domingo, 25 de diciembre de 2011

Las navidades en Eureka


Eureka es una serie entretenida, que tiene mi total apoyo y que sigo con interés desde que se estrenó en el 2006. Por segundo año consecutivo el pequeño pueblo de Eureka nos trae un especial navideño, un capítulo de y para Navidad. Se trata de un especial cargado de buenas intenciones, humor ligero y animación que ha colmado mis expectativas y que me ha dejado con una buena sensación. 

Como siempre en este pueblo plagado de genios las cosas se tuercen y es Jack, el bueno de Jack, quien tiene que hacer lo posible para arreglar las cosas. El problema surge de las manos inocentes de Jenna, la hija pequeña de Allison, a la niña le regalan un libro titulado Holotown, un libro interactivo que, debido a un problema técnico, se extiende por la ciudad provocando que las aventuras e ideas de Jenna se cumplan. Además, un problema técnico con un generador de protones modifica la percepción a todos los habitantes de Eureka, así pues, se ven como si fueran dibujos animados. Totalmente demencial e irreal, pero si pasa en Eureka yo me lo creo y lo disfruto. Si pasase en Fringe sería otro cantar y pondría el grito en el cielo, pero Eureka es lo que es y no se vergüenza de ello. 

Admito que es divertidísimo ver a los diferentes personajes convertidos en dibujos animados. En Eureka todo tiene un punto de locura  pero unas Navidades tipo Looney Tunes son mucho más disparatadas y demenciales.

Cuando todo se tuerce Jack y Andy se dirigen al centro, de lo que creen que es el problema. No lo tendrán fácil porque el jeep de Jack cobrará vida animada y se quejará de todas las cosas horribles que le han sucedido durante las últimas cuatro temporadas: ha sido explotado, estrellado, robado, tirado desde grandes alturas, derretido... y Jack nunca le dice nada bonito. Luego el sheriff y su ayudante robótico se enfrentarán a unos muñecos de nieve ninja. Menos mal que en el último momento una Jo convertida en princesa Disney aparece al rescate.

Mientras Eureka se vuelve loca, Jenna acompañada de Zoey y Kevin se encuentran a salvo y sin saber nada de lo que pasa dentro de SARAH. En un momento dado una oleada de energía transforma a los personajes en dibujos estilo Peanuts, The Simpsons, South Park, Scooby Doo y finalizan convertidos en plastilina. Luego se encontrarán con Taggart que tiene apariencia de oso polar. Durante este tramo del capítulo usarán la técnica stop-motion para dar vida a nuestros héroes. 

Me gusta que alternen diferentes tipos de animación, eso dota de dinamismo al especial y hace que la historia sea más impredecible e imaginativa.

Fargo, Henry y Allison intentarán arreglar el desaguisado desde Global Dynamics, pero viendo que nada funciona irán al encuentro de Jack y Andy a la cima de una montaña donde se encuentra el generador de protones que les está trastocando el aspecto.

Cuando el muñeco de nieve ninja gigante se dirige hacia la ciudad Zoey y Kevin se dan cuenta de lo que está pasando. Por fin son conscientes de que el libro de la pequeña está interactuando con la realidad de Eureka y deciden hacer algo para arreglar el problema. Esforzándose al máximo Kevin los convierte dibujos anime que logran vencer al siniestro muñeco de nieve ninja. La destrucción del muñeco provoca una hermosa nevada sobre el pueblo, justa a tiempo para celebrar una hermosa y entrañable Navidad entre amigos, en familia, en Eureka, donde todo es posible.  

Todo este circo servirá para que Andy descubra que es especial ser espacial y que no debe cambiar porque es único. Jo asumirá que tiene amigos a su alrededor y que no tiene razón de ser pasar sola las Navidades y Allison entenderá el significado de estas santas fiestas. 

Un especial Navideño cargado de buenas intenciones, de alabanza a la amistad, el amor y la importancia de creer en uno mismo. Un sorprendentemente maravilloso, atemporal e inolvidable paseo por las nevadas calles de Eureka.








lunes, 12 de diciembre de 2011

Año seriefilo 2011

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Un repaso a lo que ha dado de si este año que se nos escapa entre los dedos. Un año que ha estado cargadito de sorpresas, grandes momentos, tristes despedidas, personajes excelentes, WTF a cascoporro y el regreso de mi Sarah Michelle Gellar.


