su especie no soportaba escuchar a los niños llorar.

Es un capítulo muy interesante, con buenos efectos especiales, bien narrado, estupendamente interpretado por unos actores que ya se han hecho con sus personajes (Amy me encanta) y con una historia trepidante que te atrapa desde el primer momento. A mayores, unos malos, muy Moffat, que resultan de lo más aterrador. Este hombre tiene un don para crear monstruos. Visualmente el capítulo me ha gustado, la nave del Reino Unido parece sacada del imaginario de Blade Runner o de los atolones de Waterworld (película que me encanta aunque me caigan panes por todas partes siempre la defenderé). Ver la imagen de la Ballena Espacial me recordó al MundoDisco.

Amy Pond, en su primera aventura espacio-temporal, se muestra curiosa. Actúa por impulso, guiándose por su corazón, pero esto no la convierte en una cabeza loca. No, Amy es lista. Se da cuenta de la analogía, capta las semejanzas entre el Doctor y la Ballena Espacial en seguida. Amy no parece temer al Doctor, no tiene miedo a enfrentarse a él ni de actuar por su cuenta. Aunque si parece temer su propia boda. Una boda que no sé si llegará a celebrarse. Es evidente que el Doctor en sus viajes debe tener una compañera que lo apoye pero también que se plante cuando cree que es necesario hacerlo, como muy bien hizo Amy en este capítulo. Me ha gustado mucho el final cuando se abrazan con ese fondo estrellado. Prometen mucho estos dos.
Aparece una grieta al final del capítulo, una pequeña grieta brillante que me hace pensar en la que había en la habitación de la pequeña Amy Pond. Seguro que tiene relación. Al igual que Bad Wolf en la primera temporada de la nueva era.     

domingo, 18 de abril de 2010

Lágrima fácil

Hoy he visto el último capítulo de Ugly Betty, no he seguido la serie. Vi la primera temporada malamente y después nunca más volví a echarle el ojo. Aunque siempre leía la información que aparecía sobre la serie en la blogosfera.

Me ha gustado el final, sencillo, sin estridencias. Debo admitir que he llorado. Ese momento en el que Betty se despide de su familia en la calle, abrazos, lágrimas y un taxi. Betty diciendo adiós desde el interior de ese taxi viendo su antiguo reflejo. Aquella chica con aparato, gafas enormes, sin maquillaje, mal vestida y torpe. Betty sigue siendo esa chica pero ha evolucionado muchísimo en estos cuatro años. Ha ganado en confianza. 

Esa despedida es uno de esos momentos que te hacen llorar fijo, por lo menos a mi. Hay muchos otros momentos, en las series, que me hacen soltar una lagrimita. No voy a hablar de las muertes porque en esos momentos siempre siempre lloro. Aquí os dejo una pequeña lista de momentos que por mucho que visione me hacen llorar. 

Doctor Who. Esta serie se lleva la palma en cuestión de momentos lacrimógenos. El final de la primera temporada cuando Eccleston da paso a Tennant o cuando el Doctor (Tennant) lee la carta que le deja Madame de Pompadur en el cuarto capítulo de la segunda temporada y él se queda hecho polvo. El Doctor apoyado en aquella gran pared blanca sabiendo que nunca volverá a ver a Rose Tyler o despidiéndose de ella al final de Doomsday. Cuando el Doctor le borra la mente a Donna para salvarla, una separación que siempre me ha dolido profundamente. Y por supuesto, la gran despedida de Tennant diciendo adiós uno por uno a todos aquellos que le han acompañado durante su etapa.

Lost. Siempre lloro cuando Desmond hace esa llamada desde el carguero a su Penny. El capítulo quinto de la cuarta temporada, La Constante,  siempre consigue hacerme llorar. Hay tanto amor y tanta ternura capturado en ese momento, me parece tan maravilloso  y aunténtico que es inevitable que me emocione. Y ambos actores están increíbles en esta escena.

