La
actriz Julia Stiles tuvo la difícil tarea de hacernos olvidar a
Trinity, el sensacional oponente de Dexter en la cuarta temporada de
la serie. Tras doce capítulos cuasi perfectos y un final de infarto
que dejó a nuestro serial killer favorito totalmente perdido, creí
que la quinta temporada de la serie no tenía nada que ofrecerme. Me
equivoqué porque Lumen fue todo un descubrimiento, un regalo para
Dexter y para los fans, una luz de esperanza al final del túnel.
Lumen aportó muchas cosas a la serie: una historia de supervivencia,
una venganza bien orquestrada, unos malos malísimos liderados por un
fascinante Johnny Lee Miller, una incipiente historia de amor, la
curación emocional y física tanto de Dexter como de Lumen y la
certeza de que el protagonista es capaz de amar y ser amado.
Cuando
Dexter se encontró a la joven ella estaba a punto de morir. El ángel
de la muerte la salvó justo en el momento preciso, recogió los
trozos de la chica y la alimentó, la limpió, la curó. Físicamente
Lumen se recuperó aunque las cicatrices son para siempre. Dexter
creía que con eso era suficiente pero no, porque Lumen necesitaba
mucho más para recuperarse. Tras pasar por un infierno en su
interior despertó un oscuro pasajero. El odio la empujaba hacia
adelante, sabía que tenía que vengarse para poder seguir con su
vida, tenía que ver sufrir a aquellos que la violaron, que la
torturaron, que la asustaron durante ¿semanas?.
Lumen
aprendió a controlar su oscuro pasajero de manos de un maestro.
Guiada por la mano de Dexter sus ojos volvieron a brillar, volvió a
sonreír, volvió a confiar en un hombre y volvió a pensar en el
futuro con esperanza. Lumen y Dexter se necesitaban mutuamente. Ella
tenía que salir del agujero donde la habían dejado para pudrirse y
sólo él fue capaz de sacarla de allí. Dexter tenía que superar y
perdonarse por la muerte de Rita y ayudar a Lumen le mostró el
camino hacia el autoperdón.
Es
un hecho que Trinity mató a Rita y que Dexter, sin saber aún que su
hermosa mujer se hallaba muerta, acabó con Trinity. En apariencia
nuestro serial killer salió vencedor pero desde la tumba Arthur
Mitchell rió el último porque consiguió infligir un dolor
irreparable a su adversario. Rita murió porque Dexter se metió con
quien no debía, Rita murió porque Trinity sabía que eso
desequilibraría por completo a su enemigo. Dexter se siente y se
sabe culpable. Rita murió por él, puede que Trinity fuera la mano
pero el que permitió que todo sucediese fue Dexter. Por eso cuando
rescata a Lumen de la muerte, cuando la cura y la instala en su casa
sabe que tiene que hacer todo lo que sea posible por ella. Además si
para ello tiene que matar a algunos malos mejor que mejor.
Lumen
y Dexter avanzan con un plan en mente, matar a los hombres que
torturaron, violaron y mataron a doce mujeres y que casi acaban con
Lumen. Cada hombre asesinado es un acto de justicia a ojos de la
pareja. Dexter da forma con su oscuro pasajero al de Lumen y ella se
deja llevar por que todo su ser clama venganza, sangre y muerte. Nada
la detendrá hasta conseguir su objetivo ya que su cruzada es
legítima.
Dexter
se siente bien consigo mismo y poco a poco se irá recuperando de la
pérdida de Rita gracias a la presencia de Lumen. Tenerla cerca,
ayudarla, curarla, trazar planes juntos y matar en pareja es algo que
provoca un efecto sanador en Dexter. En Lumen el cambio también es
evidente; sus ojos vuelven a brillar, sonríe ocasionalmente, confía
de nuevo en un hombre y vuelve a pensar en el futuro con esperanza.
Dexter
ejerce como mentor/amigo/amante de la joven. Le enseña a acechar, a
buscar pistas, a matar. Ambos forman un dúo que se complementa a la
perfección. Él moldea al oscuro pasajero de Lumen hasta que llega
el momento en el que las manos, hasta entonces inocentes de la chica,
arrebatan una vida humana. Ese alto grado de intimidad para Dexter es
muy raro, esa confianza total en otra persona es difícil de alcanzar
pero sabe que ella es la adecuada, que ella es la perfecta compañera.
Él nunca había podido conectar con alguien como lo hace con Lumen,
y Lumen nunca podría llevar a cabo su venganza sin Dexter. Son
perfectos el uno para el otro pero incluso las cosas perfectas se
rompen.
El
hecho que hace de Lumen una persona única y un personaje memorable
es que es consecuente consigo misma y con sus circunstancias. Una vez
terminada su venganza, su oscuro pasajero desaparece para siempre.
Ella no es como Dexter, no necesita matar para sobrevivir, no
necesita ocultar lo que es. Lumen hizo lo que hizo y se sabe
justificada, pero también sabe que nunca más volverá a hacer algo
como eso porque su ira, su sed, su deseo de muerte desaparecieron con
Jordan Chase. En cambio Dexter nunca podrá detenerse, matar forma
parte de él, es lo que es. Lumen lo sabe y sabe que no podrá tener
una vida a su lado por eso tiene que irse. Para bien o para mal,
abandona al hombre que le devolvió a la vida y se separan mejor de
lo que se encontraron. Ambos se necesitaban, ambos se ayudaron y
aunque hay amor entre la bella Lumen y el siniestro Dexter, lo suyo
es algo que no puede florecer.
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