martes, 10 de febrero de 2009

Un plan genial por su simplicidad

Este fin de semana llegó a nuestras manos una nueva serie de la que no habíamos escuchado hablar. Se trata de la adaptación para la televisión, en este caso para el canal ABC Family, de un cómic de Javier Grillo-Marxuach y Les McClaine titulado The Middleman. La primera temporada consta de 12 episodios que fueron emitidos durante el pasado 2008 y este verano saldrá el DVD. Creí nada más verla que la serie seguramente había sido cancelada. Lo cierto es que he buscado por la red información y no he encontrado ningún indicio acerca de su cancelación, cosa que me ha hecho muy feliz porque espero poder disfrutar de más episodios de The Middleman.

La serie es una comedia familiar pero es tan friki, está tan plagada de referencias culturales (cómics, libros, series, literatura) y sus problemas suelen ser tan "exóticos" como dice el propio Middleman que merece la pena ser vista. Es una serie sin pretenciones, con mucho sentido del humor y de la autoparodia, que sólo aquellos que se atrevan a verla sin ningún tipo de prejuicio serán capaces de apreciar en su justa medida.

Todo comienza cuando Wendy Watson (Natalie Morales), una joven artista se enfrenta a un monstruo creado por los laboratorios de ADN donde trabaja de recepcionista. En mitad de su lucha aparece un hombre que se hace llamar The Middleman (Matt Keeslar) y que la salva de ser engullida por la bestia. Aunque también le dice que no diga nada sobre lo sucedido o tendrá que matarla. Al poco nos encontramos con que Wendy no encuentra trabajo hasta que una misteriosa agencia de trabajo temporal se pone en contacto con ella y .... bueno el resto es historia. La agencia es la tapadera de la base de operaciones de The Middleman que la recluta para que sea su "asistente". Entre sus misiones estará salvar al mundo de los extraterrestres, los vampiros, los zombis trucha, los gorilas superinteligentes, los súcubos, un fantasma del Titanic y toda suerte de supergenios malvados. Aún así Wendy no renunciará a su faceta artística pero cada vez se involucrará más y más en el trabajo del Middleman. ¿Quién podría decir que no a un trabajo tan emocionante?


Wendy vive en un enorme piso de artista con su compañera Lacey, una joven activista por los derechos de los animales y también artista, bastante superficial y naif que al principio se enfada por los continuos desplantes de su amiga dado que su nuevo trabajo absorbe casi todo su tiempo. Frente a su puerta siempre está Noser un cantautor y Pip el dueño del hijo del edificio que sueña con ser artista aunque no tiene ni pizca de creatividad.

El equipo de The Middleman está formado por el propio Middleman, un exmarine con pinta de boy scout, alto, guapo, que bebe leche y que siempre está dispuesto para salvar al mundo. Un hombre seguro e inteligente que siempre hará lo necesario para proteger a los inocentes al más puro estilo Superman. Atento, educado, nunca dice un taco y usa expresiones como Por la sábana santa de Turín, Santo Vesubio o Macarrones sin queso. Un tipo encantador vaya donde vaya que tiene totalmente enamorada a Lacey, la compañera de piso de Wendy. Desconocemos mucho del pasado del Middleman aunque se nos van dejando pistas poco a poco. En uno de los episodios conoceremos a un Middleman de los años 60 (este episodio es toda un homenaje a las pelis de Bond) interpretado por Kevin Sorbo. Los Middleman parece que han existido durante años. Uno escoge un ayudante que será llamado a sucederle cuando muera. Disponen de la más alta tecnología, de una base de operaciones y de Ida, un robor con pinta de mujer de mediana edad insufrible que hace que las armas aparezcan y que todo el entramado de conexiones del Middleman funcione. Ida no soporta a Wendy. Sin embargo el Middleman no tiene ni la más remota idea de quienes o que es su jefe. Es la Organización Demasiado Poderosa Para Ser Nombrada como prefieren llamarla entre los del grupo.


La relación entre Wendy y Middleman es perfecta, ella aporta el lado cínico y crítico mientras que él se rige por un código de honor un tanto anticuado e infantil. Hay momentos buenísimos como cuando Middleman le cuenta que debería hacer un pequeño testamento cada vez que va a una misión y entonces le enseña los suyos. O el episodio en el que se quedan atrapados dentro de su base y se pasan todo el tiempo haciendo referencias a La Jungla de Cristal.

La temporada está compuesta por episodios todos ellos autoconclusivos en los que se enfrentan al malo de la semana. Aunque en los dos últimos episodios se empieza a perfilar una posible trama subyacente para la siguiente temporada que seguramente tenga que ver con el novio de Wendy.

Divertida, no muy original pero si muy divertida, The Middleman es mucho más de lo que parece. Ya sólo viendo el episodio donde Wendy viaja a una realidad paralela y Middleman es Serpiente Pliskin te enamoras de esta serie para toda la familia y todos los frikis. Así que recomiendo darle una oportunidad a esta serie. La primera temporada consta de doce episodios, a cada cual más loco y mas friki. En serio una auténtica gozada.

3 comentarios:

Un telespectador más dijo...

Juer, que bien la has vendido eh, pondré a mi ordenador a trabajar en ella pero ya xDDD

Ya te comentaré más cuando le eche un primer vistazo.

Saludos!

Anónimo dijo...

Se dice Plissken, Serpiente Plissken.

Rebeca Sánchez dijo...

Jur.. perdón snake, mi inglés nunca ha sido muy bueno.

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