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miércoles, 16 de octubre de 2013

Los desquiciados californianos

Entre los meses de enero y abril de 2013, la cadena Showtime emitió la sexta temporada de Californication, una de esas series que hace varias temporadas estuvo en boca de todos y que le valió un Globo de Oro a David Duchovny por su impagable encarnación de ese encantador escritor en perenne crisis existencial y familiar que es Hank Moody.

Sé que muchos seriéfilos opinan que Californication debería haber terminado en la cuarta temporada, dejando para la historia un porsche negro dirigiéndose hacia al ocaso al ritmo de You Can't Always Get What You Want  de The Rolling Stones. Hubiese sido un gran final, lo reconozco. Sin embargo, aún no estoy preparada para dejar escapar a Hank y compañía. Si los doce capítulos de la quinta temporada fueron una etapa de transición, para recolocar a los personajes tras el salto temporal de tres años; la sexta volvió por la puerta grande trayendo más locura, descontrol, sexo, drogas y alcohol a la vida de Hank; también apareció una hermosa musa llamada Faith, con el cuerpo y la sonrisa de Maggie Grace (qué guapa se ha puesto esta chica desde los tiempos de Lost).

Puede que la sexta temporada pecara de excesiva pero es algo que forma parte de la marca de la casa: Californication es excesiva, es inaudita, es lasciva, divertida, excitante. Californication y sus personajes son humanos, con sus más y sus menos, con sus filias y sus fobias, con sus alegrías y tristezas, con sus drogas y sus apetitos sexuales. Californication es una orgía bañada de luz, sin vergüenza y lujuriosa.Y el mejor ejemplo de ello es In the Clouds, el sexto capítulo de la temporada. Un compendio de lo mejor y lo peor de la serie que me resultó extremadamente divertido.

Cierto que Hank, Karen, Charlie y Marcy no son unas personas al uso, quiero decir que tienen bastantes particularidades y son, individualmente y en grupo, seres dotados de una extraña singularidad. No obstante, comparados con otros personajes que se han dejado caer por la serie creada por Tom Kapinos son de lo más equilibrados y funcionales. Tengo que admitir que si la ficción imita a la realidad y que si la realidad, en muchos casos, supera a la ficción; la gente que puebla la ciudad de Los Ángeles está rematadamente loca. 

Veamos algunos ejemplos. Cuidado que hay spoilers.

Dani (Rachel Miner) fue asistente de Charlie Runkle durante la primera temporada de la serie y también pudimos verla en la segunda. Dani era una joven de 22 años que no tenía  reparos en hacer realidad las fantasías de su jefe. Aunque como asistente no era muy práctica hizo que Charlie perdiese la cabeza. Fría, calculadora y exigente, acabó con la carrera del calvo en la agencia de representantes.


El genial Lew Ashby (Callum Keith Rennie)  apareció y murió durante la segunda temporada pero que ha sido recurrente en los sueños de Hank desde entonces. Lew era un poderoso productor musical que contrata a Hank para que escriba su biografía, ambos acaban haciéndose buenos amigos. La muerte de Lew afectó profundamente a Hank, algo que se hace evidente durante el resto de la serie, ya que siempre hay un sueño o alucinación en la que Ashby está presente. Puede que Lew lo tuviese todo, era rico, atractivo, poderoso pero había perdido al gran amor de su vida, alguien a quien nunca pudo recuperar y con la que nunca volvió a reunirse. Tenía un gran ego y una enorme ambición que le impidieron volver a retomar el contacto con la única persona a la que había amado. El dinero, las mujeres, las drogas y el alcohol suplieron, durante mucho tiempo, ese vacío pero nunca fue suficiente. 


La tercera temporada nos trajo a Sue Collini (Kathleen Turner), jefa de Charlie y mujer de armas tomar en general. Su coletilla "Collini... Out!", su estrambótica relación sexual con Charlie, su forma de desenvolverse tanto en la vida como en los negocios y su inagotable energía hicieron de ella uno de los personajes más queridos por los fans de la serie. Ojalá hubiese vuelto a aparecer.


Richard Bates (Jason Beghe). Creo que cualquier seguidor de Californication coincidirá conmigo en que el escritor Bates, a quien conocimos en la tercera temporada, es uno de los personajes más auténticos, salvajes e imprevisibles de la pequeña pantalla. Bates, antiguo profesor de Karen, cree que la vida debe vivirse al límite, que el carpe diem debe explorarse en toda la dimensión de la expresión, que el hombre debe entregarse a los placeres más mundanos; en definitiva, que la vida hay que vivirla como a uno le plazca. El problema de Bates es el alcohol, aunque consigue controlarlo con el paso del tiempo. Durante la quinta temporada lo vimos casado con Karen, actuando como un hombre de familia responsable y un atento tutor de Becca. Esa fase no duró mucho, Bates se sentía atrapado en la estabilidad, lo predecible; él necesitaba explorar nuevas vías, probar otras cosas, internarse en los lugares más oscuros -también en los más brillantes- de su alma y exponerlos.

Eddie Nero (Rob Lowe). Adoro la locura de Eddie Nero, uno de los mejores actores de Hollywood. Lowe da vida a un personaje que desde la cuarta temporada y hasta la sexta pasa por diferentes fases, desde el celibato hasta practicarle una felación a Bates. Nero cree que el actor debe experimentar primero aquello que va a interpretar. Todo el mundo cae rendido ante sus encantos , un ser fascinante que se amolda a las situaciones con pasmosa facilidad y que cambia de piel como quien cambia de chaqueta. Tal vez por ello encontrar su propia personalidad sea algo difícil, Nero siempre parece dispuesto a hacer aquello que le pide el guión pero nunca le hemos visto hacer aquello que realmente quiere salvo cuando se acostó con Karen para pasmo de Hank.  La serie volverá a contar con la presencia de Lowe en la séptima temporada, ¿contentos? Yo mucho.


A Gabriel (Patrick Fischler) lo conocimos en la quinta temporada. El personaje era el padrino de Bates en alcohólicos anónimos pero su relación se volvió mucho más íntima. En la sexta temporada Gabriel trabaja en el centro de rehabilitación donde Hank conoce a Faith. Aunque siempre está pendiente de la evolución de los internos sigue pensando constantemente en Bates y en el tiempo que compartieron juntos. Su emotivo reencuentro termina convertido en una bacanal.


Holly la striper que interpretó Drea de Matteo en la quinta temporada era deslenguada, agresiva, franca y zafia. No pudimos disfrutar mucho de la interpretación de la actriz pero lo cierto es que este tipo de personajes le pegan bastante. Por desgracia lo más comentado de su aparición fue el innegable aumento de peso de la actriz.


