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lunes, 7 de diciembre de 2015

Cisco Ramon, el mayor beneficiado del crossover

La cadena CW tiene que estar muy contenta con los resultados de sus series basadas en superhéroes, tanto The Flash como Arrow funcionan y es muy probable que la tercera pata de esta mesa, Legends of Tomorrow, también lo haga. Ambas series tienen éxito individualmente pero cuando sus tramas se cruzan (los crossovers) los resultados son bastante notables. El último crossover, que sirvió para introducir a dos héroes de Legends of Tomorrow (Hawkgirl y Hawkman) marcó el máximo de lo que llevamos de temporada en audiencias para las dos series. Arrow creció hasta los 3,66 millones de espectadores y marcó un 1,4 en las demos, mientras que The Flash sumó 3,94 millones de espectadores y logró un 1,4. 

Lo cierto es que las idas y venidas de personajes entre Star City y Central City son muy entretenidas de ver. La luminosidad y buenrollismo general de los componentes del team Barry le sientan muy bien al juego de sombras tenebrosas que impregnan la realidad y personalidad de Oliver Queen. 

En general, el esperadísimo crossover ha sido un entretenimiento en dos partes bastante correcto: mucha acción, buen desarrollo de personajes (Kendra, Cisco, Oliver), una buena plataforma para lanzar Legends of Tomorrow y dos héroes, Barry y Oliver, muy cómodos entre las ajustadas costuras de sus trajes y cuya amistad y confianza sale reforzada de su enfrentamiento con Savage. 

Los mayores perjudicados en este tipo de capítulos suelen ser los secundarios; el team Oliver, con excepción de Felicity, poco o nada aportaron a la historia. Por otro lado, Caitlin y Harrison Wells estuvieron encerrados en el laboratorio con una trama insulsa y poco jugosa. Solo Cisco Ramon/Vibe ha salido reforzado de esta fusión de tonalidad verde escarlata. Personaje entrañable y ligero, Cisco cuenta con la simpatía del público. Hace poco descubrió sus poderes y ahora ya carga con una historia de amor trágico a sus espaldas. Su evolución es una de las mejor tratadas de la serie; además, el joven funciona bien en cualquier tipo de escena y con cualquier compañero. No podemos decir lo mismo de Caitlin o Diggle. 

Segundo crossover finalizado (para leer sobre el primero pincha aquí). Dos episodios repletos de emoción, acción y puntos cómicos. La mitología de ambas series crece y se va estructurando, así, un universo DC televisivo de lo más rico y auténtico que sufrirá una gran expansión cuando en enero de 2016 se estrene Legends of Tomorrow. Hasta entonces, el velocista escarlata y el arquero esmeralda seguirán protegiendo sus respectivas ciudades y, en la distancia, el uno al otro. 

¿Y ahora?

Una vez finalizado el evento espero, por su bien, que The Flash deje de ser un vehículo para la presentación del nuevo spin off y que la serie recupere el brío de la primera temporada centrándose en la lucha de Barry contra Zoom y en la expansión de la mitología de la fuerza de la velocidad. Además, sería bueno que se hablase y se viese más de esa Tierra 2 de la que proviene el nuevo Harrison Wells. 

Por su parte, Arrow podrá seguir con la lucha del equipo contra Damian Darkh. Oliver, por mucho que haya avanzado y por muy feliz que se sienta, vuelve a los malos hábitos, a los secretos y a las mentiras. Eso nunca trae nada bueno, ¿no has aprendido nada señor Queen?. Ahora que se sabe padre - Barry lo sabe- es inevitable que ese secreto salga a la luz. Es más, es probable que sea Felicity la que averigue la verdad y ese puede ser el punto de ruptura de la feliz pareja. No olvidemos que la cuarta tempora de Arrow empezó con Oliver contemplando una lápida, no sabemos quien está en esa tumba pero una cosa es segura, la cuarta temporada promete drama. 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Oliver y Barry


La semana pasada los fans del arquero esmeralda y el corredor escarlata pudimos ver el crossover más esperado de esta temporada, el que unía a Flash con Arrow mediante dos capítulos: Flash VS Arrow y The Brave and The Bold. El primero transcurría en Central City, hasta allí se desplazan Ollie, Felicity y Diggle siguiendo la pista de un misterioso asesinato relacionado con un búmeran. Barry convence a Ollie para trabajar en equipo pero las cosas no serán nada sencillas ya que Flash se enfrentará a un meta-humano llamado Chroma capaz de controlar la ira de las personas y hacerlas enloquecer de rabia. En el segundo capítulo, The Brave and The Bold, son Barry, Caitlin y Cisco los que visitan Starling City para ayudar a Ollie a luchar contra un ex-miembro de ARGUS con sed de venganza. Para la serie del arquero ese capítulo supuso su segundo mejor dato tras el piloto registrando 3,9 millones de espectadores y marcando un 1,4 en los demográficos. 

