miércoles, 15 de julio de 2009

Yo votaría por Harold Saxon


Harold Saxon for Prime Minister. Yes, he can.

Sin duda alguna votaría por Saxon. La mayor alegría que me ha dado la tercera temporada del Doctor Who fue este personaje. Dos episodios y pico me han bastado para enamorarme perdidamente de este Señor del Tiempo renegado y algo lunático interpretado por John Simm.

Si habéis visto la tercera temporada de Doctor Who, ya sabéis lo que pasa con Saxon. Como aparece, como vuelve a ser quien realmente es, como convierte la vida del Doctor en un infierno, domina el mundo y crea armamento suficiente para conquistar el universo él solito.


Harold Saxon, es un alias de El Maestro, el archienemigo (siempre me gustó esa palabra) de nuestro buen Doctor. Ambos Señores del Tiempo nacidos en Gallifrey, ambos con el poder y la capacidad necesarias para sobrevivir a la destrucción de la última guerra del tiempo y enfrentados entre si a pesar de ser los últimos de su especie.

El Maestro es un tipo singular. Carismático, coqueto, divertido, tiránico e inteligente, tanto o más que nuestro Doctor. Siempre suele ir un par de pasos por delante de él, y le encanta echárselo en cara. Por eso lo retiene a su lado cuando lo envejece, para poder mostrarle su victoria cada día, para hacerle sufrir eternamente porque necesita que él sepa que El Maestro es el mejor. Aunque al final su ego será su talón de Aquiles.

El Maestro y su "compañera" dominarán el mundo desde una base aérea. El Maestro esclavizará a la humanidad y tendrá como criados a la familia de Martha Jones. El Maestro tiene un plan, conquistar el universo y crear un nuevo Gallifrey. Un gran plan, un plan casi perfecto. Aunque a veces los planes no salen bien.

Su locura le hace escuchar desde que de niño miró el vórtice temporal los tambores, el eterno retumbar de los tambores que lo espolean siempre hacia adelante, en una carrera frenética hacia la destrucción de todo lo que se interponga entre él y el mañana. Nada parece acallar los tambores, solo la confrontación, la adrenalina de la batalla, la lucha constante.

Y aunque pierde ante el Doctor y la buena voluntad de los seres humanos esta batalla en el fondo sale victorioso.

Nunca una muerte fue tan honrosa para un vencido, ver las lágrimas de pura desesperación del que te ha doblegado le hace sentir poderoso. Su sonrisa final ante la súplica del Doctor, su negativa a regenerarse para estar con él, su orgullo al saber el dolor que le provoca es perverso. El Doctor ha perdido, ha perdido lo que más deseaba, un igual, un compañero para sus viajes, una razón para seguir adelante y El Maestro se la ha negado quitándose la vida voluntariamente.


Grandioso Harold Saxon. Votemos por él.

7 comentarios:

Nico dijo...

YO CREO EN HAROLD SAXON!!!

Sunne dijo...

grande grande the master

Renaissance dijo...

En las próximas elecciones, vive dios que le voto. Siempre he querido ser esclavizada por unas esferas volantes deudoras de Magritte.

Unknown dijo...

El Maestro sólo tiene un problema. Que es un villano tan genial, que empequeñece cualquier otro al que el Doctor se pueda enfrentar. Pero dudo mucho que no volvamos a verlo más... ;)

Rebeca Sánchez dijo...

Nico, yo tb creo, y mucho.

Sunne; idem totalmente de acuerdo, el master es increíble.

Renaissance; la historia de las esferas es un toque fascinante para el arco argumental de los tres episodios finales. Muy bien traído y que te deja flipando un buen rato.

MacGuffin, la verdad es que de todos los malos con los que el Doctor se ha enfrentado, El Maestro es el mejor. Aunque la familia alienígie de Human Nature y The family of blood también me gustaron mucho, aún así nadie puede con El maestro.

Diego del Pozo dijo...

Para mí el verdadero Némesis del Doctor. Los Daleks nunca me han entrado por el camino de la simpatía, en cambio, él fue llegar y saber que me iba a regalr mi season finale favorita del Doctor.

Anónimo dijo...

Si, la verdad es que ha sido un final de infarto, increible, dios disfrute como nunca.

En cuanto a los daleks, bueno tienen su punto, y siempre serán eses alienados cacharros metálicos que gritan exterminar, se les coje cariño y todo a los pobres

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