  
Carrie (Natalie Zea). La quinta temporada comienza con Hank rompiendo con esta belleza en un bar. Ella, tras un año de relación, reacciona mal. Creíamos que era la última vez que veríamos a Carrie pero reapareció en Los Ángeles poco después. Lo cierto es que la pobre estaba enamorada de Hank. A su manera torpe y desquiciada le demostró que haría cualquier cosa por él y que si no era suyo, no sería de nadie más.  Hank sobrevive al cóctel mortal que Carrie le prepara pero ella termina en coma. Su muerte provoca que Moody se deje llevar por la autocompasión y la bebida.


Ophelia Robins (Maggie Wheeler). Una loquísima escritora feminista y gurú que nunca ha practicado el sexo con un hombre y que vive obsesionada con la revolución feminista. Ophelia se hace amiga de Marcy y acaba centrando toda su atención en ella, hasta tal punto que la secuestra para poder permanecer a su lado. Incluso secuestra a Charlie con la loca idea de castrarlo ante su ex-mujer. Ophelia va dando muestras de locura poco a poco: electrocuta a Stu y Charlie, sigue a Marcy, increpa a los hombres y da apasionados, y disparatados, discursos que dejan a Karen con cara de chiste. Por cierto, la actriz fue pareja de David Duchovny durante muchos años, antes de que él conociese a Téa Leoni. ¿Qué fue de Téa?

 
Trudy (Alanna Ubach). Conocida como la viuda. Su marido fue un famoso guitarrista de un grupo de rock y Hank la conoce en el entierro de su marido, momento que ella aprovecha para hacerle una felación. Trudy parece estar siempre borracha y colocada, habla a gritos, es directa, chispeante y no tiene ningún tipo de pudor. En el capítulo In the Clouds, antes referido, acaba teniendo sexo con Charlie. Admito que me cae bien este personaje, es tan disparatado como exagerado, pero la actriz consigue dotarlo de un halo de fragilidad y simpatía.


Atticus Fetch (Tim Minchin) una estrella del rock que lleva demasiado tiempo siéndolo, está desconectado de la realidad, actúa como un adolescente impulsivo y caprichoso y pasa la mayor parte del tiempo drogado. Fetch se pone en contacto con Hank con la idea en mente de crear un musical sobre el famoso libro de Moody. Tras diversas fiestas, orgías, un bloqueo y un mal libreto, Fetch consigue encontrar la estabilidad necesaria como para escribir las canciones del musical mientras está de gira con Marilyn Manson. Fetch es una caricatura de las estrellas de rock y que funciona dentro del universo de excesos de Californication. 



lunes, 19 de marzo de 2012

Californication menos Californication

Noto a Hank un tanto calmado, su etapa neoyorquina y su libro (Californication) parece que lo han amansado. Regresar a Los Ángeles fue un error porque, aunque intente escapar de esa soleada Babilonia, se ve irremediablemente atrapado en el lugar. Ya sabía yo, y todos vosotros, que  volver a L.A no sería bueno para él. Está algo descolgado ya que todos sus amigos y su familia han seguido adelante sin él. 

Runkle ha alcanzado los 100 polvos, vive en una preciosa casa junto a la playa y es infeliz pues no tiene con quien compartir su vida. Charlie se refugia en el prono y en su hijo pequeño, pero nuestro calvo favorito no consigue llenar el hueco que Marcy dejó en su corazón. Como siempre, Runkle, destaca por ser el personaje más cómico, a la par que trágico de la serie. Es el compañero fiel, el amigo necesario, el alma gemela de Moody. Ellos forman la perfecta pareja y su relación es tan sincera, divertida y visceral que protagonizan los mejores momentos de Californication

Hank Moody se reencuentra con su ex, con Karen; su musa, su droga, su amor. Ella se ha casado con Bates, un escritor que ya apareció en la tercera temporada y que tiene serios problemas con la bebida. Becca, por su parte, ha crecido, ya va a la universidad y sale con un veinteañero llamado Tyler (Scott Michael Foster) tan encantador como desafiante, muy parecido a Hank y eso es algo que asusta a nuestro amigo. Tyler proviene de una familia bastante particular y ha escrito un guión de cine que promete ser un éxito.

Mientras Hank, el comedido, procura mantenerse lejos de los problemas y de la sensual Kali (Meagan Good), cantante con la que coincide a diez mil metros de altura. Ella es "la mujer" de Samurai Apocalypse, un rapero que quiere a Moody para escribir el guión de su película. El cine tienta a Hank de nuevo y el dinero es fácil. Todo parece sencillo pero entra en escena el desequilibrado Eddie Nero (grande Rob Lowe) que descubre el guión de Tyler y decide convertirlo en una película.


Esta temporada de Californication es la menos Californication hasta la fecha. Hank realmente intenta hacer un esfuerzo, aún así todo le sale mal y termina haciendo daño a los que quiere y haciéndose daño a si mismo. El sexo y las situaciones surrealistas (esa noche en el coche de la policía) siguen vigentes y es que Californication no sería lo que es sin esos momentos. Echo de menos a Marcy, que desde que está casada con el gran productor, está casi desaparecida en combate y se la ha exagerado convirtiéndola en una caricatura del personaje que tanto amé durante cuatro años. 

La quinta temporada es una especie de fase meseta para la serie y no sé que sucederá en los próximos capítulos. El salto temporal de tres años me ha gustado porque pone a todos en su sitio. Californication no defrauda, me da lo que me gusta y siempre un poquito más, por eso la sigo religiosamente. Un apunte antes de terminar, el el último capítulo que he visto, el 5x08 Here I Go Again, Drea de Matteo hace acto de presencia como una descarada y ordinaria stripper. No creo que sea solo cosa mía pero esta mujer está camino de convertirse en una Kathleen Turner (Collini out) 2.0. Como ha cambiado desde la última vez que la vi paseando por Wisteria Lane. 


martes, 5 de abril de 2011

You Can't Always Get What You Want Hank

ALERTA SPOILERS


Mi amor por Californication es incondicional y creo que Hank Moody es un personaje único, casi de tragedia griega. Aquellos que vemos la serie ya sabemos que es un adicto al tabaco, al alcohol, a las mujeres, a su familia y a su vieja máquina de escribir;  y no necesariamente por ese orden.
La cuarta temporada de la serie se preveía más dramática que las anteriores, ya que por primera vez Hank debía enfrentarse a un problema muy grave, un problema que podía cambiar todo su mundo y acabar con él. Desde el principio de la serie, hace ya cuatro años, el “asunto” con Mia, ha estado presente en la trama. Cada vez que la joven aparecía los instintos de preservación de Hank salían a flote pero finalmente la verdad fue revelada y él terminó en la cárcel con una demanda por corrupción de menores y con una familia destrozada.