- Redescubrí South Park. Es una serie que había dejado aparcada en un cajón y que volví a retomar. Sin duda alguna es la gran obra satírica contemporánea. Es más que cuatro niños diciendo tacos, eso esta muy superado. Es una serie cerebral, divertida, excesiva, crítica, honesta, imaginativa y nada complaciente. 

- Sue Heck de The Middle, es la secundaria cómica que toda buena comedia necesita. Ella sola o haciendo comparsa con los miembros de su familia es un espectáculo. Sus bailes, sus gritos, su inocencia, su cross-country, su "novio el ambiguo", su honestidad, su relación con el reverendo Tim Tom y su estilismo la enmarcan dentro de la categoría de los grandes personajes. Viva Sue

- Awkward. La sorpresa veraniega de la MTV, una serie de adolescentes para adolescentes pero con miga, con personajes que no resultan estereotipados, insufribles y vacíos. Con una protagonistas a la que dan ganas de dar palmaditas en la espalda, con un puñado de secundarios que hacen el visionado más entretenido, con una gran mala como Sadie capaz de ser retorcida, cruel y sonriente. 

- Game of Thrones, de como la HBO reclama el trono de las grandes series. 

- La tremenda, durísima y emotiva despedida de United States of Tara. Tras tres temporadas y con el listón muy alto (Bryce es uno de mis malos preferidos desde el minuto uno) la familia Gregson nos dejó para siempre. Lo sentí mucho por la serie porque estaba en un gran momento y estaba mostrando sus mejores cartas. Adiós Tara, adiós Buck, adiós T, adiós Alice. 

- Antonia Gavilán de Logroño y todas las escenas en las que se hablaba español de la cuarta temporada de True Blood. La falta de vergüenza y el desconocimiento total unidos para mayor gloria del barroco-bizarro que impera en esta serie. 

- River Song, un personaje capaz de merendarse al Doctor. Alex Kingston nos ha mostrado que es una mujer versátil y creíble. River es ya historia de la pequeña pantalla. Ojalá encontremos en nuestro camino seriéfilo personajes tan bien construidos, tan fascinantes, controvertidos, originales y delirantes como River Song. 

- El cierre de la segunda temporada de The Good Wife, cuando un ascensor es la perfecta metáfora. Y no olvido la verdad sobre Kalinda. Uno de los momentos más impactantes de este año, hasta lloré viendo a Kalinda derrumbarse (también en un ascensor). 

- Mi nuevo amor televisivo, David Morrisey. Tras visionar Red Riding y The Field of Blood, me propongo ver cualquier serie en la que asomara este hombre. En espera State of Play y South Riding. La verdad es que ya le tenía echado el ojo desde Blackpool y el especial de Navidad de Doctor Who pero este año me ha convencido y está en la lista de amores seriéfilos. 

- La caída libre de la tercera temporada de Misfits. Sin Nathan no es lo mismo. 

- El nuevo enfoque dramático de How I Met Your Mother. La evolución de los personajes se hace de manera sutil, fluida y natural. Hacer pasar a Robin por un mal trago ha sido todo un acierto y Cobie Smulders ha estado a la altura. 

- Sarísima Michelle Gellar is back. Con croma o sin él, con espejos, con estilismos imposibles, con peinados estrafalarios, con una trama que no se la cree nadie, con mil y un defectos... Ringer es estupenda para olvidarse de todo, reírse un buen rato y dejarse llevar. 

- El inesperado y oscuro final de la tercera temporada de Warehouse 13. Una serie amable y divertida que de golpe y porrazo nos muestra varias muertes de personajes conocidos y la destrucción del almacén de Dakota del Sur. Un movimiento arriesgado que honra a los guionistas. Tengo curiosidad por saber que sucederá en la cuarta temporada. 

Community, toda ella. 

- Los abdominales de Alex O'Loughlin en Hawaii Five-0. Alabados sean los dioses de Kobol. 

- La magnífica segunda temporada de Justified, que fue creciendo poco a poco ante mis ojos sin dar tregua. Descubrir lo grande que es Margo Martindale, su aportación fue decisiva para la serie y su Emmy a la mejor actriz secundaria en la categoría de dramas me alegró mucho. 

- Descubrir a Louis C.K por casualidad y devorar las dos temporadas de su serie. Una comedia inteligente, dolorosa, brutalmente sincera, con ramalazos de patetismo y soledad que calan muy hondo. No es para todos los públicos pero si entráis en ella no podréis salir. 

Wilfred, un perro cabrón que me ha conquistado. 