Lo más interesante de este doble crossover es la inevitable comparación entre Arrow y su spin-off porque, aunque pertenecen al mismo universo y a la misma cadena televisiva, son productos diferentes aunque complementarios. Arrow, con tres temporadas a sus espaladas, ha demostrado ser una serie arriesgada y oscura, expeditiva y cruel, capaz de crear arcos narrativos de  largo recorrido y de dar cancha a sus secundarios sin renunciar nunca a su condición de vehículo de entretenimiento adulto pero sencillo. The Flash, con nueve capítulos en su currículum, se distancia de su hermana mayor en el tratamiento de personajes y en el tono elegido para contar la historia del hombre más rápido del mundo. La serie de Barry Allen es un producto más ligero, menos sombrío y menos tétrico. Busca ser más relajada, más divertida y menos agresiva a la hora de tratar a los enemigos del héroe. The Flash es, como su protagonista, una luz al final del túnel, un canto a la esperanza, a lo imposible. Es la historia de un hombre corriente que solo quiere ayudar a los demás. 

Si seguimos comparando, las ciudades donde viven nuestro héroes no se parecen en nada porque Central City no es un lugar corrupto y degenerado como Starling City. La ambientación elegida para los universos de Ollie y Barry es bastante diferente, los verdes apagados, los tonos oscuros, los grises que pueblan Starling City poco tienen que ver con los rojos y amarillos que decoran Central City, un lugar mucho más luminoso y armónico. 

Es lógico que el tono y la atmósfera de ambas series difiera porque Barry no ha sufrido ni la mitad que Ollie, y Caitlin y Cisco son mucho más inocentes e inocuos que Felicity y Diggle. Además, no tendría sentido que el spin-off fuese un calco de la serie madre porque necesita encontrar su propia voz para encontrar su propio público. Hay gente que ve ambas series pero también hay gente que prefiere las aventuras del arquero a las del corredor y viceversa. 

En un momento de The Brave and The Bold, los ayudantes de los héroes se reunen en el Verdant para tomar algo y conversan sobre lo diferentes que son sus vidas y sus trabajos. todos hacen los mismo, salvan vidas, ayudan al inocente, encierran al malvado pero mientras que en el universo de Arrow eso implica perder a familiares y amigos, lidiar con terroristas, sufrir por amor y sacrificar partes de uno mismo por un bien mayor; en el mundo de Barry les ponen nombres curiosos a los meta-humanos, toman café y nunca se plantean torturar o matar a alguien. Ollie es capaz de hacer cosas moralmente reprobables, Barry se siente incapaz de ir por ese camino. Ambos son héroes pero con diferentes formas de entender su trabajo y diferentes formas de llevarlo a cabo. Los personajes son conscientes de sus diferencias y la conversación parece sacada de la habitación de guionistas.

Me gusta que The Flash siga un camino diferente al de Arrow, aunque todos sabemos que la jugada les ha salido muy bien a Ollie y su equipo. Puede que The Flash sea más ligera, más liviana y menos madura que Arrow pero es amena y cuando empiece a desplegar toda su mitología y a integrar más personajes del universo DC como Firestorm será un entretenimiento de lo más estimulante. 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

La ascensión de Felicity Smoak

Los seguidores de Arrow saben que parte del éxito que la CW tiene entre manos se debe a Felicity Smoak (Emily Bett Rickards). La serie, consolidada como una de las propuestas más frescas de la actual parrilla televisiva, decidió explotar todo el potencial de un personaje que pasó de episódico a regular gracias a su encanto, gracia y eficacia. Felicity llenó un espacio que pedía a gritos ser cubierto, la nerd que ayuda al héroe. Gracias a los fans, que vieron la chispa, y a unos hábiles guionistas que no dudaron en avivarla, se desarrolló una simpática tensión sexual no resuelta entre Felicity y Oliver. Los shippers de Ollicity vieron cristalizar esa tensión en el primer capítulo de la tercera temporada con una cita desastre y un beso. La química entre Ollie y Felicity es natural y espontánea; rasgos básicos del carácter de esta informática de colorida vestimenta. Además, ambos personajes juntos resultan más creíbles y divertidos, ya sea como pareja o como compañeros de aventuras, que Ollie y Laurel. 

