Como ha cambiado la televisión, como han cambiado las series, como han cambiado los personajes. Lejos quedan los tiempos en los cuales los personajes gays eran una caricatura colocada para provocar la risa fácil, no eran personas eran un recurso. Aunque no siempre se les usaba como cubo de risas también valían para ser los malos inculcando en el imaginario colectivo la idea de que los homosexuales eran seres perversos y oscuros. Eso también ha cambiado gracias a Dios. También se les usaba como saco de golpes, es decir, todo lo malo de la trama les sucedía a ellos: sufrían ataques (consecuencia de ser gays), eran infelices (no encontraban el amor) se morían de algo (generalmente sida)... vamos que durante mucho tiempo era una auténtica putada ser el personaje gay de una serie, eso si lo había.
Por suerte de un tiempo a esta parte la aparición de personajes gays y lesbianas se ha hecho más natural mostrando a personajes creíbles alejados de los estereotipos sórdidos, ridículos y malintencionados con los cuales se les etiquetaba.
Se considera que fue la serie Espionaje del año 1964 una de las primeras series en horario de máxima audiencia en incorporar un personaje homosexual. En los años setenta Billy Crystal (jovencísimo) tuvo el honor de interpretar al primer personaje gay protagonista de una serie semanal en Soap, llamada aquí Enredo. Sin duda alguna uno de los mejores papeles que ha tenido este cómico. Era Jodie un joven alegre, simpático y encantador que vivía cómodamente su homosexualidad y que era aceptado por su familia. Su personaje vivió situaciones como la discriminación o la lucha por la custodia de su hijo.
Los ochenta no fueron tan amables con los personajes homosexuales, la era Reagan y el sida crearon un entorno generalizado de rechazo y miedo. Una muestra muy clara de esta paranoia es el enorme revuelo que causó la serie Thirtysomething (Treintaytantos) a finales de la década cuando mostró a dos hombres en la cama.
Los noventa se presentaban más esperanzadores. Melrose Place creó al personaje gay por antonomasia, del que supongo que todos nos acordamos, prototipo del saco de golpes. Doug Savant las pasaba putas en Melrose únicamente por ser gay pero era un personaje muy humano, buena persona y nada exagerado que abrió el camino a muchos más.
Por suerte de un tiempo a esta parte la aparición de personajes gays y lesbianas se ha hecho más natural mostrando a personajes creíbles alejados de los estereotipos sórdidos, ridículos y malintencionados con los cuales se les etiquetaba.

Los ochenta no fueron tan amables con los personajes homosexuales, la era Reagan y el sida crearon un entorno generalizado de rechazo y miedo. Una muestra muy clara de esta paranoia es el enorme revuelo que causó la serie Thirtysomething (Treintaytantos) a finales de la década cuando mostró a dos hombres en la cama.
Los noventa se presentaban más esperanzadores. Melrose Place creó al personaje gay por antonomasia, del que supongo que todos nos acordamos, prototipo del saco de golpes. Doug Savant las pasaba putas en Melrose únicamente por ser gay pero era un personaje muy humano, buena persona y nada exagerado que abrió el camino a muchos más.
Las tramas de los personajes homosexuales por lo general eran bastante tópicas eso cambió a mediados de los noventa.
En la serie de culto My So Called Life (1994) se muestra la cara menos amable de la sociedad ante los homosexuales, el actor Wilson Cruz que en la realidad había admitido ante sus padres que era gay durante una Nochebuena y estos ni cortos ni perezosos lo echaron de casa aprovechó su experiencia para componer a Rickie un adolescente gay que sufre muchísimo por su condición. No sé si tuvisteis la suerte de ver esta serie, si no fue así os la recomiendo porque es una pequeña joya. Su tono no era amable, sus jóvenes sufrían las trampas de la adolescencia en una gran ciudad americana y dejaba una sensación de pesar, de incomodidad en el espectador. Muy recomendable.
