Whitechapel, el regreso de Jack el Destripador

Al igual que Wallander y Sherlock, Whitechapel se estructura en temporadas de tres capítulos cada una. En el caso de Whitechapel cada capítulo dura unos 50 minutos. Esta serie inglesa del año 2009 se emite en el  canal ITV y actualmente ya ha terminado la emisión de su segunda temporada. 

La primera noticia que tuve de esta serie fue gracias a un podcast y me picó la curiosidad. Así que una noche decidí empezar a verla, como quien no quiere la cosa terminé su primera temporada en un suspiro. Fue fácil, tres capítulos, duración estándar, historia entretenida, bien rodada, personajes interesantes y Jack el Destripador como presencia envolvente que todo lo puede. 

Cuando se menciona Whitechapel inmediatamente pensamos en la figura de Jack. El asesino en serie más famoso de la historia. Una imagen que asociamos a la época victoriana, la densa niebla londinense, las prostitutas, la sangre y el horror. Whitechapel es el barrio en el cual Jack llevó a cabo sus macabros asesinatos.

La serie empieza con el traslado de un nuevo inspector jefe al distrito de Whitechapel el mismo día que una mujer aparece muerta. Este destino es un paso más para Joseph Chandler (Rupert Penry-Jones)en su carrera ascendente, un camino que siempre ha sido fácil gracias a los contactos con los que cuenta. Lo que tenía que ser un simple caso más de asesinato se complica con la aparición de otra mujer muerta. No hay pistas ni relación entre las víctimas, no hay motivos ni sospechosos. El inspector, un hombre joven, pulcro, educado, fanático del orden, deportista e inteligente choca de frente contra su nuevo equipo. Un grupo de policías curtidos en las calles totalmente opuestos a él. Son hombres que han pateado las calles, que conocen sus trucos, beben cerveza, comen comida basura, son desordenados, malhablados y bastante cínicos. Hombres reales, policías de verdad. 

Destaca dentro de este grupo, el detective Ray Miles (Phil Davis), un poli de la vieja escuela que no soporta la presencia del disciplinado y arrogante inspector jefe. El choque de caracteres es inevitable y la serie aprovecha esta disparidad de personajes mostrándonos sus peleas, sus métodos y con el tiempo como estas dos maneras de entender el trabajo policial se complementan. 

El caso de las mujeres asesinadas da un paso adelante cuando un experto en Jack el Destripador aparece explicando a la policía que están ante un imitador del famoso asesino. Este experto ha escrito un libro sobre el tema, conduce un tour para turistas por Whitechapel y tiene una página web sobre Jack. El experto ayudará al inspector en la investigación aportando toda la información posible sobre Jack y sus crímenes. Mientras los asesinatos continúan y la presión mediática aumenta. Aunque en principio nadie cree en la idea de un imitador las evidencias se acumulan y el grupo de investigación sigue sin tener ningún sospechoso. 

Mención a parte la presencia del actor Steve Pemberton como el experto en Jack el Destripador. Compone un personaje entre lo freaky y lo entrañable, con un aspecto clásico y una gran pasión por su trabajo. Poco a poco conforme se va involucrando en la investigación desc ubre la dimensión humana de los asesinatos, algo que lo desconcierta y horroriza pues hasta entonces su principal interés era Jack como figura histórica y no como asesino despiadado. Nunca se había preocupado por las víctimas. 

Estamos ante una serie de policias. Tenemos un caso, seguiremos las pistas, investigaremos, hasta que al final desentrañemos el misterio. Paralelamente asistiremos a las consecuencias del caso en la vida del grupo de policías. Bien hecha, bien interpretada y poco más. Resulta interesante si te gusta el tema de Jack. Aunque tras la primera temporada este caso se resuelve. En la segunda temporada se centra en otros asesinos en serie, no tan famosos como Jack así que a mi no llama tanto la atención. Lo cierto es que la figura del Destripador es muy atrayente y tras la resolución de ese misterio la serie pierde mucho interés.