Creo que nunca he hablado de Modern Family en el blog, puede que alguna pequeña mención pero nunca le he dedicado un post, así que ha llegado el momento de subsanar ese error. La serie cerró su cuarta temporada el pasado 22 de mayo, y tras cuatro años, 96 capítulos, varios Emmy, un Globo de Oro y una larga lista de premios y nominaciones ha logrado conquistarme.
Mi relación con Modern Family no fue fácil. Empecé a verla cuando ya estaba finalizando su segunda temporada y no estaba en mi lista de comedias favoritas. La tenía en el disco duro porque no molestaba, porque era ligera y medianamente entretenida, porque tenía algún punto divertido y porque había un par de personajes que me resultaban simpáticos (Phil y Claire); sin embargo no acababa de cogerle el punto a esta comedia coral filmada con estilo mockumentary. "El roce hace el cariño" que dice el dicho, y la serie se fue quedando conmigo hasta que, no se cuando no se como, empecé a seguirla semanalmente, a esperar que saliese un nuevo episodio, a preocuparme por las andanzas de los Dunphy y los Pritchett. Las tres familias me conquistaron. Fue un proceso lento que se llenó con sonrisas, carcajadas y lágrimas porque lo que logró convencer definitivamente fue el dulce equilibrio entre los momentos cómicos y los duros reveses que la vida puede infligir a una familia.
La tercera temporada se despidió con el capítulo Baby on Board, en el que Cameron y Mitchell decidían, tras una serie de catastróficas desdichas, renunciar a la idea de adoptar otro niño mientras que Gloria descubría que estaba embarazada. El nuevo miembro de la familia Pritchett, Fulgencio, no llegaría hasta el capítulo 12 de la cuarta temporada, así que pudimos ver cómo el embarazo afectaba a Gloria y a todos los que la rodeaban - aunque Claire solo se preguntaba cuan gorda se pondría la colombiana-.
De esta temporada destaco los capítulos Schooled cuando Claire y Phil llevan a Haley a la facultad. Siempre admiraré la capacidad de los guionistas para convertir a estos dos, con sus defectos por separado, en la pareja ideal, en unos buenos padres y en una fuente constante de humor y ternura. En Mistery Date tuvieron como estrella invitada a Matthew Broderick, el famoso Ferris Buller formaba parte de la trama de Phil sobre equívocos sexuales, no tenía desperdicio. Cameron subido a un árbol y disfrazado para el musical Cats en When a Tree Falls o la apocalíptica visión del futuro de Haley, Alex y Luke en The Future Dunphys, fueron algunos de los mejores momentos de la temporada. El broche lo pusieron los dos capítulos finales Games People Play con las tres familias atravesando sus pequeñas crisis, mención especial para la competitividad de Mitchell en las pruebas gimnásticas de la pequeña Lily (que gran acierto de casting); y el emotivo y lacrimógeno Goodnight Gracie que nos lleva hasta Florida para asistir al entierro de la madre de Phil.
Sin ser perfecta la temporada si me ha parecido muy acertada, muy lograda; con algunos capítulos memorables y muchos gags para el recuerdo. Un humor entre lo entrañable y lo sibarita, mezclando diálogos francamente divertidos con la comicidad física de algunos de los protagonistas como Ty Burrel o Jesse Tyler Ferguson.
Lo único que me chirría en el conjunto es Manny (Rico Rodriguez), un personaje que hace tiempo que se ha desgastado y con el que no saben muy bien que hacer. Sin embargo es evidente que los guionistas saben buscar salidas y tramas para el resto del reparto; de ahí la relevancia que ha adquirido esa pequeña Lily que tiene momentos muy grandes y el cambio que ha sufrido Haley tras ser expulsada de la universidad. Un cambio que se evidencia en pequeños detalles pero que está ahí y que hace que el personaje sea mucho más rico e interesante. ¿El resto? Impecables, pero es que el timing cómico funciona con precisión y las solidez de los guiones remata los chistes a un alto nivel.
La serie contará con una quinta temporada, sus audiencias siguen siendo positivas, superando los diez millones y la ABC seguirá apostando por Modern Family mientas mantenga estas cifras y los premios se sigan acordando de ella. En la quinta temporada celebrarán los cien episodios, me pregunto qué estarán tramando para tan señalada fecha.
Lo único que me chirría en el conjunto es Manny (Rico Rodriguez), un personaje que hace tiempo que se ha desgastado y con el que no saben muy bien que hacer. Sin embargo es evidente que los guionistas saben buscar salidas y tramas para el resto del reparto; de ahí la relevancia que ha adquirido esa pequeña Lily que tiene momentos muy grandes y el cambio que ha sufrido Haley tras ser expulsada de la universidad. Un cambio que se evidencia en pequeños detalles pero que está ahí y que hace que el personaje sea mucho más rico e interesante. ¿El resto? Impecables, pero es que el timing cómico funciona con precisión y las solidez de los guiones remata los chistes a un alto nivel.
La serie contará con una quinta temporada, sus audiencias siguen siendo positivas, superando los diez millones y la ABC seguirá apostando por Modern Family mientas mantenga estas cifras y los premios se sigan acordando de ella. En la quinta temporada celebrarán los cien episodios, me pregunto qué estarán tramando para tan señalada fecha.
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