Durante cuatro años hemos visto como Hank la fastidiaba una y otra vez en su intento por recuperar a Karen y a Becca, por recomponer su familia. Parece como si algo en su interior le espolease a sabotear su felicidad. Hank acaba tomando siempre las peores decisiones, y siempre las adereza con alcohol y sexo con hermosas mujeres. Hay que admitir que el encanto del escritor maldito no conoce límites y no hay ninguna mujer capaz de resistirse.
Si no eres fan del personaje puede que la historia de esta temporada se te haya hecho repetitiva, porque llevamos viendo lo mismo desde el primer capítulo. Si en cambio, adoras a Hank Moody sobre todas las cosas, seguramente te habrá encantado este viaje entre las ruinas de su felicidad.
Toda esta temporada se ha centrado en Hank, en la inminente película basada en su  libro F&P y en su juicio por violar a una menor. Y los demás personajes y los actores invitados han bailado al son impuesto por Moody.
Runkle y Marcy han estado geniales. Él como compañero de aventuras de Hank no tiene precio y es el complemento perfecto para una noche que puede terminar con un muerto por asfixia autoerótica. Además su obsesión por tirarse a cien mujeres y su relación con la pirada del final es muy cómica (momento cena WTF).

Marcy, preñada, saliendo con Stu, el rico y bien dotado productor de la película sobre el libro de Hank. Ha salido poco pero sus momentos han sido divertidos, siempre en su línea barriobajera y malhablada. Soy muy fan del personaje y me gustaría que la hubiesen aprovechado más.
Becca ha crecido, sigue tocando la guitarra, se ha unido a un grupo e intenta lidiar con la situación de sus padres lo mejor que puede. Como siempre, sus conversaciones, sinceras y brutales con su progenitor han sido de lo mejor de la serie. Becca es la más cuerda de todos los personajes de la serie y ser consciente de ello a veces la supera.
Tal vez la que menos me ha gustado este año ha sido Karen, ya estoy un poco harta de sus cambios de humor, del ahora te quiero pero no te soporto que se trae con Hank. Y la pareja con la que se queda al final de la temporada no me gusta nada. Demasiado buen tipo. Creo que Ben representa la madurez y el compromiso que Karen está buscando y que Hank no puede darle. Es de lejos uno de los personajes más cuerdos y menos salvaje de la serie, y eso lo hace poco atractivo, hasta Stu es más interesante. Sin embargo, creo que es necesario para marcar el proceso por el que está pasando Karen. Quiere a Hank pero no puede estar con él porque le hace daño, así que busca y encuentra un buen chico con el que puede tener un futuro.
En cuanto a los invitados de la temporada me gustó mucho la intervención de Rob Lowe dando vida a Eddie Nero, la estrella de la película basada en el libro. Está tan loco, tan pasado, tan divertido que es imposible no quedarse con su grandísima aportación a la temporada. Además me encanta lo que le dice a Hank sobre su obra, y en cierto modo, su vida. Me sorprendió mucho la interpretación de Rob Lowe, un actor al que nunca presté mucha atención pero al que estoy descubriendo gracias a mi visionado de The West Wing.




Fue agradable volver a ver a la prostituta Trixie interpretada por Judy Greer, en uno de los momentos más bonitos y sinceros de toda la temporada. La relación entre ellos siempre ha sido de igual a igual, incluso de cariño y respeto. Bonito detalle.

Carla Gugino, mujer extremadamente hermosa, que se convirtió en la abogada de Hank y ha sido la gran estrella invitada aunque no ha superado ni a la Sue Collini de Kathleen Turner ni al Lew Ashby de Callum Keith Rennie.

Por un momento pensé que Hank daría con sus huesos en prisión pero no fue así, se libró, tuvo la misma maldita suerte de siempre. No me disgustó que se salvase pero hubiese sido un gran final dramático que tuviese que rendir cuentas por sus errores.

Sin embargo, vemos a un Hank sonriente que se despide de su hija y de Karen quienes parece que van a encauzar por fin sus vidas sin la presencia de este desastre humano. Le vimos acercarse al rodaje de la película donde Rankle y Marcy desplegaban todo su encanto y cariño. Le vimos despedirse en un plató de su vida y conducir hacia un luminoso horizonte en su porsche negro llevándose un par de cajas y su máquina de escribir. Dejando atrás la ciudad de Los Ángeles y los últimos cuatro años de su alocada, precipitada y para nada aburrida existencia. Un nuevo comienzo. Y  de fondo sonando You Can't Always Get What You Want  de The Rolling Stones. Grande.
Si este hubiese sido el final de la serie me hubiese quedado contenta pero ya sabemos que tendremos quinta temporada, así que el futuro traerá más sexo, más alcohol, más dudas, más dolor y más amor para todos los pobladores de Californication. Hank tocó fondo y ahora sólo le toca levantarse.

lunes, 5 de abril de 2010

Hank Moody al descubierto, tercera temporada de Californication

El sol de California brillaba en lo más alto, los días cálidos se sucedían uno tras otro, y en el cielo no parecía haber ninguna nube que pudiese enturbiar esa calma sofocante. Hank se las prometía felices pero era la calma que precede a la tempestad y al final, toda su alegría se esfumó, su futuro se volvió oscuro y problemático.

Durante esta tercera temporada Hank se dedicó a lo que más le gusta, las mujeres. Consiguió un trabajo como profesor de literatura, donde intentaba enseñar a escribir a jóvenes promesas. Un trabajo sencillo al que no prestaba demasiada atención pero que le permitió entretenerse con tres hermosas mujeres.

Felicia (
Embeth Davidtz) mujer del decano, culta, refinada, inglesa. Madre de la mejor amiga de Becca. Felicia se sentirá irremediablemente atraída por Hank ¿y quién no?. Por otro lado tendremos a Jill (Diane Farr), ayudante de Hank, con la que también iniciará una relación sexual aunque al final ella terminará enamorada. Jackie (Eva Amurri), estudiante y bailarina de striptease, con mucho potencial como escritora con la que Hank jugueteará a lo largo de todo el semestre escolar. Es en el capítulo ocho, The apartament, cuando todas estas mujeres descubren que no son la "única". Como podemos ver Hank no pierde el tiempo, además siempre está rodeado de mujeres hermosas. Aunque él sigue esperando y amando a Karen, que durante esta temporada está en Nueva York por culpa de su trabajo.

