jueves, 30 de julio de 2009

No me sueltes




Las manos nos permiten tocar. Es su función principal. Tocar nos ayuda a sentirnos conectados a otra persona, y esa conexión nos mantiene unidos y nos permite relacionarnos. Gracias a ellas hacemos cosas, sentimos cosas. Las manos sirven para enfatizar o puntualizar un pensamiento o discurso. La mano nos relaciona con el entorno y con los demás. Transmite muchas cosas.

¿Y a qué viene esto? Bueno, viendo el Doctor Who siempre hay una cosa que me ha llamado poderosamente la atención. Por lo general, cuando echan a correr, algo que sucede bastante, el Doctor coge de la mano a su acompañante y zas, salen por patas. A mi esa forma de correr, agarrados de la mano, siempre me ha parecido bastante contraproducente pues ralentiza la velocidad de escape. Eso es algo que cae de cajón. Pero aún así siempre las coge de la mano y las arrastra en su frenética huida. ¿Por qué? Para mi no tenía lógica hasta que ayer vi un episodio que me dio una idea.

Ahora ya lo entiendo o mejor dicho, tengo una teoría que me gusta para eso. Creo que es como cuando le das la mano a un niño pequeño al caminar. Lo guías ante lo desconocido para que no se pierda, para que no se dañe, para que lo consiga. El Doctor hace lo mismo con ellas, las protege y las pega a él para estar cerca por si le necesitan. Nadie se queda atrás, o vamos los dos o no va ninguno. Es un gesto lleno de ternura y cariño. Es como un padre preocupado por la seguridad de sus hijos, es un buen amigo que te lleva por el camino correcto.



El Doctor, tan acostumbrado a perder a los que quiere, intenta de esa forma primaria proteger a los suyos. Es uno de los gestos más básicos de los seres humanos. Vale, él no es un ser humano pero como si lo fuera además ellas si que lo son y necesitan ese contacto, ese conforto para poder seguir adelante corriendo mientras el Vesubio estalla a su espalda.

También es un gesto de complicidad. Te cojo de la mano porque vamos a descubrir este nuevo lugar, esta nueva época y somos como dos niños en un parque de atracciones. Disfrutamos juntos del viaje, de la aventura y nos cogemos de la mano porque nos une aún más.



Corre, coge mi mano, no la sueltes, permanece a mi lado. Seguiremos juntos, volaremos en la TARDIS, tú y yo. Por muy mal que vaya todo lo conseguiremos. Coge mi mano. Sígueme, te pondré a salvo. Soy el Doctor, no permitiré que nada malo te sucede,estarás bien. Pase lo que pase, no me sueltes.

Será divertido, veremos todo lo que tú quieras y más, te llevaré a lugares que no puedes ni imaginar. Coge mi mano, sonríe, seguimos adelante. Juntos. No me sueltes o te perderé, no me sueltes porque me quedaré solo y no quiero estar solo. No quiero sufrir si te vas, coge mi mano y no te sueltes por nada. Sigue conmigo.

5 comentarios:

satrian dijo...

El otro día también hice algo parecido en mi crítica con las manos en Harry Potter y como se centraban en ellas en escenas importantes, pero es cierto que son una guía en esta serie, la conexión a la aventura o la salvación.

torpe dama dijo...

La verdad es que yo no me lo había planteado así. Es cierto que, sobre todo con Rose, había algunos primeros planos de las manos que se cerraban, pero no le di más importancia. Ahora veo que nada es gratuito.

Thursnext dijo...

Un detalle tan simple ha adquirido un nuevo significado para mí, me encanta recrearme en los detalles. Mola!

Rebeca Sánchez dijo...

Me alegro de que os guste, la verdad es que para mi es un detalle muy importante. El otro día estaba viendo el episodio doble de la cuarta temporada, el de la biblioteca, hay un momento en el que como no se ponen a correr, y una mujer coge la mano del doctor nada más empezar a moverse. Ese detalle te hace ver que es algo habitual, que no es la primera vez que corre a su lado, que hay conexión. Me encantó.

Sunne dijo...

sin duda el gesto de la mano del Docta es grande.

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