Cuando vi el último episodio de A dos metros bajo tierra me pasé llorando todo el rato. El momento álgido de kleenex y ojos enrojecidos fue el final. Cuando Claire hace la foto a su familia en el porche, coge el coche, pone un cd y se va. En su retrovisor ve correr a Nathan y ella se aleja en busca de su futuro. Poco a poco vamos viendo que pasará con los protagonistas de esta gran serie. Como serán sus vidas, como será su muerte, incluída la propia Claire. Además la música que escogieron para ese final me parece magnífica, una canción preciosa de Sia.

Buffy está plagada de momentos lacrimógenos. Cuando Oz se va, las dos veces dejando a Willow destrozada o aquel momento de la quinta temporada donde Buffy llora mientras friega los platos con la música muy alta para no escuchar las divagaciones de su madre. Angel marchándose de manera silenciosa al final de la tercera temporada. Willow gritando perdón tras el accidente de coche con Dawn en la sexta temporada (brutal este momento).

Futurama. A pesar de ser una comedia tiene algunos momentos muy tristes. Y aquí me retracto, si voy a hablar de una muerte, la de Seymour, el perro de Fry. Si habéis visto la serie sabréis de que estoy hablando. Hay que ser una piedra por dentro para no llorar viendo a ese animalito esperar durante años y años por su amo y muriendo en su puesto, esperando a Fry. Tristísimo.

Friends. Mónica y Chandler fueron novios durante bastante tiempo y él quería pedirle matrimonio a ella pero una serie de circunstancias y equívocos provocan que al final sea Mónica la que hace la petición. Me encanta ese momento. Chandler llega al piso destrozado, Joey le dice que Monica se ha ido a pensar y enconces entra en casa y todo está lleno de velas (un auténtico peligro). Mónica está allí, de pie, esperándolo y se le declara (bueno, lo intenta). Fue precioso.

Adrian Monk se pasó ocho temporadas intentando recuperarse de la muerte de su mujer Trudy. Durante este tiempo me hizo reír un montón de veces pero en el fondo Monk es una serie bastante triste, hay algunos capítulos que me resultaron desoladores. Como cuando Adrian se hace cargo de un niño mientras investiga un caso  y al final debe dejar al niño en los servicios sociales, la despedida de ambos es tristísima. Hay otro capítulo donde Monk busca a una mujer que no conoce, por culpa de esto no puede dormir. Cuando por fin la encuentra descubren que tiene relación con Trudy. Es un momento muy emotivo. Aunque el que más me hizo llorar fue el doble capítulo final, donde por fin Adrian descubre lo que le pasó a Trudy gracias a una cinta de vídeo que ella le dejó. Adrian (grandísima actuación de Tony Shalhoub) sufre mucho cuando la ve y yo con él. 

En el anime Trigun, su protagonista Vash a pesar de vivir rodeado de violencia y llevar siempre armas consigo, nunca mata a nadie porque cree que la vida es sagrada. Debido a las maquinaciones del malo de la serie debe matar a un ser humano. Cuando despierta un par de días más tarde y se da cuenta de lo que ha hecho, de lo que le han obligado a hacer llora y llora sin consuelo alguno. Verlo en ese estado fue muy triste.

Lo único que se salva

sábado, 17 de abril de 2010

¿Por qué?

¿Por qué no puedo avanzar con la segunda temporada de Huff?

¿Por qué me ha dolido tanto lo de Gaeta en BG?

¿Por qué la sexta temporada de Lost me parece tan espantosa?

¿Por qué la gente no habla más del último capítulo de la cuarta temporada de Psych? Una joyita

¿Por qué tanto escándalo con el ipad de Phil en Modern Family?

¿Por qué Karen Gillian es tan condenadamente guapa?

¿Por qué el final de la tercera temporada de Californication ha sido tan hermosamente devastador?

¿Por qué no hacen un spin-off de Chuck centrado en el Buy More y sus empleados?

jueves, 15 de abril de 2010

La respuesta a la vida, el universo y todo lo demás

42, esa es la respuesta. La respuesta a todo. A la vida, al universo y todo lo demás. 42. Douglas Adams era un genio y la Guía del Autoestopista Galáctico fue su gran creación. 