Becca por su parte está creciendo y está sola con Hank. Que no es el mejor ejemplo paterno del mundo. La pequeña se vuelve rebelde, empieza a experimentar con la vida, alcohol, porros, sexo... Hank no es capaz de controlarla. Además moralmente es incapaz de castigarla. Su relación padre-hija aporta los mejores momentos de la serie. Hank sigue siendo el inmaduro adulto egoísta y Becca ya no soporta en silencio la amoralidad de su padre. El cariño que hay entre estos dos personajes me resulta enternecedor.

Esta situación provoca el regreso de Karen que se percata de lo imposible que es para Hank controlar a su hija adolescente. Le plantea regresar los tres a Nueva York. Hank sonríe ante la idea, volver a su ciudad, con su gran amor y su pequeña hija. Es perfecto y todo parece venir rodado. Deja el trabajo, termina con su relación a tres bandas y hacen las maletas pero... aparece la nube negra en el cielo azul celeste de Hank: Mia ha vuelto y aquella sesión de sexo con puñetazos incluidos destroza toda esperanza de un futuro para Hank. Está claro que aquella aventura sexual y todo lo que vino después derivado de ella aún atormenta a Hank. No puede avanzar sino cuenta la verdad, aunque tenga que hacerlo a base de hostias. El sentimiento de culpa le hace tener sueños, sueños en los que aferrado a una botella flota a la deriva en una piscina lejos de Becca y Karen. Hank lo sabe, no se merece lo que tiene, y en cualquier momento puede perderlo todo, pero la culpa será solo suya.

Uno de los más grandes momentos de esta serie se da en ese capítulo final, Mia Culpa, cuando Hank por fin asume las consecuencias de sus actos y le cuenta a Karen la verdad. La verdad que romperá su mundo y muy posiblemente su relación. Karen le ha perdonado muchas cosas pero no creo que pueda perdonar ni olvidar ese desliz de Hank ni las mentiras. Me parece muy acertado que no escuchemos lo que se dice, que sea la música la que se escuche mientras vemos la reacción de los personajes, la rabia de Karen, el arrepentimiento de Hank. Todo queda en suspenso hasta la siguiente temporada. Gran final, en menos de 10 minutos le dan un vuelco a toda la temporada de una manera tan natural que te deja sin palabras.

Por otro lado tenemos a Charlie y Marcy. Han tenido una temporada muy movidita con todo lo de la venta de la casa, la separación, Rick Springfield... me encanta Charlie, me parece una gran personaje y el contrapunto perfecto para Hank. Además de tener una amistad sólida y duradera. Pero sin duda lo mejor que ha hecho Charlie esta temporada fue permitirnos conocer a Sue Collini (Katheleen Turner), dueña de una agencia de representantes para la que trabaja.

¿Y qué puedo decir de Sue Collini? Pues que con su sola presencia se come a todos los demás personajes, que es un secundario de lo más divertido, que su voz de camionero nunca me ha parecido tan hilarante, que es una ninfómana, una gran profesional en su trabajo, que ha escrito sus memorias (dignas de leerse sin duda), que usa y abusa de Charlie y que ojalá regrese para la cuarta temporada. Collini. out!

Ha sido una gran temporada con un final inesperado pero muy acorde con la historia. Hank me has dejado en vilo perfecto cabrón, más te vale volver pronto.

lunes, 26 de octubre de 2009

Lo que estoy viendo

Últimamente no estoy teniendo tiempo para ver las series, un par de horas los fines de semana y ya, así que mi ritmo de visionado ha descendido bastante y no puedo ponerme a ver series que tengo pendientes como Spaced o Burn Notice o Angels in America. Me fastidia esto.

Voy a hacer un pequeño resumen de lo que llevo visto y lo que me está pareciendo.

Dexter, cuarta temporada. Ayer me vi los cuatro episodios de esta nueva temporada. Dexter sigue en plena forma, es una serie capaz de seguir sorprendiéndonos en cada capítulo. Ahora Dexter es un respetable padre de familia que vive en una comunidad de vecinos, casa, piscina, coche, mujer, hijo recién nacido, trabajo, hermana y asesinatos. Nuestro serial killer está un poco sobrepasado por las circunstancias y si a todo esto añadimos el regreso de Frank Lundy, el agente del FBI que salió con Debra, los nervios de acero de Dexter empiezan a mostrar fisuras.

Me encuentro totalmente atrapada por la nueva situación de Dexter ¿cuánto tiempo más podrá seguir ocultándose? ¿Rita no sospechará nada? ¿Debra sabrá que la confidente de su padre es la madre de Dexter?

También me agrada, y mucho, el nuevo asesino en serie que ronda Miami, el asesino de la Trinidad. Nunca pensé que John Lithgow pudiera resultar tan aterrador y fascinante. Un asesino totalmente diferente a los que hemos visto hasta ahora, un hombre que lleva más de 20 años matando siguiendo siempre el mismo macabro y retorcido ritual. Impresionante.

Algo que me desconcierta mucho de esta temporada es la relación entre Batista y LaGuerta, no digo que sea algo malo para la serie, no me lo parece, pero fue un shock verlos de repente enrollados cuando al final de la tercera temporada dejamos a Batista con la policía de antivicio y parecía que se entendían muy bien. Por otro lado, Quinn sigue sin convencerme mucho, además de que es un personaje bastante odioso ahora le añado que es el responsable de lo que les ha pasado a Lundy y Debra. Si se hubiese estado callado.... en fin, que me he quedado ahí con Debra y Lundy en el aparcamiento, tirados en el suelo. AHHHHHHHHHHH!!!!

Modern Family, primera temporada. Empecé a verla porque todo el mundo escribía maravillas de esta nueva comedia y me tiene enganchada. Adoro el patetismo de Phil, me encanta lo bajo y vergonzante que puede llegar a ser este personaje. Cameron es lo más exagerado y tremendo que ha parido la televisión en años y Manny ¿qué puedo decir de Manny? que me tiene enamorada.

Una excelente, por el momento, comedia sobre tres familias a modo documental. Dicho así no promete mucho y por eso en principio me resistía a verla, pero tras los dos primeros episodios y un par de momentos que ya pueden pasar a la historia de la pequeña pantalla (la presentación de la niña con la música del Rey León o el momento Meryl Streep de Cameron) me la quedo como habitual de mi lista de visionados.

Cómo conocí a vuestra madre, quinta temporada. Ted ahora trabaja en la universidad impartiendo clases, Robin y Barney son pareja y Marshall y Lilly están fusionados en un solo ser. Mucho se habla del bajón de calidad de esta serie desde su tercera temporada, y es cierto que ninguna temporada ha vuelto a ser tan redonda como la segunda. Sin embargo aún puede regalar pequeños momentos de genialidad y para mi es inevitable verla sin una sonrisa en la cara.

