Lost Girl, infumable

Lost Girl es una nueva serie canadiense que debe llevar apenas cinco capítulos emitidos. Se emite en el canal Showcase y por el bien de la humanidad espero que no pase de su primera temporada.

La trama se centra en Bo (Anna Silk), una hermosa y decidida mujer que descubre en el piloto que es un súcubo. Según nuestra mitología el súcubo es un demonio con forma de mujer que seduce a los hombres introduciéndose en sus sueños y pensamientos, para poder tener relaciones sexuales con ellos. Suelen ser seres de gran belleza, sensuales y lascivos. Bo es capaz de robar la energía a las personas y matarlas en el proceso, puede seducir a cualquiera con solo tocarle, es fuerte, valiente y quiere llevar una vida tranquila y normal. Evidentemente ser un súcubo hace que esas aspiraciones sean imposibles.

En el piloto también descubría la existencia de más seres sobrenaturales, hadas, que la invitaban a unirse a alguno de los dos bandos existentes, los buenos y los malos, la luz y la oscuridad... vamos lo de siempre. Bo, rechaza la oferta ya que prefiere no tener que rendirle cuentas a nadie. Al estar fuera del sistema establecido por las hadas muchas de ellas acudirán a la súcubo para que solucione sus problemas. Paralelamente Bo intentará descubrir el misterio de su origen ya que todas las hadas están desde su nacimiento adscritas a un bando y ella se ha criado en la más absoluta ignorancia sin conocer su pasado ni la existencia de más seres como ella.

La capacidad de seducción de Bo puede usarse tanto sobre hombres como mujeres lo que da lugar a escenas muy tórridas con ambos sexos. Algo que se agradece porque en otros canales se reservarían su influencia solo en "machos". Sin embargo es evidente, desde el primer capítulo, la predilección de Bo por los hombres, en especial por el detective Dyson (Kris Holden-Reid), que también es un hada (sabremos rapidamente de que tipo). La atracción entre ambos es más que evidente y mientras él permanece leal al bando de la luz oculta cosas a Bo sobre su pasado.

La amiga/compañera/socia de Bo, es una raterilla de pelo negro e inmensos ojos azules que la ayudará en sus aventuras y compartirá casa con la súcubo. Su relación comenzó en el primer capítulo cuando Kenzi (Ksenia Solo) está a punto de ser violada y Bo la salva. Es la típica chavalita deslenguada, alegre, vital y totalmente despreocupada que adora el dinero y que flipa con el mundo de las hadas. Y para redondear el tópico se le dan bien las nuevas tecnologías.

Lost Girl es una serie de manual. Todos los capítulos que he visto hasta ahora se parecen, las tramas son previsibles y ni siquiera la aparición de nuevas hadas hace ameno el episodio. El tercer capítulo me lo pasé bostezando y eso que revelan que tipo de hada es el policía sexy fuente de tensión sexual, en este caso, ya resuelta. Pero ni con esas me pude quedar quieta cuarenta minutos viendo la serie. Lo que me da rabia es que Los Girl tenía todos los ingredientes para ser una serie que me gustase; tiene una protagonista fuerte, carismática; un elemento masculino digno de interés que además es de un tipo de hada que me encanta; un misterio familiar; seres sobrenaturales; lucha de poder entre el bien y el mal. Lo tiene todo pero me aburre, me aburre soberanamente y sé que no es culpa mía. Los capítulos no tienen ritmo, están mal narrados, la acción es previsible y no saben aprovechar bien la potencialidad de las hadas ni del misterio. Hasta Embrujadas era más entretenida a la hora de plantear nuevos demonios y hechiceros.

Así pues, con todo el dolor de mi corazón, voy a dar carpetazo a Lost Girl. He visto cuatro capítulos y no puedo más. Me aburre, me desespera y me enfada. Además tengo que hacer sitio para todas las demás series. Casi nunca suelo tirar la toalla con las series. Es muy raro pero en este caso haré una excepción. Adiós Bo.