Una de las nuevas propuestas que la HBO ha puesto sobre el tapete se titula Bored to death, algo así como muertos de aburrimiento. Hace dos días escasos que vi el piloto y me gustó.
La serie está rodada en Nueva York, en un barrio tan genuinamente yanqui como es Brooklyn. Aprovechando bien la estética de un barrio tan reconocible como éste las imágenes que se nos muestran están impregnadas con ese toque de cine negro, un aire noir. La ambientación está sumamente cuidada y eso es algo que se nota, se agradece y se disfruta enormemente.
En Brooklyn vive el protagonista de esta historia, Jonathan Ames (Jason Schwartzman), un escritor al que su novia ( Olivia Thirlby) acaba de dejar porque no tiene metas en la vida y se pasa el día bebiendo vino, eso sí blanco, y fumando porros. Conoceremos también al jefe de Jason, un Ted Danson en estado de gracia obsesionado con la marihuana y muerto de aburrimiento a pesar de su holgada posición social, y también a Ray ( Zach Galifianakis) dibujante de cómics en plena crisis de pareja.
Preso de la desesperación, Jonathan, que es incapaz de terminar su segunda novela, la más difícil por cierto, decide poner un anuncio en clasificados ofreciéndose como detective privado, advirtiendo antes de que no tiene licencia pero que está dispuesto a ayudar. Amante de los libros de Raymond Chandler debe pensar que su vida se convertirá en una novela negra con whiskey, mujeres fatales y humo de tabaco. Pero la vida real no es como en los libros, la gente no te habla a no ser que le pagues o pueden ser violentos o bordes, además un pijin como Jonathan no impresiona mucho y en algunos lugares es presa fácil. No hay más que ver el momento en el que intenta hacerse el duro bebiendo whiskey a palo seco.
El casting de la serie me parece de lo más acertado. Jason Schwartzman tiene la pinta de judio de clase media, inteligente, neurótico, que se pasa el día fumando porros, desencantado y algo perdido que el protagonista necesita. Viendo el piloto no pude evitar pensar en lo parecido que me resulta este actor con Luke Wilson. Además de ser un actor relacionable con Wes Anderson, la serie me parece que toma prestados lugares comunes del cine de Anderson, con el cual es muy identificable pero también con el de Woody Allen, tenemos Nueva York, un judío neurótico en plena crisis existencial, unos amigos extravagantes que le apoyan... muy Allen pero no demasiado.
Ted Danson, el jefe aburrido, hastiado de la vida, pasado de rosca, con sonrisa ladina y aires de superioridad. Me encantó. Espero mucho de este personaje y no creo que me decepcione, al menos estamos ante un gran actor que siempre sale airoso de los retos interpretativos que afronta.
Pero mi corazón, y eso que solo he visto el piloto, ya es para Ray, el amigo gracioso obsesionado con el sexo, dibujante de cómics. El momento en el que discute con su pareja en la calle porque se fue de la cama durante la noche es enternecedor.
El creador de la serie es TACHAN Jonathan Ames, un escritor TACHAN, que si es capaz de escribir su segunda novela y también cómics. Parece ser que esta serie, totalmente escrita por él, es su homenaje al cine negro. También es el productor ejecutivo y supervisa todo, absolutamente todo lo relacionado con su particular obra. En este blog podréis recavar más información.
Yo no soy mucho de juzgar las series por los pilotos, prefiero verme al menos cinco episodios antes de valorar algo, porque nunca se sabe, siempre te puedes llevar una sorpresa pero este piloto me gustó. El humor sutil, lo surrealista del planteamiento, la diatriba del protagonista, la ciudad, la música (magnífica) y unos titulos de crédito preciosos que dejo aquí para que todos podamos disfrutarlos. Además la serie solo dura media hora, una delicia.
1 comentario:
Visto el piloto me parece de lo más indie, al principio hasta me ha recordado a cualquier peli de Woody Allen. Qué invento éste. La cuestión es: ¿el público que ve perplejo True Blood está preparado para un producto tan elitista como éste? Ya se verá...
Saludos!!
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