No niego que ha perdido cierto relumbrón ni que ya no sea tan original como antes... el tiempo le ha pasado factura y los fans podemos ser los críticos más abyectos pero, me sigue gustando. Además espero que se recupere o que por lo menos la trama con respecto a la madre, que no es lo más importante, avance un poco pero mientras seguiré riéndome de los chistes a costa de Canadá, del código de los colegas, de las niñerías de Marshall, de las teorías de Barney y de todos esos momentos tan reconocible que me aporta la serie.

The Big Bang Theory, tercera temporada. Sheldon Cooper. No tengo nada más que añadir.


Ahora en serio :) los momentos más divertidos por el momento son para estos genios y su vecina. Ninguno de los nuevos episodios me ha decepcionado, desde su regreso del Polo Norte esos freakies han estado semana a semana superándose. Y aunque en principio tenía miedo de que la nueva relación entre Penny y Leonard fuese a lastrar la serie me alegra decir que para nada y que son capaces de sacarle mucho jugo a estos dos a pesar de ser pareja. Además se le está dando poco a poco un mayor protagonismo a Raj (cuando trabaja para, perdón, con Sheldon es memorable).

¿Seguirán en esta línea? eso espero y que les dure mucho tiempo la buena racha y las grandes ideas.

Californication, tercera temporada. La nueva vida de Hank Moody no podía ser más emocionante. Ahora que Karen está en Nueva York debe encargarse de criar a Becca solo, y aunque padre e hija siempre se han entendido bastante bien, la pequeña ahora está en plena adolescencia y esto proporciona más de un quebradero de cabeza a este escritor en horas bajas que no es precisamente un buen ejemplo a seguir.

Mientras intenta no cagarla mucho con su hija debe trabajar como profesor en una universidad. Allí Hank campa a sus anchas entre su asistente en las clases, la mujer del decano y una joven alumna que además es bailarina. Eso si, siempre con una sonrisa en los labios, una frase mordaz y un cigarrillo en la mano. Hank es un conquistador nato, un follador compulsivo y encantador en todo su patetismo. A pesar de que extraña a Karen y sigue profundamente enamorado de ella no puede ni quiere evitar el lío en el que veo que se está metiendo por jugar a tres bandas en un espacio tan reducido.

Charlie y Marcy por su parte han estado pasándolo bastante mal. Separados pero condenados a vivir en la misma casa ella intentará rehacer su vida mientras que él intentará desesperadamente recuperarla. Además Charlie ha vuelto a trabajar en una agencia a las órdenes de Collini, una Kathelen Turner, totalmente salida de madre con voz de camionero y un desenfreno sexual comparable al de Hank. Tremenda esta mujer.

Si siguen así, esta temporada creo que puede ser la mejor de la serie hasta este momento.

Bored to death, primera temporada. La joya de esta temporada. Viéndola te das cuenta de que a pesar de tener una apariencia tan simple es tremendamente efectiva y profunda. Tras los cuatro trazos esbozados en cada capítulo tenemos a un grupo de personajes que ansían amor y atención y algo que de sentido a sus vidas pero que no saben exactamente lo que quieren ni como conseguirlo.

Tan divertida como reflexiva, Bored to death me arranca una sonrisa cada semana pero también me produce cierta tristeza por esos seres desvalidos que pasean por Brooklyn intentando solucionar los problemas de los otros para poder a su vez arreglar sus inseguridades, sus frustraciones y sus miedos.

Estupendo el trío de actores, destacando sobre todos Ted Danson.

Psych, cuarta temporada. Esta serie me encanta, me divierte siempre que la veo. No es la mejor serie del mundo, lo sé; no tiene una trama, también lo sé. Y sin embargo es mucho más digna, original y divertida que otras muchas series que pululan por ahí con aires de superioridad.

Además las puyitas que le hacen a El mentalista son geniales. Muchas veces cuando hablo de series me doy cuenta de que, a parte de mi pareja al que también le gusta, estoy sola cuando trato de defender a Psych. Nadie la ve y lo peor mucha gente me dice que es una copia de El Mentalista, cuando Psych es anterior a la serie de Simon Baker. Grrrr, eso me enfurece.

Me llamo Earl, cuarta temporada. Hacía mucho que tenía aparcada la última temporada de Earl. Tal vez no quería despedirme definitivamente de Camdem ni de sus habitantes. La tercera temporada me había dejado un poco fría pero en la cuarta vuelven a centrarse en la lista, en tachar malas acciones y en esa galería de secundarios freaks que ofrece la serie, desde la puta hasta el del correo con ojo de cristal pasando por el gay amigo de Earl. Eso le da mucha más vidilla a la serie y la hace más divertida más dinámica.

Estoy por la mitad de la temporada, cuando Darnell y Joy tienen que irse por lo del programa de protección de testigos y aunque quiero seguir para acabarla me da bastante pena despedirme de estos personajes, sobretodo de Joy y Randy, a los que tengo tanto cariño.


Flashforward, primera temporada. Decepcionante. He visto cuatro episodios de esta serie y estoy hasta las narices de los flashforward de las narices con esa imagen chunga y esos colores estridentes que me hacen daño a la vista.

Una idea que hubiese sido una más que decente miniserie va a ser estirada hasta el infinito, eso es lo que estoy viendo y no pienso vivir otro Prison Break. Pero no sólo eso me desagrada sino que también como van contando la historia como van hilando de mala manera los acontecimentos, como tiran hacia adelante sin apuntalar bien los cimientos y dejando que las cosas nos las creamos porque si.

No niego que tiene algún momento de esos que te dejan intrigada pero no el tiempo suficiente como para que me importe lo más mínimo lo que vio Mark en su puñetera y ya mil veces vista visión ni que los cuervos se murieran en Somalia ni que Olivia vaya a dejar a su marido ni nada.

Los personajes son idiotas y planos, ninguno se salva, bueno tal vez el amigo de Mark que vio a su hija viva pero tampoco es que me importe mucho lo que le pase porque va por la vida como si fuese el nuevo mesías.

En definitiva que no sé porque la estoy viendo, le daré la primera temporada de gracia y luego Dios dirá pero tendrán que cambiar mucho las cosas para que esta mierda prefabricada acabe gustándome.

miércoles, 15 de julio de 2009

Californication, provocando por segunda vez

ALERTA SPOILERS SEGUNDA TEMPORADA

Me ha costado mucho terminar con la segunda temporada de Californication, no sé muy bien por qué la dejé aparcada hace unos meses , cuando ya iba por el capítulo seis y no lo he retomado hasta hace dos días. Y hoy por fin he terminado de verla. Llego con bastante retraso pero llego.