En un principio fue una serie de radio de la BBC que consiguió unos buenos índices de audiencia. Estamos hablando del año 1978. Un año antes se había estrenado en todo el mundo La Guerra de las Galaxias. La influencia de esa película es tremenda en la cultura popular. No es de extrañar que en plena euforia galáctica la serie de radio triunfase. Podéis comprarla completa en Amazon. 

Para Adams, que la serie de radio se convirtiese en un fenómeno fue algo inesperado. El pobre llevaba años intentando entrar en el mundillo vendiendo sketches y por fin lo había conseguido. La idea para esta  Guía le sobrevino en un parque de Innsbruck mientras viajaba por Europa ayudado por una guía para viajeros.  

Tras el reconocimiento conseguido, Adams se dedicó a plasmar por escrito sus ideas sobre la vida, el universo y todo lo demás. A partir del año 1979 fueron sucediendose los libros. Lo que en principio iba a ser una trilogía devino en una trilogía en cinco partes. La primera es “Guía del autoestopista galáctico”, después aparecieron, por orden, “El restaurante del fin del mundo”, “La vida, el universo y todo lo demás”, “Hasta luego y gracias por el pescado” e “Infome sobre la Tierra: fundamentalmente inofensiva”. En cada libro Adams iba ampliando, retorciendo, completando poco a poco el universo creado en aquella serie de radio.

El éxito del primer libro fue enorme. Entró por la puerta grande en el mundo de la ciencia-ficción pero también en el del humor. La Guía era un libro que podía leer cualquier tipo de persona porque en el fondo se trataba de una crítica al mundo en el que vivimos y a las convenciones sociales enmarcado en un entorno fantástico poblado por extraterrestres y naves espaciales. La rotundidad del éxito y la cantidad de libros vendidos en más de 20 idiomas impulsaron la aparición de las siguientes secuelas. Los fans estaban encantados. 

Era inevitable que la BBC aprovechase el tirón de la historia y la adaptará a la televisión. En enero de 1981 retransmitió la serie. El guión estaba escrito por Adams. 


Yo soy una gran amante de los libros de Adams así que cuando vi la serie en DVD no pude menos que comprarla. Tengamos en cuenta que la serie es antigua y no pasa un arevisión pero esos efectos especiales eran lo más en aquella época. Es como ver un capítulo antiguo de Doctor Who, lo importante es la historia. La serie está compuesta por seis capítulos de media hora cada uno donde se siguen las aventuras de Arthur Dent. 

¡Menudo despiste aún nos he hablado de Arthur ni de que trata La Guía del Autoestopista Galáctico!

Arthur Dent es un tipo normal, anodino incluso. Inglés y amante del té. Una mañana se levanta y descubre que su casa está a punto de ser derribada porque van a contruir una autopista. Mientras discute con las autoridades en pijama y bata llega su amigo Ford Prefect y le dice que la tierra va a ser destruida y que él es un extraterrestre de un planeta cercano a Betelgeuse. Ford salva a Arthur de la destrucción de la tierra llevándolo a la nave vogona, la encargada de destruir nuestro amado planeta. Allí Ford le explicará las bases de la supervivencia en el espacio: nunca pierdas tu toalla y Don´t Panic (esto es exactamente lo que pone en la cubierta del libro que le enseña Ford, la Guía del Autoestopista Galáctico).

Después de eso se toparán con Zaphod Beeblebrox, presidente fugitivo de la galaxia, y ser bicéfalo, primo tercero de Ford que viaja en la nave robada Corazón de Oro . En esa misma nave se encuentra Marvin, el androide paranoide, y Trillian, una terrícola a la que Arthur Dent conoció en una fiesta seis meses antes. Todo esto aderezado con notas informativas de la Guía como el pez que te permite comprender todos los idiomas o la poesía vogona o la raza que inventó antes el desodorante que la rueda.