Tras comprobar que los sentimientos de ella son correspondidos por el arquero esmeralda nos quedamos con la miel en los labios ante la imposibilidad de verlos juntos. Aunque ambos reconocen su amor, él se siente incapaz de tener una relación con Felicity porque el riesgo y la pérdida son una constante en su vida. Oliver es un héroe y ese camino está condenado a la soledad. 

Después de ese varapalo emocional, Felicity decide hacer unos cuantos cambios en su vida porque todo su mundo no puede girar en torno a un carcaj cargado de flechas. Por eso acepta el puesto que le ofrece Ray Palmer y, por eso, visita a Barry en Central City. La conversación que sostiene con el hombre más rápido del mundo al final de Going Rogue nos hace entender que se resigna a no estar con Oliver pero, que aún así, le sigue queriendo.

El futuro del personaje en la serie pasa por asumir plenamente su meteórico ascenso laboral, por acercarse a Ray Palmar para ayudarnos a conocerlo mejor y por gestionar con tacto su relación con Ollie y el equipo. Mantenerla como nexo de unión con The Flash, la otra serie de superhéroes de la cadena, es un movimiento muy hábil y espero Felicity regrese a Central City para seguir aconsejando a Barry o simplemente para charlar. 

El ascenso de Felicity Smoak de episódica a interés romántico del protagonista es trepidante, de estar sentada tras una mesa ha pasado a seguir los movimientos del arquero desde un espectacular despacho con vistas. Desde su primera aparición ha ido ganando en profundidad y complejidad. Su eso en la trama se hizo mayor a medida que el grupo del justiciero se asentaba, eso ayudó a que la dinámica entre Ollie, Diggle y Felicity fuese más efectiva y orgánica. Esa relación de equipo sirvió para que los tres ganasen credibilidad y fuerza como personajes, ayudando a pulir aquellos aspectos de los mismos que no llegaban a encajar. Curiosamente, esa interacción ha hecho mucho más por Felicity que por Oliver o Diggle. Tanto es así, que hay momentos en los que llega a eclipsar al resto del reparto con su mera presencia.

El meteórico ascenso de Felicity dentro de la serie no es un caso único. Podríamos elaborar una curiosa lista con personajes que acabaron formando parte del reparto regular aunque en su origen estaban pensados para aparecer en uno o dos capítulos. Personajes que gracias a su encanto, atractivo y carisma acaban haciéndose un hueco en el corazón de los seguidores. En esa lista aparecerían el Dean Pelton de Community, Andy Dwyer de Parks and Recreation, Boyd Crowder de Justified, Benjamin Linus de Lost y, por supuesto, Spike de Buffy The Vampire Slayer.  

domingo, 3 de agosto de 2014

Recorriendo las montañas de la locura

"No tienes ni idea de lo que es saber la verdad y que nadie te crea" - Branch Connally

A falta de un capítulo para cerrar su tercera temporada, Longmire -serie que no me canso de recomendar- ha ofrecido a sus seguidores una serie de tramas que han avivado la tensión en el condado de Absaroka. Una de las más trabajadas ha sido  el progresivo descenso a los infiernos de Branch tras ser tiroteado al final de la segunda temporada. El ayudante del sheriff ha pasado la mayor parte del tiempo recuperándose de sus heridas e intentando convencer al mundo de que David Ridges seguía con vida. Todo parecía indicar que Branch había sucumbido a la locura porque Ridges estaba muerto, o al menos eso parecía. El sentirse solo e incomprendido hizo que Branch se volvierse arisco e impredecible. Sus acciones, erráticas al principio, se hicieron más y más arriesgadas llegando a secuestrar y drogar a un indio de la reserva. 

El viaje del personaje hacia el otro lado del abismo se reflejaba, ya no solo en sus acciones, sino tmbién en un deterioro físico evidente y en arranques de ira hacia sus conocidos (Caddy, Vic). El futuro de Branch no pinta nada bien y falta saber qué piensa hacer Walt con su descarriado ayudante.

