lunes, 27 de julio de 2015

El éxito de El Ministerio del Tiempo



Ocho capítulos le han bastado a 'El Ministerio del Tiempo' para convertirse en la serie revelación de la ficción nacional. Hacía mucho tiempo, desde el estreno de la excelente 'Crematorio' (2011), que un producto español no hacía temblar de gusto tanto a críticos como a seriéfilos. El éxito de la serie de Javier y Pablo Olivares no se debe a unas espectaculares audiencias -sus números han sido discretos- sino a una conexión inmediata con miles de seguidores que, a través de las redes sociales, han creado una comunidad de fans proactiva, entusiasta y agradecida. Son los llamados "Ministéricos", entre los cuales me incluyo. 

Para entender mejor el éxito de 'El Ministerio del Tiempo' voy a hacer un repaso de sus puntos fuertes. Cierto que también tiene algún que otro punto débil pero el conjunto ha quedado tan redondo y disfrutable que no merece la pena buscarle defectos. Veamos por qué estamos ante una de las mejores series españolas de todos los tiempos. 

El mejor Alatriste visto en pantalla

Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda) no es el Alatriste de Reverte ni falta que le hace. Este soldado de los Tercios Españoles es, a todas luces, la mejor representación que se ha hecho del conocido personaje del cartaginés. Ni Aitor Luna en la serie 'Las aventuras del capitán Alatriste' (2015) ni Viggo Mortensen en la película que dirigió Agustín Díaz Yanes en 2006 consiguieron capturar la esencia del aguerrido soldado. Fresneda compone un personaje bravío, lleno de ímpetu y fuerza. Un hombre leal y honorable siempre dispuesto a pelear y hacer frente a las injusticias. Su visión del mundo contrasta con la que tienen sus compañeros pero este choque de culturas resulta de lo más divertido. 

Guiños a la cultura popular

Torrebruno, Curro Jiménez, Alatriste, Jordi Hurtado, el grupo Leño, la aparición de Isabel (Michelle Jenner)... 'El Ministerio del Tiempo' juega con muchas referencias culturales cercanas y hasta se atreve ha hacer guiños metatelevisivos cargados de intención. Esto siempre dibuja una sonrisa en el rostro del espectador que reconoce las referencias y disfruta viendo a Ramón Langa -doblador habitual de Bruce Willis- como Espínola.

Personajes secundarios sólidos

Aura Garrido, Rodolfo Sancho y Nacho Fresneda están correctos en sus respectivos papeles pero aunque son los pilares de la serie hay que reconocer el excelente trabajo de los secundarios:Juan Gea (Ernesto), Cayetana Guillen-Cuervo (Irene), Jaime Blanch (Salvador Martí, director del Ministerio) y Francesca Piñol (Angustias). Estos cuatro personajes son indispensables para el desarrollo de la historia y todos han tenido su momento -algunos más de uno- de gloria. Los intérpretes, todos con amplias carreras a sus espaldas, aportan solemnidad y cohesión al conjunto. Mención especial para un grande del teatro como Blanch, un ejemplo para las nuevas generaciones de actores. Blanch tiene presencia y carisma, sabe actuar y su dicción es impecable. Su personaje, uno de los más misteriosos del Ministerio, promete dar sorpresas de cara a la segunda temporada. 

Historia y cultura

Entretener, informar y enseñar. La obra de los hermanos Olivares consigue hacer las tres cosas. Nos recuerda el pasado - a veces glorioso a veces infame- de España mientras recupera a grandes artistas como Lope de Vega o Velázquez y rescata la figura de personajes como El Empecinado. El viaje temporal permite a los guionistas situar a los personajes en la Residencia de Estudiantes cuando Dalí, Buñuel y Lorca paseaban por sus pasillos o a tiempo de ver la partida de la Armada Invencible en la Lisboa de 1588. La forma de acercarse a los personajes históricos ha sido atrevida y directa, retratándolos como seres humanos y no como grandes figuras a las que rendir tributo: Lope era un "pichabrava" y un bocazas; Dalí un interesado, Velázquez bastante vanidoso y pesado, Lorca un soñador. 

El valor del trending topic

Ya mencioné a los 'Ministéricos', seguidores de la serie que cada lunes conseguía que Lope, García Lorca, Huesca, Velázquez, Espínola, Picasso o Lázaro de Tormes se convirtiesen en TT. Hay que aplaudir el enorme y sobresaliente trabajo del equipo que gestiona los contenidos transmedia de la serie: Paloma G. Quirós, Agustín Alonso y Pablo Lara.

Además de en Twitter, 'El Ministerio del Tiempo' cuenta con perfiles en Facebook, Instagram y Tumblr, una estupenda web cargada de contenidos, el programa 'La puerta del tiempo' donde se entrevista al equipo y a los actores; e incluso un grupo de Whasapp. Esto ha dado pie al surgimiento de un fenómeno fan que recuerda al de series tan consolidadas como 'Doctor Who' o 'Game of Thrones'. Los seguidores de 'EMDT' están expandiendo las fronteras televisivas del producto original generando contenidos como relatos cortos, juegos de rol, dibujos, cómics, parodias, podcast...

2 comentarios:

Renaissance dijo...

Yo misma empecé pensando "esto es un Doctor Who a la española" cuando ví el tráiler (sí, sé que solo por eso merezco ser lapidada con adoquines de Zaragoza) y al segundo episodio me volví ministérica también.
Aunque la parte más de ciencia ficción puede fallar un poco, con todo el tema del acceso a las épocas temporales, lo mejor de la serie son sus guiños a la cultura popular, su forma de adaptar personajes históricos e incluso esas rupturas ocasionales de la cuarta pared. Y respecto a los personajes, su caballero de Entrerríos me parece uno de los más conseguidos.

Rebeca Sánchez dijo...

reconozco que pensé lo mismo que tú pero el piloto me convenció de lo contrario. Tienes razón con la parte de ciencia ficción pero hay que reconocer que eso no es lo importante de la serie, por fin tenemos una buena serie de personajes y con tramas de interés. Entrerríos, ídolo!!!

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