Los cinco ponen rumbo a Magrathea, un planeta que vivía de la contrucción de otros planetas, y allí Arthur conocerá a Slartibartfast, un arquitecto que le cuenta la verdad sobre la tierra.

Mientras seguimos a Arthur también sabremos de la existencia de un gigantesco ordenador llamado “Pensamiento Profundo” creado para dar respuesta a la vida, el universo y todo lo demás. Su respuesta después de millones de años de cálculos fue 42. Así que se creó otro ordenador que fuese capaz de dar con la pregunta adecuada. 

Así contado suena un poco extraño, lo sé pero tanto los libros como la serie son terriblemente claros y divertidos. La historia fluye con facilidad y nada es forzado. Una obra muy recomendable para los amantes del humor fino, la ciencia ficción y las buenas historias.

En el año 2004 se adaptó para la radio el tercer libro de la saga. Fue un éxito, los seis capítulos fueron escuchados por cerca de un millón de personas.

Llegamos hasta el 2005. Tras años de negociaciones, proyectos, aplazamientos... finalmente se trasladó la historia de Adams a la gran pantalla. Por desgracia, el autor nunca pudo ver su obra en el cine pues murió en Santa Bárbara en el 2001. La película estaba protagonizada por Martin Freeman como Arthur Dent (fue aquí donde me fijé por primera vez en él), Mos Def como Ford (una decisión que suscitó mucha polémica entre los fans), Sam Rockwell como Zaphod (genial como siempre) y una dulce Zooey Deschanel como Trillian. Además la voz de la Guía era la de Stephen Fry y la del androide paranoide, Marvin, la de Alan Rickman.
 
Pero la influencia de la Guía del Autoestopista Galáctico abarca más que todo esto. Hay videojuego, cómics, obra de teatro.... y su influencia en la cultura popular es enorme. Tres ejemplos:

  • 42. Es el número más importante. En Lost, han admitido que figura en la lista porque admiran la obra de Adams. Un buen geek tendrá una camiseta con el número 42. La wikipedia en su artículo sobre el número 42 se refiere a él como la respuesta a la vida, el universo y todo lo demás. House dijo en un capítulo que era su número preferido y Fox Mulder vivía en el número 42. Roy en The It Crowd tiene una camiseta con el número 42.
  • Androide Paranoide, Marvin. Radiohead tiene una canción titulada Paranoid Android, en clara referencia a este personaje.

  • El día de la toalla. Se celebra cada 25 de mayo desde el 2001 en honor del autor. Coincide con el día del orgullo friki. ¿Y por qué una toalla?
La Guía del autoestopista galáctico tiene varias cosas que decir respecto a las toallas.

Dice que una toalla es el objeto de mayor utilidad que puede poseer un autoestopista
interestelar. En parte, tiene un gran valor práctico: uno puede envolverse en ella para
calentarse mientras viaja por las lunas frías de jaglan Beta; se puede tumbar uno en ella
en las refulgentes playas de arena marmórea de Santraginus V, mientras aspira los
vapores del mar embriagador; se puede uno tapar con ella mientras duerme bajo las
estrellas que arrojan un brillo tan purpúreo sobre el desierto de Kakrafun; se puede usar
como vela en una balsa diminuta para navegar por el profundo y lento río Moth; mojada,
se puede emplear en la lucha cuerpo a cuerpo; envuelta alrededor de la cabeza, sirve
para protegerse de las emanaciones nocivas o para evitar la mirada de la Voraz Bestia
Bugblatter de Traal (animal sorprendentemente estúpido, supone que si uno no puede
verlo, él tampoco lo ve a uno; es tonto como un cepillo, pero voraz, muy voraz); se puede
agitar la toalla en situaciones de peligro como señal de emergencia, y, por supuesto, se
puede secar uno con ella si es que aún está lo suficientemente limpia.