Cuando un personaje inicia su particular descenso a los infiernos se agradece que se haga un buen tratamiento de  ese viaje mental hacia la locura y la perdición. Recordemos otros casos similares a los de Branch. 

Laurel, segunda temporada de Arrow

El sentimiento de culpa por la muerte de Tommy lleva a Laurel a la bebida. La joven abogada pierde el norte debido al alcohol y poco después empieza a tomar pastillas para sobrellevar el día a día. Mala combinación. Aunque Laurel es la primera en sospechar que Sebastian Blood no es trigo limpio pero nadie la cree porque, tras perder su trabajo en la fiscalía, se deja llevar. Durante esta fase Laurel está insoportable y muchas veces recé para que Oliver la atravesara con una flecha. 

Los coqueteos de Laurel con las drogas y el alcohol podrían haberla hundido pero tras admitir su problema, reconciliarse con su padre y su hermana, y asistir a unas cuantas sesiones de alcohólicos anónimos es capaz de reconducir su vida y de recuperar peso. 

Gordon, primera temporada de Halt and Catch Fire

Desde el principio de la serie se nos dice que Gordon no sabe lidiar con la presión. En el pasado, su mujer soportó la locura obsesiva de su marido cuando intentó construir su ordenador y fracasó; por eso no quería que se embarcara en un nuevo proyecto con Joe MacMillan. En el séptimo capítulo, Giant, entendemos hasta que punto puede llegar Gordon cuando se mete de lleno en un proyecto y lo mal que puede llegar a reaccionar cuando se siente contra las cuerdas.  El capítulo nos abre una ventana a  la mente de Gordon y nos deja participar de su paranoia, su miedo, su inseguridad y, en parte, también de su genialidad. 

El ingeniero sufre una crisis nerviosa ante las presiones de Joe, el trabajo con Cameron y el cuidado del hogar y las niñas (Donna está fuera de la ciudad). Tras ver un cadáver la noche de la gran tormenta, Gordon se despierta gritando, sudoroso. Sin Donna, no está centrado. Se obsesiona con el goteo del grifo, deja la casa desordenada y se desentiende del cuidado de las niñas para cavar un agujero en el jardín. 

Sheldon, séptima temporada de The Big Bang Theory

“Mi plan es detenerme en centros comerciales y comprar lo que necesite. Se llama vivir de la tierra" 

Todos sabemos que el doctor Cooper es un ser bastante particular con manías y costumbres muy arraigadas. El final de la última temporada de la serie lleva a Sheldon al extremo de abandonar su apartamento y desaparecer un tiempo. ¿Por qué? Lo cierto es que los cambios que se suceden a su alrededor son demasiado para él. Incapaz de adaptarse y aceptar todo lo que está pasando decide romper con todo y evadirse. 

Los cambios que afectan a Sheldon son: la inminente boda de Penny y Leonard con posible cambio de vivienda. El hecho de que en la universidad no le dejen dejar su campo de trabajo para dedicarse a otro con más posibilidades. El incendio de la tienda de cómics de Stuart. Al borde de una crisis de ansiedad, la única vía para Sheldon es distanciarse de todos y todo. Una solución un tanto cobarde pero que podría resultar efectiva.


Will Graham, primera temporada de Hannibal

El pobre Will sufrió lo indecible durante la primera temporada. Enfermo e inestable, en manos de Hannibal no era más que un pedazo de plastilina maleable con la que el caníbal se entretenía. Visiones, sueños, asesinatos, pérdidas de tiempo, sudores... ¿nadie era capaz de ver que Will se estaba desmoronando? ¿Nadie vio las señales? El único que disfrutaba con ello era Hannibal. Desde su posición de amigo/psiquiatra de Will provocó la crisis final del profesor, le hizo creer que había matado a Abigail Hobbs y lo puso entre rejas. 

Will Graham fue capaz, a pesar de su enfermedad y de su frágil equilibrio mental, de ver al monstruo que Hannibal llevaba dentro. Sin embargo, llegó a dudar de si mismo, de su capacidad y de su mente porque fue llevado al límite. Hannibal jugó con su juguete solo por el placer de ver qué pasaba. El mal trago por el que pasó el analista del FBI durante la primera temporada fue particularmente duro, largo e intenso; pocos personajes podrían soportar toda esa presión sin desmoronarse. 

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