Tras el happy end de la primera temporada muchos nos preguntábamos que camino iba a seguir la serie porque no veíamos con buenos ojos a un Hank feliz, un Hank realizado y adulto que por fin pudiese mantener una relación estable con Karen y ser un buen modelo a seguir para su hija Becca. Lo intenta, de verdad, en los primeros episodios vemos a un hombre dedicado a su compañera e hija, alejado de los malos hábitos, renunciando a hermosas mujeres. Hasta se hace la vasectomía por Karen... pero todo es un espejismo. Hank no puede dejar de ser quien es ni dejar de ser como es y la realidad sacudirá de nuevo ese precario equilibrio de felicidad en la forma de un productor discográfico totalmente descontrolado y del embarazo de un antiguo lío de Hank.

La temporada ha pivotado entre eses dos ejes. Por un lado la relación de Moody con Ashby (que gran personaje) pactada en la celda de una prisión y confirmada con la escritura de una memorias de sexo, drogas y rock por parte de Hank. Y por otro lado, el embarazo de aquel rollo de Hank que también es amiga de Karen.

Moody que en un principio aceptaba su papel de buen hombre familiar, volverá a caer a lo más bajo acompañado del siempre sonriente y carismático Ashby, gran diablo de los placeres mundanos; hiriendo en su camino tanto a Karen como a su hija. La más perjudicada por los excesos de Hank. Aunque al final conseguirá redimirse como padre, sacrificando su felicidad aparente por la felicidad de su hija, dado que "al final del día, ella es lo más importante".

No me cansaré de repetir que Californication no es una serie sobre el sexo. Hay sexo, aunque esta temporada menos. De lo que se trata es de afrontar las decisiones que tomamos, de madurar, del amor, la familia y el sacrificio. No es solo gente montándoselo en la soleada California, Babilonia contemporánea donde todo parece estar permitido y el límite es la muerte.

Karen esta temporada ha navegado a la deriva, entre el sí quiero y el no quiero. Sin saber muy bien que hacer con ese hombre al que no puede dejar de querer a pesar de todas las putadas y todos los fallos que acumula. Es bonito el episodio donde se ve el pasado de ambos en Nueva York. El día de la muerte de Kurt Cobain, el día que ella le dice a él que está embarazada. Allí se les veía felices, a gusto. Aunque ya planeaban sobre ellos las nubes de lo que serían sus grandes problemas de pareja actuales. Pero había y sigue habiendo amor.

Charlie Runkle y esposa. Han tenido más protagonismo esta temporada. entre las malas decisiones de él, los problemas con las drogas de ella (que pinta de colgada tiene esta mujer cuando quiere), la actriz porno y el divorcio. Estos dos nos han regalado algunos de los mejores momentos de la temporada. Grande cuando Moody saca a Runkle de la bañera del hotel donde ha estado metiéndose coca con su mujer. Que imagen tan descorazonadora, asquerosa e impactante.

Lo mejor de la temporada ha sido, para mí, Lew Ashby. Rico, carismático, loco, petulante, impredecible. Alma gemela de Hank, peligrosamente seductor, sorprendente. Me gustó desde el principio.

Lew es un tío que ha hecho y visto de todo. Que está mas allá del límite y se siente cómodo en ese lugar. Refleja el futuro que le espera a Hank sino pone un freno, sino aprende a controlarse. Por eso supongo que se llevan tan bien, en el fondo son iguales, dos niños grandes que sólo quieren divertirse y disfrutar de las chicas, las drogas y la vida, mientras el circo dure.

Lew no sólo es un personaje capaz de alterar cualquier situación con su mera presencia, sino que también es capaz de hacer que los demás personajes bailen a su son y desestabilizarlos totalmente para bien o para mal. Es interesante el tira y afloja que se establece entre él y Karen. Y su final es el más lógico que se le podía dar. Una lástima. Añoraré a ese cabrón.

Mia ha seguido rondando alrededor de la vida de Hank, la zumbada robalibros ¿cómo la soporta Hank? sigue cerca y siempre al acecho de nuestro escritor. Se veía venir desde lejos que tendría algo con Lew pero que siguiese usando la amenaza de "le voy a contar a Karen que nos lo montamos" me parece machacón e innecesario. Además odio a esta tía, así que espero que no esté en la tercera temporada.

En general una muy buena temporada pero que hacia el final chirría un poco porque precipitan la historia. Tal vez por eso la dejé aparcada tanto tiempo.

Lo bueno de Californication es que la ves rapidísimo, te diviertes, te sientes tristes, te conmueve, te enfadas... entretiene. El final de este temporada, sin ser tan happy como el anterior, permite soñar con algo de esperanza para Hank y para Becca. ¿Podrá cuidar de su hija sin el apoyo constante de Karen? ¿soportará Becca la presión de controlar constantemente a este adulto descarriado?

La relación padre-hija en Californication es hermosa, dura pero hermosa. El momento en el que ella le dice que " tranquilo papá, lo intentaste, fue bonito mientras duró" fue mágico. Toda la verdad sobre el amor se resume en ese momento.

viernes, 19 de diciembre de 2008

!Tiene un sello de putón!

He empezado a ver la tercera temporada de CCAVM. En el primer episodio de esta temporada mi odiado Ted termina, tras una noche de borrachera, con un tatuaje o como sus amigos lo llaman "un sello de putón". Un momento divertido. La cara de Barney cuando descubre el tatuaje es fantástica.


Este episodio me ha hecho recordar a algunos personajes que tienen tatuajes. Empecemos por las series.

En un episodio de Friends, Rachel y Phoebe van a hacerse un tatuaje. Rachel se hace un pequeño corazón en el culo mientras que Phoebe es incapaz de hacerlo porque le duele mucho, así que tiene un puntito de color azulado. En Embrujadas a las hermanas Halliwell les aparecieron tatuajes como quien pilla un herpes, cada una tenía tres o cuatro, en el cuello, la espalda, las manos, las piernas... en serio, de un día para otro plaff ala tatuajes. Scully también se hacía un tatuaje en forma de ouroboros en uno de los episodios que más me gustaron de Expediente X, donde se demostraba la fragilidad del personaje de Scully y sus dudas con respecto a todo por lo que luchaba. Karen en Californication tiene dos tatuajes, uno en la muñeca y otro en la espalda. Al igual que Jack de Lost, cuyos tatuajes tuvieron un episodio para ellos solitos, en mi opinión uno de los episodios más flojos de la serie y un auténtico sin sentido. En Veronica Mars Weevil, como buen lider de una pandilla de moteros, tiene sus tatuajes bien visibles.