- Stiles de Teen Wolf. El secundario, el mejor amigo del hombre lobo adolescente fue capaz de hacerse con la serie en dos capítulos y de erigirse en el personaje más interesante de ese bodrio. Él era el único motivo por el que vi toda la temporada. 

- El sexo y el descontrol de la Roma papal en época de los Borgia. La sucesora de The Tudors ha colmado mis expectativas y Jeremy Irons lo clava como Papa. 

- Anna Torv demostrando lo buenísima actriz que es en Fringe ya que no sólo es Olivia y Zorrivia, también es Bellivia. No me lo podía creer cuando lo estaba viendo y aún no me lo creo del todo después de haberlo visto. Que alguien le dé un premio a esta mujer. 

- Shameless, la familia disfuncional perfecta. Una agradable sorpresa que no me esperaba y que me enamoró desde el piloto. 

domingo, 11 de diciembre de 2011

La tía Robin y la evolución de How I Met Your Mother


ALERTA SPOILERS

El episodio The Symphony of Illumination ha suscitado un encendido debate entre los fans de How I Met Your Mother. Algunos seguidores se han sentido engañados con el no-embarazo de Robin, otros han quedado encantados con el acercamiento dramático al personaje de Robin Schervatsky.

Tras celebrar con baile incluído la noticia de que no estaba embarazada Robin pasa a la tristeza al saber que nunca podrá tener hijos. Hay que tener claro que una cosa es no querer, como opción personal, y otra muy diferente es estar imposibilitada físicamente para tenerlos. Siempre se puede cambiar de opinión pero nunca vencer a la naturaleza. Cuando Robin descubre que jamás podrá ser madre algo se quiebra dentro de ella. La canadiense se deprime y sus compañeros lo notan, aunque ninguno tiene claro que le sucede. Robin, como siempre, se guarda muy dentro sus emociones y no comparte su secreto con nadie. Ella siempre ha sido un personaje caracterizado por su independencia, su fortaleza y su dinamismo. Prefiere encerrarse en si misma y pasar por el trance sola a compartir con sus amigos su dolor. También porque sabe como reaccionará cada uno de ellos, como intentarán animarla pero lo que ella necesita en estos momentos es conciliarse con su dolor. A veces lo mejor es sufrir para después, pasado un tiempo, recuperar la sonrisa.

Dice Ted al final del capítulo que Robin no tuvo hijos pero también dice que nunca estuvo sola, que vivió una vida plena con sus amigos, con su trabajo y con una breve carrera como torera. Todos sabíamos que Robin era una gran mujer pero es bonito oír de boca de su gran amigo que lo consiguió.

El capítulo comenzó con Robin hablando con sus hijos de la misma manera que Ted lo hace con los suyos. Una historia sobre como conoció al padre de los chiquillos pero a mitad de capítulo la joven se entera de que no puede tener hijos. Así descubrimos que esos chavales sentados en el sofá son producto de la imaginación de Robin, cuando desaparecen ella acepta que  no será madre. Lo cierto es que resultó muy triste y conmovedor, un capítulo que me recuerda al de la muerte del padre de Marshall porque vuelve a centrarse en los dramas de la vida. Los personajes de la serie crecen, evolucionan, maduran y no todo es fácil, sencillo y alegre. La vida a veces da golpes y hay que recomponerse y seguir adelante. Me gustan estas amargas píldoras de realidad que introduce How I Met Your Mother, y me gusta como exploraran la repercusión de esas desgracias en el carácter y el futuro de los personajes.

Cobie Smulders está magnífica durante todo el capítulo, ya sabíamos que era un gran actriz de comedia y que funciona muy bien en los momentos dramáticos. La hemos visto sufrir, pasear sola por las calles de la ciudad, beber ponche en el banco del parque y llegar a casa para derrumbarse en los brazos de Ted. Ha estado sensacional durante los 25 minutos que dura el episodio y la química entre ella y Barney es perfecta, pero ahora que lo pienso, Cobie tiene mucha química con todos los actores de la serie y sus escenas siempre resultan graciosas y con chispa.

La sexta temporada de la serie significó el renacer de una comedia que había mostrado su peor cara a lo largo de la previsible, aburrida y repetitiva quinta temporada. El año pasado el grupo de amigos del McLarens volvió a apostar por las historias cruzadas, los diferentes puntos de vista de los personajes, las bromas internas y también por la tristeza y el proceso de maduración de estos cinco amigos.

