Moonlight

En principio cualquier cosa que tenga que ver con los vampiros me gusta. La mitología que rodea al vampirismo es una de las más elaboradas e interesantes que conozco. La lucha del bien y el mal, de la oscuridad y la luz, del hombre y la bestia, del impulso y la razón.

Me encantan los aspectos que permite tocar la temática vampírica, desde la visión de la humanidad de un ser que antes perteneció a nuestro grupo hasta la añoranza de la propia mortalidad o el desdén hacia la especie humana, la carencia de emociones o la exaltación de las mismas hasta límites exacerbados. La búsqueda constante de sangre para poder sobrevivir, la caza, el conflicto moral que les supone a muchos de ellos el hecho de matar para vivir. Su aspecto eternamente joven, perfecto, su sensualidad, su agilidad, sus habilidades sobrenaturales. Sus debilidades (cruz, agua bendita, ajo...). Sus ataudes o la necesidad de algunos, según la tradición, de dormir en la tierra de su país. Hay un sinfín de posibilidades con los vampiros, dan muchísimo juego como personajes y ya de por si la temática es atrayente. Como fan considero que es muy difícil hacer basura teniendo vampiros de por medio. A veces si he visto pelis realmente mala sobre vampiros pero los seres en si mismos seguían siendo interesantes aunque la acción fuera una inmensa gilipollez.

Por eso cuando laSexta dijo que iba a emitir Moonlight empecé a dar saltos de alegría. Claro que tras ver 20 minutos del primer episodio mi alegría se convirtió en estupor para más tarde dar paso a la ira. Moonlight es la peor serie, con vampiros por medio y sin ellos también, que he visto en mucho tiempo. Me toca la fibra sensible que hagan semejantes chorradas con material bueno, porque el vampirismo siempre será buen material.

Moonlight trata sobre un vampiro llamado Mick St. John (Alex O´Loughlin) que trabaja como detective privado en Los Ángeles. Temática muy similar a la de Angel. Mike fue convertido en su noche de bodas por su reciente esposa Coraline (Shannyn Sossamon) hace unos 55 años.

Sin embargo lo que prometía ser un feliz matrimonio vampírico se desbarató porque ella secuestró a una niña y para salvarla de las garras de su malvada consorte Mike la quemó ( o al menos eso es lo que él creía). Durante 22 años Mike vigiló a la chiquilla en cuestión, Beth (Sophia Myles), que con el tiempo se convertiría en una periodista bastante mala la verdad. Debido a una serie de asesinatos que Mike está investigando se reencuentra con Beth y la atracción es instantánea. Aunque como él es un vampiro prefiere no relacionarse con ella.

El mejor amigo de Mike es Josef (Jason Dohring), un vampiro de más de 400 años, bastante rico, despreocupado, hombre de negocios que no se priva de nada y que no entiende el interés de Mike por los asuntos humanos y su negativa a beber sangre directamente del recipiente.

Hay unos cuantos personajes más pululando por la serie sin orden ni concierto así que no merece la pena ni siquiera nombrarlos.

Coraline, Josep y Mike, Adorables.

Moonlight es mala porque las historias son estúpidas, están mal contadas, hay muchos fallos de guión. Es mala porque quieren contar muchas cosas a la vez y se atascan dejando al espectador indiferente, es mala porque los actores no son capaces de interpretar sus papeles con un mínimo de decencia. Es mala porque no hay nada especial que la haga destacar, no es emocionante, no es romántica, no te ríes, no sufres... menos mal que la cancelaron si tuviera que seguir viendo semejante esperpento sobre vampiros creo que terminaría matando a alguien.

Aunque he de admitir que una vez me hicieron reír, y bastante. Fue cuando se sacaron de la manga la idea de que el reinado del terror de la Revolución Francesa fue en realidad una masacre organizada por la plebe para cargarse a todos los nobles vampiros, eran muchos dicen. En serio me empecé a reír y estuve un buen rato sin poder parar.

Pero eso no la salva. Moonlight era espantosa como serie.