El ouroboros de Scully, más tarde símbolo de la organización Millenium en otra serie de Chris Carter. Y a la derecha los tatuajes de Jack.

Dos de los hombres más tatuados de la pequeña pantalla: Michael Scofield en Prision Break, se tatúa el cuerpo con los planos de Fox River para ayudar a escapar a su hermano (y una vez fuera la serie debería de haber terminado), aunque ahora se los han "borrado" y Evan Seinfeld en Oz.



Uno de los que más me gusta el de Starbuck en BG.


En cuanto a personajes de cine tatuados me vienen a la cabeza los tatuajes de Robert Mitchum en La noche del cazador. También el cuerpo tatuado de Robert de Niro en El cabo del miedo. Otro con una buena ración de tatuajes en el cuerpo es Viggo Mortensen en Promesas del Este o Edward Norton en American History X (nunca ha estado más guapo). Y nunca podré olvidar las "notas" que se tatuaba Guy Pierce en el cuerpo para no olvidar su misión en Memento (peliculón). O la serpiente de Kurt Russell en el estómago cuando interpreta a Pliskin. Otro que se tatuó para interpretar a un personaje fue Wesley Snipes en Blade. Impresionante el de Ralph Fiennes en Dragón Rojo. Casi todo tíos, así que aquí viene Angelina Jolie en Wanted.



De Niro en la versión del 91 de El Cabo del Miedo. Edward Norton en American History X

Wesley Snipes en Blade. Angelina Jolie en Wanted

Aunque el tatuado más sexy de la historia del cine es :


George Clooney en Abierto hasta el amanecer

martes, 30 de septiembre de 2008

Tristeza

Hay personajes que te atrapan, que te envuelven y absorven. Personajes atractivos a los que quieres seguir vayan donde vayan. Personajes fríos, oscuros y atrayentes que despiertan en ti las más bajas pasiones desde el odio hasta el deseo. Y también hay personajes que te dejan un poso de tristeza cada vez que los ves aunque no tengas muy clara la razón. Personajes que a priori no son muy importantes pero cuyas pequeñas historias te desasosiegan. A mi me suele pasar y hay tres personajes que me entristecen cada vez que aparecen.

Becca Moody (Californication). La hija de trece años de Hank Moody, nuestro mujeriego predilecto. Becca tiene unos enormes ojos castaños con los que escudriña el caótico mundo que la rodea. Becca siente el dolor de no sentirse parte de nada, ha perdido a su familia, sus padres, pilares fundamentales de su vida se han separado y Becca no entiende el motivo porque sabe que aún se quieren pero, a lo largo de la primera temporada, descubre que eso no es suficiente.

Becca espera en silencio mientras toca la guitarra a que se obre el milagro por el cual ella vuelva a ser la princesita de un feliz reino. A su alrededor todo se desmorona, su madre se va a casar con otro hombre, que no es malo sino bueno y además el adecuado pero no es su padre. Su padre, el soñador, la desilusiona, la hiere. No pretende abandonarla pero Becca se siente sola y perdida y confusa y ve cómo sus padres están más solos, perdidos y confusos que ella. Algo aterrador para una adolescente. No puede confiar en ellos y eso la aisla más y más. Les quiere y la quieren por eso Becca sabe que tiene que hacer lo mejor para todos, en este caso dejar a su madre (cosa que la destroza) e irse a vivir con su padre para intentar que ese hombre-niño aprenda a valerse por si mismo y cuide de su única hija.


Por eso cuando Becca aparece en escena mirando a los adultos con esos hermosos ojos marrones y su cara de eterno enfado se me encoge el corazón. Parece la única que se da cuenta del sinsentido en el que viven, la única que sufre las consecuencias de los desquiciados actos de los adultos, la que espera a que todo se solucione manteniendo viva la esperanza. Los momentos entre Hank y Becca son pura poesía, no necesitan hablarse con solo una mirada se entienden a la perfección. Hank con expresión abatida y avergonzada, Becca seria y triste. Su relación es química, perfecta, entrañable. Hank es consciente de todas sus carencias como padre, del mismo modo Becca toma consciencia de las mismas a medida que avanza la trama pero es su padre, el único que tiene, el único que quiere tener.

Claire Fisher (A dos metros bajo tierra). Aunque de todos los personajes de A dos metros... Claire siempre me parecía el más flojo siempre me producía desazón ver a la pelirroja en pantalla. Creo que la razón por la cual Claire me resulta un personaje trágico es porque está viviendo uno de los peores momentos de la vida. El paso de la adolescencia a la madurez, un paso bastante duro.

Claire es sensible, inteligente y dulce. Una artista. Una persona que poco a poco va descubriendo el mundo que la rodea con todo lo bueno y todo lo malo. Claire pierde un padre y gana un hermano mayor. Un hermano que siempre estuvo ausente. Debido a la diferencia de edad está aislada de sus hermanos. Es tras la muerte del padre y el regreso de Nate que poco a poco todos se van dando cuenta de la presencia de la joven Claire, sobretodo por el hecho de que va creciendo y con ella su carácter, su personalidad. En A dos metros... vemos crecer como persona a la joven de los Fisher.

Me encanta como termina la historia de su personaje. Claire se emancipa, rompe el cordón umbilical que la unía a la casa, a su madre y a su familia. Es una ruptura muy dolorosa debido a la perdida que todos han sufrido pero que logra superar. Ella se va, cosa que siempre quiso hacer, y vive una vida plena y larga. Ahora cada vez que veo un episodio no puedo evitar pensar en lo que le depara el futuro a Claire, lo mucho que sufrirá tras una pérdida tan grande, lo mucho que le costará superarlo pero que lo conseguirá y seguirá adelante. Al fin y al cabo es lo que todos debemos hacer.



Reggie Lars (Tan muertos como yo). En principio este personaje me caía particularmente mal y por mi podrían haberlo eliminado, sin embargo poco a poco me he vuelto más comprensiva con la pequeña Reggie. Ha perdido a su hermana mayor de forma repentina y absurda, cosa que le ha dejado hecha polvo. El homenaje que le prepara a su hermana decorando un enorme árbol con tapas de water es sobrecogedor. Reggie añora a una hermana que no le hacía mucho caso en vida, y que ahora después de muerta no hace más que rondar cerca de su hogar. Reggie siente que su hermana vela por ella, no puede explicarlo pero lo sabe y todos la toman por loca.