Pero faltaban las lesbianas. Creo que el primer ejemplo de pareja lesbiana que vi fue en Friends. Eran Susan y Carol. La ex-mujer de Ross y madre de su hijo y la nueva compañera de ésta. Eran dos personajes secundarios pero se trataba con total normalidad que el niño tuviera dos madres, no creaba traumas, no ocasionaba grandes dramas. La segunda relación entre mujeres que vi, y que dio muchísimo que hablar fue en Buffy; Willow y Tara. Su beso hizo correr ríos de tinta y aquel episodio donde la música servía de excusa para una relación y un orgasmo ni te cuento. Me encantaba esta pareja.
En la serie de culto My So Called Life (1994) se muestra la cara menos amable de la sociedad ante los homosexuales, el actor Wilson Cruz que en la realidad había admitido ante sus padres que era gay durante una Nochebuena y estos ni cortos ni perezosos lo echaron de casa aprovechó su experiencia para componer a Rickie un adolescente gay que sufre muchísimo por su condición. No sé si tuvisteis la suerte de ver esta serie, si no fue así os la recomiendo porque es una pequeña joya. Su tono no era amable, sus jóvenes sufrían las trampas de la adolescencia en una gran ciudad americana y dejaba una sensación de pesar, de incomodidad en el espectador. Muy recomendable.
Durante la segunda temporada de Dawson Crece el personaje de Jack (Kerr Smith) descubre su homosexualidad, fue un adolescente con una vida amorosa bastante intensa y hasta tuvo el honor de ser el primer beso homosexual entre adolescentes que se vio en televisión. Aquello fue en 1998, no queda tan lejos.
Pero faltaban las lesbianas. Creo que el primer ejemplo de pareja lesbiana que vi fue en Friends. Eran Susan y Carol. La ex-mujer de Ross y madre de su hijo y la nueva compañera de ésta. Eran dos personajes secundarios pero se trataba con total normalidad que el niño tuviera dos madres, no creaba traumas, no ocasionaba grandes dramas. La segunda relación entre mujeres que vi, y que dio muchísimo que hablar fue en Buffy; Willow y Tara. Su beso hizo correr ríos de tinta y aquel episodio donde la música servía de excusa para una relación y un orgasmo ni te cuento. Me encantaba esta pareja.

Otros personajes homosexuales que nos ha dado la pequeña pantalla:
Smithers en Los Simpson, el asistente personal del señor Burns, enamorado hasta los huesos de su jefe y coleccionista de Stacy Malibu.
David Fisher en A dos metros bajo tierra. David vivía reprimiendo su sexualidad, le cuesta mucho aceptarla. Aún así su relación con Keith es una de las más conmovedoras y realistas que he visto en la televisión en mucho tiempo.
Andrew Van de Kamp, un pequeño cabrón que usa su homosexualidad contra su madre. A Bree le costó mucho aceptarlo pero creo que ahora más o menos lo lleva bien.
Stanford, el mejor amigo de Carrie en Sexo en Nueva York. Moderno, superficial, con mucha pluma y en busca del hombre perfecto. Compartía cosmopolitans y cigarrillos con la columnista. en la misma serie tenemos a Anthony, directo, italiano, pasional y divertido. Totalmente opuesto a Starnford. Anthony se encargaba de organizar bodas, apareció cuando organizó la primera boda de Charlotte.
En cuanto a personajes bisexuales 13 en la serie House, como curiosidad decir que previamente la Olivia Wilde ya había interpretado un personaje bisexual en The OC. T-Bag en Prison Break. Jack Harkness pero a este le podíamos dedicar un capítulo a parte, considerémoslo omnisexual. Angela Montenegro también (este me pilló por sorpresa) y no podemos olvidar al pequeño Stewie Griffin.
A las series españolas tardaron un poco más en llegar los personajes homosexuales pero tenemos varios ejemplos: Fidel en Aida, Esther y Maca en Hospital Central, Diana en Siete Vidas, Mauri y Fernando de Aqui no hay quien viva. Seguro que me olvido de alguno.