Y lo que es más importante: una toalla tiene un enorme valor psicológico. Por alguna
razón, si un estraj (estraj: no autoestopista) descubre que un autoestopista lleva su toalla
consigo, automáticamente supondrá que también está en posesión de cepillo de dientes,
toallita para lavarse la cara, jabón, lata de galletas, frasca, brújula, mapa, rollo de cordel,
rociador contra los mosquitos, ropa de lluvia, traje espacial, etc. Además, el estraj prestará
con mucho gusto al autoestopista cualquiera de dichos artículos o una docena más que el
autoestopista haya «perdido» por accidente. Lo que el estraj pensará, es que cualquier
hombre que haga autoestop a todo lo largo y ancho de la galaxia, pasando calamidades,
divirtiéndose en los barrios bajos, luchando contra adversidades tremendas, saliendo
sano y salvo de todo ello, y sabiendo todavía dónde está su toalla, es sin duda un hombre
a tener en cuenta.

De ahí la frase que se ha incorporado a la jerga del autoestopismo: «Oye, ¿sass tú a
ese jupi Ford Prefect? Es un frud que de verdad sabe dónde está su toalla». (Sass:
conocer, estar enterado de, saber, tener relaciones sexuales con; jupi: chico muy
sociable; frud: chico sorprendentemente sociabilísimo.)


El universo creado por Adams sigue vivo, hace bien poco salió una sexta novela, escrita por  Eoin Colfer y titulada "And another thing". Este libro aún no le he leído pero ya caerá.

Si no conocéis la obra de Adams os recomiendo leerla, verla, disfrutarla, y cada 25 de mayo no olvidéis vuestra toalla. 

domingo, 11 de abril de 2010

Selección de chicos, especial primavera

Hacía tiempo que no elaboraba una lista de los tíos más sexys (evidentemente para mi) del panorama televisivo actual. Para gustos colores, eso está claro, pero aquí tenéis a mis cinco chicos actuales. Es obvio que en este tipo de listas no se puede ser objetiva, te gusta lo que te gusta y punto.


Lee Pace. Fue verlo en Pushing Daisies y caer rendida a sus pies. Ya no sólo porque me parecía muy sexy sino porque su personaje era un romántico encantador. Poco después me decidí a ver Waterfalls. Allí me conquistó por completo y eso que no sale mucho pero sus momentos en pantalla eran para saltarle encima y quitarle la ropa. De la cosecha de 1979, aún le queda mucho por delante tanto en televisión, donde más ha destacado, como en cine.



Zachary Levi. Nunca creí que aquel chaval escuálido y bastante antipático de Less than perfect acabaría convertido en Chuck, el superespía. Lo cierto es que en estos años Zachary ha mejorado muchísimo. Tiene una sonrisa preciosa y me encantan sus ojos. Aunque me gusta mucho más con barba que sin ella. Pero en general siempre me han atraído los chicos con barba. Nacido en 1980 su gran momento es ahora gracias a Chuck. Esperemos que renueven la serie, al menos durante una temporada más.


Jim Parsons. Simplemente me encanta. Nacido en 1973 el éxito le llegó tarde y gracias a The Big Bang Theory. Su personaje en la serie es genial y es por eso que me gusta. A parte considero que tiene una voz muy sexy, y tiene las mejores camisetas de la televisión.


David Duchovny. A este hombre ya le amaba gracias a Expediente X pero ahora en Californication ha vuelto a conquistarme. Sexy, inteligente y bastante cabroncete su personaje encandila. Espero que sus problemas matrimoniales se resuelvan pero si no es el caso que venga aquí que me encantaría cuidarle. La edad le ha sentado muy bien.


James Roday. No sólo actúa sino que también produce, escribe y dirige... un poco de todo. Divertido, ingenioso. Nacido en el 76 y con antepasados mejicanos. Su golpe de suerte fue la serie Psych, donde conoció a su actual pareja Maggie Lawson. Cada semana espero el capítulo de la serie dando saltos de alegría. Es de lo mejor que hay ahora mismo en la televisión y él es tan mono.


sábado, 10 de abril de 2010

Me llamo Earl era muy grande

Y si no me creéis aquí tenéis este momento musical del Hombre Cangrejo. Añoro esta serie.

