A David Duchovny siempre se le recordará por ser el agente especial Fox Mulder, y haga lo que haga, diga lo que diga no podrá quitarse el sanbenito de la serie de éxito que le catapultó a la fama. Parece que por fin lo ha entendido.
Vamos a ver, Expediente X tuvo 201 episodios, nueve largas, larguísimas temporadas. Se inició en el año 1993 y terminó en el 2002. Incluso hicieron una película. A partir de la séptima temporada Duchovny decidió que ya era hora de probar en el mundo del cine. Antes de la serie había hecho sus pinitos En Beethoven, Chaplin o Kalifornia. Nada memorable ni destacable.Así que tras conseguir fama mundial se dijo así mismo: "Tío ahora si pasa de la mierda de Chris Carter y haz cine".
Bien, cine hizo. Mucho no. Bueno, ejem tampoco. Solo se salva "Evolution" porque tuvo una aceptación en taquilla aceptable y su cameo en "Zoolander". Entonces, el pobre hombre se dio cuenta de que solo tenía una cosa que hacer: Dirigir su propia película. Donde actúa su mujer Tea Leoni y él mismo.
"Delitos menores" nos cuenta la historia de un joven que vive con su madre soltera mientras se cría en el Greenwich Village de principios de la década de los 70. El filme resigue las hilarantes y profundamente emotivas aventuras de este chico y de su mejor amigo, el poco iluminado conserje de su instituto. La historia salta del pasado al presente a voluntad mientras el joven, ahora un adulto, trata de resolver la confusión que le embarga en cuanto a su actual relación sentimental buscando las claves de su pasado y de la relación secreta que mantuvo con una mujer misteriosa, quien se hallaba encarcelada en la infame prisión para mujeres que estuvo en pleno Greenwich Village durante la mayor parte del siglo XX.
Es decir: drama sensiblero hasta la saciedad, lleno de buenas intenciones y con un Robin Williams totalmente pasado de rosca. La película es del año 2004. Y aquí fue cuando David tuvo su revelación, debía volver a la tele. Allí le querían. Así que trazó un ambicioso plan.
Parte 1 del plan: Retomar el personaje que le había hecho famoso. Por eso esa nueva película sobre la serie X más famosa de los 90. Se espera para este año.
Parte 2 del plan: conseguir otra serie de éxito. Californication ha sido su tabla de salvación profesional. El 13 de agosto del 2007 se iniciaba la andadura de esta nueva serie por la cual Duchovny ha sido galardonado con el globo de Oro al mejor actor de comedia. !Bien!
Con esto llegamos a la conclusión de que si te va bien en la TV, entiendo que quieras medrar, ver nuevos horizontes, retarte a ti mismo como actor. Gracias a Dios la TV de este nuevo milenio, está mucho más evolucionada que la que vio nacer a Expediente X. Hay historias increibles, personajes arriesgados, puestas en escena novedosas, y un largo etcétera.
David Duchovny ha vuelto a la TV y todos damos gracias por ello. Gracias a Showtime, gracias a Californication y gracias a todos los productores de cine que creyeron que David no servía para la gran pantalla.
Rob Morrow es un caso similar. Aunque su Doctor en Alaska nunca tuvo el impacto mediático de Expediente X, con el paso de los años se ha convertido en una serie de culto a reivindicar.
Rob hizo sus pinitos antes de llegar a Cicely (Alaska) pero no son dignos de mención. El reconocimiento le llegó por interpretar al Doctor Joel Fleischman. Entre 1990 y 1995 su vida en Alaska dio para mucho. A mediados de la sexta y última temporada de la serie Morrow se fue para probar suerte en la gran pantalla. Había estado en Quiz show en el año 94, dirigida por Robert Redford y creyó que estaba preparado. !Ah, vanidad!
Bien, pues después de eso la nada. Apariciones esporádicas en alguna película, con papeles secundarios, siempre en la misma línea. Vamos, penoso. Tuvo que agachar la cabeza, se dio cuenta de que el cine no era lo suyo, hizo examen de conciencia y volvió al lugar donde había sido un Dios; la TV.
Está en Numb3rs, la serie de los hermanos Scott (Ridley y Tony). La serie se empezó a emitir en enero del 2005 y ya va por su cuarta temporada. Aquí interpreta a Don Eppes, jefe de la unidad de delitos del FBI de Los Ángeles. Otro que tuvo que aprender la lección por las malas. Una lástima.
Casos como estos ha habido varios, algunos más sangrantes que otros. El paso de la TV a la gran pantalla no siempre sale bien. Hay actores que se quedan encasillados en sus personajes tras varios años interpretándolos y es muy difícil que el público se adapte al cambio. Otros sin embargo saben que son carne de TV y viven de ella y para ella. Pasan de una serie a otra con facilidad, sin traumas, haciendo grandes trabajos y con buenos personajes.
Antes se decía que cuando un actor de cine se iba a trabajar a la TV era un fracasado. Hoy por hoy, muchos darían lo que fuese por tener una serie de éxito en la que poder participar.
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