Ted, Marshall, Lily, Barney y Robin sufrieron, vivieron la muerte de un ser cercano y querido, buscaron el amor y más o menos encauzaron sus vida. Ted con el Arcadian, Robin con su nuevo trabajo, Marshall y Lily superando el luto y lanzándose a la búsqueda de un bebé, Barney descubriendo la identidad de su padre y conociendo a Nora. La séptima temporada mantiene esa línea y apuesta por la evolución hacia la madurez de los personajes y por el rescate de las referencias internas (la calabaza putilla). Tras soltar el lastre que representaba Zooey volvemos a tener a un Ted soltero pero hay que recordar que aunque es el narrador la serie no se centra en él.

El encuentro entre Ted y Victoria, su antigua pareja, dio pie a una de las mejores conversaciones de la serie. La inevitable pregunta ¿Y si? Muestra a un Ted arrepentido por dejar escapar a una mujer a la que amaba mientras que Victoria, con la claridad de pensamiento que dan la distancia y el tiempo, se sinceró con él. Además le advirtió sobre lo extraño de su relación con Robin y lo malsano de ese triángulo de exparejas formado por Robin-Barney y él mismo. Y así es, estamos viendo que donde hubo fuego quedan brasas, y a pesar de que tanto Robin como Barney parecían felices con sus respectivas parejas (Kevin y Nora) todo era un espejismo. La canadiense no había olvidado a Barney y él, tras todos los esfuerzos realizados para estar con Nora, ha vuelto a caer rendido a los pies de su ex.


Kevin, el terapeuta, fue capaz de ver las faltas del grupo con gran claridad. Son dependientes, invasivos, cerrados y sobreprotectores, están necesitados y no son conscientes de ello. Es triángulo es la base del iceberg de esa disfunción. Barney que decidió arriesgar y plantar a Nora por Robin se lleva un chasco al comprobar que ella apuesta por alguien más cabal. Lo que parecía un bache emocional que afectaría solo a Barney y Robin, se amplía cuando Ted descubre a su amigo recogiendo la habitación. Puede que Kevin no sea santo de mi devoción pero no hace mala pareja con Robin pero ella se agarra a él como un clavo ardiendo creyendo falsamente que puede salvarla de si misma. Sabemos que Barney llegará al día de su boda pero podría no llegar a dar el si quiero, además seguimos sin saber la identidad de su pareja.

La serie continuará por lo menos dos temporadas más, la CS quiere estirar la historia de la madre hasta que se rompa, pero si los guionistas siguen apostando por la evolución, la tristeza, el rescate de la mitología de la serie y Robin, la seguiré viendo. 

Colaborando en Alt1040: zombies, mapas y hackers

En Alt1040 he escrito algunos post que tienen relación con el cine y las series de televisión. Por si alguno de ellos os interesa, aquí os dejo los enlaces.


  1. El ganador de la zombie safe house competition
  2. Tras el especial navideño Doctor Who regresará en otoño
  3. The Walking Dead regresará en febrero
  4. Un sombrero de cielo de Terry Pratchett
  5. Mapa detallado de Game of Thrones
  6. Top hackers de ficción - primera parte
  7. Top hackers de ficción - segunda parte
  8. American Pie, el póster de la reunión
  9. Flight of the Conchords podría convertirse en película
  10. Estados Unidos a través de los documentales

viernes, 2 de diciembre de 2011

¿Quién soy?

Ya estamos en Navidades pero no podemos faltar a nuestra cita mensual. Ya sabéis como va esto. Quien es el personaje, en que serie sale y el nombre de la actriz. Suerte. 


jueves, 1 de diciembre de 2011

La dignidad de Lumen


La actriz Julia Stiles tuvo la difícil tarea de hacernos olvidar a Trinity, el sensacional oponente de Dexter en la cuarta temporada de la serie. Tras doce capítulos cuasi perfectos y un final de infarto que dejó a nuestro serial killer favorito totalmente perdido, creí que la quinta temporada de la serie no tenía nada que ofrecerme. Me equivoqué porque Lumen fue todo un descubrimiento, un regalo para Dexter y para los fans, una luz de esperanza al final del túnel. Lumen aportó muchas cosas a la serie: una historia de supervivencia, una venganza bien orquestrada, unos malos malísimos liderados por un fascinante Johnny Lee Miller, una incipiente historia de amor, la curación emocional y física tanto de Dexter como de Lumen y la certeza de que el protagonista es capaz de amar y ser amado.