Reggie también pierde a su padre y a su madre cuando ambos se separan. Por si no tuviera bastante. Ve como todo pierde sentido, como desaparece todo aquello que conocía y que la hacía sentirse segura. Incluso se le muere el perro. Georgia la observa en la distancia, intenta ayudarla en el difícil trance que es superar la pérdida y sobrevivir a la adolescencia. Sabe que no debe pero lo intenta, de ahí sus muchas discusiones con Rube. Reggie es un personaje que a medida que avanza la serie va despertando mi curiosidad, estoy convencida de que acabará convertida en una asesina en serie o algo similar. Ha sufrido mucho la pobre chiquilla. Pero al final del túnel siempre brilla la luz y para ella aún hay esperanza, está viva.

miércoles, 4 de junio de 2008

Calvo y claro

Últimamente me he fijado en que hay muchos calvos pululando por las series. El ser calvo da lugar a dos opciones; la primera es que se burlen del personaje en cuestión continuamente por culpa de su calvicie, en España tenemos el caso de Chema (Aída) al que cada dos por tres putean por tener poco pelo. Pero eso no es algo que hagamos sólo aquí, en cualquier serie donde aparezca un calvo siempre se hará un chiste a su costa. Hace años ser calvo era un símbolo de respeto, hoy por hoy es motivo de escarnio.

La segunda opción al ser calvo es que seas alguien chungo, da igual que seas de los buenos, serás un bueno chungo. Si eres de los malos ser calvo parece obligado. Además casi siempre va asociado a un físico musculoso o enorme, el típico tío que si te lo encuentras en un callejón hace que te des media vuelta y empieces a correr.

Aunque últimamente en las series veo calvos que no son ni motivo de burla ni malos (aunque este tipo sigue existiendo), sino que son personas normales. Y es que, vamos a ver, lo son. Tenemos al amigo de penurias sexuales de Hank Moody, es calvo ¿y qué?

Hagamos un pequeño repaso por las series en buscas de estos tres especimenes de calvo.

En primer lugar deberíamos hablar del padre de todos los calvos televisivos: Telly Savalas el inolvidable Kojak. La serie transcurre en de Nueva York en Manhattan Sur, en el Decimotercer Distrito. Gira alrededor de los esfuerzos del incorruptible teniente Teo Kojak un policía calvo, cínico, con tendencia a forzar las reglas para llevar a un criminal ante la justicia. En los primeros episodios de la serie, Kojak fumaba mucho. Como el sentimiento antitabaco no hacía más que aumentar en la televisión norteamericana, los guionistas decidieron que Kojak tenía que dejar de fumar. Empezó chupar piruletas (Chupa Chups) como substituto a los cigarrillos. Estos Chupa Chups y su frase "Who loves ya, baby?" llegaron a ser las señas de identidad del personaje.


El Comandante Jean-Luc Picard de la nave estelar Enterprise (Patrick Stewart). Para mi el mejor de toda la saga, sé que arriesgo mi vida al decir esto pero no me importa. Era muy elegante en el puesto de mando con esos uniformes tan geniales y tan recto, moral y perfecto. Ser calvo aportaba muchísimo a su personaje, un hombre maduro, inteligente, valiente. Aquí se aplicaba la antigua enseñanza de que los hombres calvos llegan a serlo porque han vivido mucho y han sabido cómo hacerlo.


Taye Diggs era Jackson Duper en Ally McBeal, uno de los muchos abogados que pasó por el bufete Cage&Fish. En un principio estaba enrollado con la compañera de piso de Ally, Renne. Con el tiempo vemos como se enamora de Lucy Liu.


Dominic Purcell alias Lincoln (Prision Break), este no es calvo pero va rapadito rapadito. Que ya me dirás tú, se debe de parar cada tres días a cortarse el pelo porque en tres temporadas no le ha crecido ni un poquito. En este el hecho de que el personaje vaya rapado le da un aspecto más amenazador, más primitivo. Su aspecto es de malo aunque él sea de los buenos.


Sargento Doakes (Eric King). Físicamente es el que menos simpatías despierta de la serie, es agresivo, amenazador. Esa calva con ese físico hace que imponga mucho, tiene una gran presencia física. Te parece malo, malísimo. Y no lo es. Pobre Doakes. Echaré de menos su personaje, me gustaba bastante su juego del gato y el ratón con Dex.


¿Recordáis Murder One? El prota, el listo, el jefe era un calvo. Daniel Benzali era Ted, el prestigioso abogado que debe salvar a un cliente que tiene todas las de perder. Benzali me ponía de los nervios, tan calmado, tan controlador, parecía que nada podía alterarlo. Últimamente le había visto aparecer por Jericó, como si esa pobre gente no tuviese ya bastante.


Harry Goldenblatt o Charlie Runkle, ambos interpretados por Evan Handler. Lo vi por primera vez en Sexo en Nueva York, después en algún episodio de A dos metros..., Lost y por fin en Californication. Me encanta este actor, sabe sacar mucho partido a los papeles que le ofrecen y su físico curioso es de los que le permiten quedarse anclado en la memoria de los espectadores.


Michael Chiklis y añado: Dios. Si no habéis visto The Shield, empezad. Si la veis ya sabreis a que me refiero. Vic es acojonante en toda la dimensión de la palabra.


James Lesure es Mike Cannon uno de los pobladores del Montecito en Las Vegas. Mike Cannon, un aparcacoches que posee el título de ingeniera electrónica del MIT y que a finales de la primera temporada pasa a formar parte del equipo de seguridad. También hemos podido verlo pulular por Lost.


Michael Rosenbaum es Lex Luthor en Smallville. Aquí hemos de decir que el chico no es calvo, exigencias del papel. Luthor quedó calvo cuando la lluvia de meteoritos sacudió Smallville. Lex es sin duda el mejor personaje de esa patraña televisiva, un personaje que evoluciona muchísimo a lo largo de la serie, cambia, está lleno de matices. Michael ha dejado la serie porque quiere explorar otras áreas, una lástima para la serie que se queda sin su personaje más carismático.


John Locke (Terry O´Quinn). Bueno ya le conocemos. Es calvo. Odio los episodios de los flashbacks donde le ponen esos peluquines imposibles. Le has podido ver en JAG, Alias, Millenium y más series.


Se me han quedado muchos en el tintero. Seguro. Ya volveré sobre este tema otro día. Lo curioso es que no hay chicas. Bueno, recuerdo un episodio de Friends en el que Ross tenía una novia, Bonnie, que se rapaba la cabeza. Pero no me viene a la mente ningún personaje femenino que luzca cráneo, vale, alguna pero la quimioterapia no vale. Seguiré buscando.

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