Miami y Dexter

Me encanta el Miami que se puede ver en Dexter. Es un Miami lleno de vida, de color, de música, con cubanos y cubanas mezclados con los americanitos, donde la gente suda a mares porque el calor se te pega al alma, una ciudad luminosa, al pie del mar. Esa es la imagen de Miami, pero la ciudad por dentro, en su corazón también es oscura, peligrosa, plagada de amenazas. Es una ciudad en la que no te puedes confiar porque a la vuelta de la esquina puedes encontrarte con la muerte o peor aún con Dexter Morgan.

La Miami donde vive Dexter no es como la Miami donde vive Horatio (CSI Miami). En la ciudad de Horatio la gente viste de negro (que locura con el calor que hace), todos son guapos, esculturales y tiene pasta, nadie suda (increible), se resuelven todos y cada uno de los asesinatos aunque los cadáveres aparezcan en la panza de los caimanes. El Miami de Horatio es un Miami sin alma, donde apenas se ve a los cubanos, donde la gente solo habla inglés, donde todos conducen coches enormes.

Para Dexter Miami no es así, y ciertamente no lo es. Miami en Dexter es una ciudad viva, palpitante, me encanta que se hable spanglish en Dexter, me encanta que Dexter de repente suelte una palabra en español con ese acento yanki. Me gusta que beban mojitos, que bailen al son son del reggeaton, que coman marisco, que jueguen al dominó, que haya gente fea y que no necesariamente sean los malos, que la gente sude. Coño que allí hace mucho calor y hay mucha humedad lógico que suden. Me gusta que los crímenes no se resuelvan, es imposible resolver todos los crímenes y menos aquellos que no sabes que se han cometido.

En el fondo él es como Miami, a primera vista amable, simpático, guapo; pero su interior es oscuro, cruel, letal. No creo que la serie funcionase en otra ciudad. No me imagino a Dexter paseando por Central Park o en Chicago o en Los Ángeles. No. Miami y Dexter son iguales, es la ciudad perfecta para él. La entiende, la comprende, le gusta, la disfruta. Se necesitan.