Cuando Dexter se encontró a la joven ella estaba a punto de morir. El ángel de la muerte la salvó justo en el momento preciso, recogió los trozos de la chica y la alimentó, la limpió, la curó. Físicamente Lumen se recuperó aunque las cicatrices son para siempre. Dexter creía que con eso era suficiente pero no, porque Lumen necesitaba mucho más para recuperarse. Tras pasar por un infierno en su interior despertó un oscuro pasajero. El odio la empujaba hacia adelante, sabía que tenía que vengarse para poder seguir con su vida, tenía que ver sufrir a aquellos que la violaron, que la torturaron, que la asustaron durante ¿semanas?.

Lumen aprendió a controlar su oscuro pasajero de manos de un maestro. Guiada por la mano de Dexter sus ojos volvieron a brillar, volvió a sonreír, volvió a confiar en un hombre y volvió a pensar en el futuro con esperanza. Lumen y Dexter se necesitaban mutuamente. Ella tenía que salir del agujero donde la habían dejado para pudrirse y sólo él fue capaz de sacarla de allí. Dexter tenía que superar y perdonarse por la muerte de Rita y ayudar a Lumen le mostró el camino hacia el autoperdón.

Es un hecho que Trinity mató a Rita y que Dexter, sin saber aún que su hermosa mujer se hallaba muerta, acabó con Trinity. En apariencia nuestro serial killer salió vencedor pero desde la tumba Arthur Mitchell rió el último porque consiguió infligir un dolor irreparable a su adversario. Rita murió porque Dexter se metió con quien no debía, Rita murió porque Trinity sabía que eso desequilibraría por completo a su enemigo. Dexter se siente y se sabe culpable. Rita murió por él, puede que Trinity fuera la mano pero el que permitió que todo sucediese fue Dexter. Por eso cuando rescata a Lumen de la muerte, cuando la cura y la instala en su casa sabe que tiene que hacer todo lo que sea posible por ella. Además si para ello tiene que matar a algunos malos mejor que mejor.

Lumen y Dexter avanzan con un plan en mente, matar a los hombres que torturaron, violaron y mataron a doce mujeres y que casi acaban con Lumen. Cada hombre asesinado es un acto de justicia a ojos de la pareja. Dexter da forma con su oscuro pasajero al de Lumen y ella se deja llevar por que todo su ser clama venganza, sangre y muerte. Nada la detendrá hasta conseguir su objetivo ya que su cruzada es legítima.

Dexter se siente bien consigo mismo y poco a poco se irá recuperando de la pérdida de Rita gracias a la presencia de Lumen. Tenerla cerca, ayudarla, curarla, trazar planes juntos y matar en pareja es algo que provoca un efecto sanador en Dexter. En Lumen el cambio también es evidente; sus ojos vuelven a brillar, sonríe ocasionalmente, confía de nuevo en un hombre y vuelve a pensar en el futuro con esperanza.

Dexter ejerce como mentor/amigo/amante de la joven. Le enseña a acechar, a buscar pistas, a matar. Ambos forman un dúo que se complementa a la perfección. Él moldea al oscuro pasajero de Lumen hasta que llega el momento en el que las manos, hasta entonces inocentes de la chica, arrebatan una vida humana. Ese alto grado de intimidad para Dexter es muy raro, esa confianza total en otra persona es difícil de alcanzar pero sabe que ella es la adecuada, que ella es la perfecta compañera. Él nunca había podido conectar con alguien como lo hace con Lumen, y Lumen nunca podría llevar a cabo su venganza sin Dexter. Son perfectos el uno para el otro pero incluso las cosas perfectas se rompen.

El hecho que hace de Lumen una persona única y un personaje memorable es que es consecuente consigo misma y con sus circunstancias. Una vez terminada su venganza, su oscuro pasajero desaparece para siempre. Ella no es como Dexter, no necesita matar para sobrevivir, no necesita ocultar lo que es. Lumen hizo lo que hizo y se sabe justificada, pero también sabe que nunca más volverá a hacer algo como eso porque su ira, su sed, su deseo de muerte desaparecieron con Jordan Chase. En cambio Dexter nunca podrá detenerse, matar forma parte de él, es lo que es. Lumen lo sabe y sabe que no podrá tener una vida a su lado por eso tiene que irse. Para bien o para mal, abandona al hombre que le devolvió a la vida y se separan mejor de lo que se encontraron. Ambos se necesitaban, ambos se ayudaron y aunque hay amor entre la bella Lumen y el siniestro Dexter, lo suyo es algo que no puede florecer.

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