Mucho se habla de la falta de ideas en Hollywood, vemos como las películas se convierten en sagas, sacando de la generalmente misma idea tres, cuatro o cinco películas. Los remakes se cuentan por cientos y hemos llegado a un momento en el que las películas antiguas se agotan y deciden hacer remakes de clásicos modernos (ejemplo del no muy lejano Robocop), es decir, de películas que no llegan a los treinta años. Existen las preculeas o el seguir las andanzas de algún personaje relevante de la película. También se está abusando mucho del mundo del cómic, en breve todos los superhéroes tendrán su propia película y las habrá corales (X-Men y los futuros Los Vengadores)... la falta de imaginación en la meca del cine brilla por su ausencia.
Sin embargo el mundo de la pequeña pantalla está en plena ebullición. Series, series y más series, guiones, guiones y más guiones, ideas, muchas ideas. La televisión americana está dando lo mejor al mundo, grandes tramas (The Wire), grandes personajes (Tony Soprano), grandes series (elige la que más te guste).
¿A qué viene todo esto? Estoy indignada. Sin duda alguna vivimos en una época donde las grandes ideas vuelan rápidamente de un lado a otro sin control y en la que la democratización de la cultura es ya un hecho por mucho que la SGAE esté ahí dándonos el coñazo. Muchas veces viendo la televisión o en el cine vemos copias, por mucho que algunos insistan en llamarlas homenajes (que haberlos haylos como las meigas), copias descaradas de situaciones, diálogos o la misma historia contada de nuevo pero con más o menos presupuesto o con caras más o menos conocidas. Si, es así y lo asumo, pero me molesta mucho. Por eso, ayer por la noche, cuando estaba viendo un trozo de Aída a punto estuve de tirar la tele por la ventana.
Aquellos que veáis CCAVM sabréis de lo que estoy hablando. La trama de Chema, el tendero calvo era la siguiente: Chema, hombre romántico y empeñado en conseguir una mujer que le acompañe durante toda su vida, se enamora de una chica guapísima. Así que para coincidir con ella y poder entablar una conversación y decirle lo que siente decide organizar una fiesta de disfraces. La fiesta se realiza en casa de la prostituta (que ahora no recuerdo el nombre) pero la chica en cuestión no viene. Chema la llama y bla bla bla la invita de nuevo a la fiesta porque resulta que no era ese día (pongamos viernes) sino al siguiente. Así que por segundo día consecutivo organizan la fiesta. ¿Os suena? Y como la chica tampoco viene a la fiesta, los mismo del día anterior y tercer día de fiesta.
!Oh sorpresa! - piensa el guionista-. Si no hubiese visto CCAVM nunca, jamás se me habría ocurrido algo así. Y oh como yo soy un guionista (chico, chica) guay y enterado que ve series como CCAVM supongo que el público que ve la serie que yo guionizo (Aída) no lo hace porque ... yo que sé, no deben ser tan guays como yo (me abstengo de decir otros adjetivos que se me pasan por la cabeza). Seguramente que ni siquiera saben quien es Barney jejejeje, y mis jefes, pues o son unos listos como yo o tampoco ven la serie.
Y así va la tv española. Con este tipo de homenajes descarados, tomando a su público por perfectos imbéciles. Triste muy triste. Lo que más me jode es que para eso que no le paguen, que corten y peguen fragmentos aleatorios de los guiones de Friends, CCAVM, Seinfeld, Cheers... y alá. Total el público no se va a dar cuenta. Grandes guionistas españoles, si señor. Luego nos extraña que la ficción de este país sea una puta mierda. Está bien mirar más allá del Atlántico para inspirarnos, para ver como hacerlo bien, para ver otras vías y otras formas de contar historias pero no me copies tramas completas.
3 comentarios:
ya me di cuenta yo ayer mientras lo veia que esto es muy fuerte! ademas no es la primera vez que lo hacen en aida, que esta llena de mini plagios.
Se llaman homenajes...
A mí también me llamo la atención de que es un poco descarao cuando lo estás viendo. Si no puedes meter otra trama, mejor no la metas, pero no hagas esto...
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