Evolución, Friends: 9ª temporada

Friends: Novena temporada (2002-2003)

Imágenes sacadas de los capítulos:

1. Capítulo 1: En el que nadie propone matrimonio
2. Capítulo 7: La canción inapropiada de Ross
3. Capítulo 17: El del funeral
4. Capítulo 23: El de Barbados


ROSS GELLER ( DAVID SCHWIMMER)





RACHEL GREEN (JENNIFER ANISTON)





PHOEBE BUFFAY (LISA KUDROW)





MONICA GELLER (COURTNEY COX)





JOEY TRIBBIANI (MATT LEBLANC)





CHANDLER BING (MATTHEW PERRY)


jueves, 8 de abril de 2010

El Experimento de Stanford

Los seres humanos somos de lo peor. Pon a un grupo de personas en una situación difícil, explota sus miedos más básicos y tienes el caldo de cultivo perfecto para que salgan a relucir las peores cualidades de la raza humana. La crueldad, el sadismo, la manipulación, abusos, violencia... incluso asesinato.

Hace poco, cuando me pegué el maratón intensivo de Life, me llamó poderosamente la atención uno de los capítulos de la segunda temporada, en Not for nothing, los detectives Crews y Reese tienen que investigar un asesinato en una universidad donde se estaba llevando a cabo una copia del Experimento de Standford.

Este capítulo afecta particularmente a Crews y su amigo Ted, pues ambos fueron prisioneros y sufrieron en sus carnes los abusos de los carceleros.


El experimento de Standford se llevó a cabo en los años setenta. Se reclutó a un grupo de voluntarios, ambos serían divididos en guardianes y reclusos e internados en una ficticia prisión. El experimento iba a durar, en teoría, dos semanas pero a los seis días fue cancelado porque evidentemente se les fue de las manos. Hubo abusos por parte de los guardias, motines, situaciones de estrés en los reclusos, castigos físicos, huelgas de hambres... en fin que más que un experimento sociológico a mi me pareció una auténtica tortura. Es más, el mundo academicista siempre ha cuestionado la validez de ese experimento.

En un capítulo de Veronica Mars de la tercera temporada también se lleva a cabo un experimento similar en la universidad de Hearst, My Big Fat Greek Rush Week. Siendo Logan uno de los reclusos y Wallace uno de los guardianes.

En el año 2001 se rodó una película El experimento basada en la novela de Mario Giordano que a su vez se inspiró en el experimento de Standford. Hay muchas obras de ficción que explotan la idea de un grupo de personas encerradas sometidas a presión o acontecimientos que las superan física y mentalmente. Me viene a la cabeza la película Cube que jugaba con esa idea. O un capítulo de la cuarta temporada de Doctor Who, titulado Midnight, digno de verse, donde los encerrados en una especie de autobús se convierten en turba y se ve lo peor de lo que llevamos dentro. Nunca se ha visto al Doctor tan derrotado y asustado.

Y hablando de turba "se caracteriza por se aquel conglomerado cuyos individuos se encuentran profundamente excitados. La turba es un conglomerado incontrolable (descontrolado), en ella no hay espacio para el razonamiento. La turba realiza una accion conjunta y en cuanto acción conjunta manifiesta una cierta unidad social, si bien dicha unidad es esporádica. Toda turba se caracteriza por tener un enemigo común, alguien o algo a lo que perseguir o atacar" Sacado de aquí. Vi varios capítulos de CSI, creo que ambos de Las Vegas, en los que el grupo de Grissom se enfrentaba a dos asesinatos realizados por una turba. Uno concretamente en un vuelo. Era aterrador comprobar como personas aparentemente normales y racionales perdían totalmente la capacidad de raciocinio y actuaban como bestias contra sus semejantes.

Existen otros experimentos que nos muestran la cara menos agradable de la humanidad. El experimento Milgram nos hace ver que somos capaces de ser crueles con nuestros semejantes sin cuestionarnos nada siempre que nos lo ordene un superior. Como siempre la realidad supera a la ficción.

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