Ya han pasado unos cuantos meses desde que Treme despidió su primera temporada de 10 capítulos y tengo que deciros que las dos imágenes que recuerdo con más claridad son la de un coche abandonado en un parking por un hombre que nunca regresará a su hogar y Ladonna (impresionante Kandhi Alexander) en una explanada rodeada de camiones frigoríficos repletos de muertos por el huracán. Dos imágenes poderosas que no desaparecerán nunca de mi mente. Dos momentos que te aceleran el corazón y ponen lágrimas en tus ojos. Momentos que cortan el aliento y elevan la televisión a la categoría de arte.
Treme es una serie para paladares finos, instruidos. Para degustar con calma, para apreciar pasado el tiempo dejando que las ideas y la música se filtren poco a poco en el cerebro. Treme es real y dura pero no por ello carece de belleza. En el fondo hay un poso de esperanza en la historia, una redención a través del dolor, aunque no esté al alcance de todos los personajes pero lo veo en la sonrisa de Davis y lo escucho en las melodías de violín de Annie.
No he visto The Wire, serie anterior del creador de Treme y en donde se mueven varios actores que ahora pululan por Nueva Orleans. Sé lo que es, lo que ha significado para la historia de la televisión, lo que cuenta y cómo lo cuenta. Incluso me he leído el libro de la editorial Errata Naturae sobre The Wire. Este año me he propuesto verla. Pero como aún no lo he hecho no puedo decir si Treme es mejor o peor, si su estilo narrativo se mantiene, si los actores se repiten en su interpretación, si las historias se parecen, si Baltimore y Nueva Orleans son hermanas gemelas... pero si puedo decir que la música de Treme es única y se te mete dentro, que John Goodman está soberbio y que ojalá Janet consiga congraciarse con una ciudad tan ingrata con la cocinera.
¿Existiría Treme sin The Wire? ¿The Wire sin The Corner? Y así hasta el inicio. ¿La nueva televisión sería lo que es sin David Simon? ¿Sin la HBO? No. A veces se dan las condiciones propicias para la genialidad. A veces los buenos creadores, el buen trabajo, se ve recompensado. A veces los huracanes mueren en el océano antes de tocar tierra. Muchas veces la realidad es la mejor ficción.
4 comentarios:
A mí la que se me ha quedado grabada a fuego es la imagen del coche vacío en el aparcamiento. Me dejó entonces con un nudo en la garganta y lo sigue haciendo ahora ;).
¡Que no has visto The Wire!, amos, amos, ahora mismo te pones con ella :P
Es otro retrato de los barrios y las gentes de una ciudad magnífico en este caso Baltimore, con esta no te puedo meter prisa porque como Treme hay que saborearla despacio.
Y estoy contigo, imágenes que no se te borran de la mente, es cierto que ha pasado el tiempo desde que acabé la temporada y ese coche en el puerto vuelve y vuelve a mi mente, maravillosa Treme.
Yo estoy con ella ahora, voy más o menos por la mitad y me está calando poco a poco. Música, imágenes y personajes, se funden a la perfección, con la historia de una ciudad a la que aman por encima de sus miserias.
En cuanto puedas ponte con The Wire.
Mina Harker, es un momento muy duro, más que nada porque Creighton era un personaje como la copa de un pino y es muy triste ese final para alguien tan grande, en todos los sentidos.
satrian, no no la he visto si si lo sé :) debo verla pero lo he estado posponiendo tanto tiempo que a veces hasta ni me apetece pero sé que tengo que hacerlo.
Watanabe, poco a poco, es lo mejor, además pasan los días y te sorprendes recordando una canción, una imagen una mirada de la serie... se te mete dentro.
Publicar un comentario