El 20 de mayo de 2003 se emitió en la ya desaparecida UPN Chosen, el último capítulo de Buffy, The Vampire Slayer. Una serie que se ama o se odia, no hay término medio.Para conmemorar el décimo aniversario de tan señalada fecha, aunque con un par de días de retraso, dejo una selección de los que son, para mí, los mejores capítulos de la serie que catapultó a Whedon a mi Olimpo particular.
Hay tantos detalles magníficos en este capítulo, tanta emoción, tanto dolor. La pérdida de un ser querido es un golpe terrible. Buffy acostumbrada a la lucha, a la acción y a ver la muerte de cerca es incapaz de reaccionar ante la pérdida de su madre. Joyce muere en casa, sola, a causa de un aneurisma cerebral. Muerte natural. Ninguno de ellos está preparado para sobrellevar la pérdida de la única madre que vemos a lo largo de toda la serie. Anya no entiende lo que sucede y es la única, que desde su incomprensión, es capaz de ponerle palabras al dolor:
"I don't understand how this all happens. How we go through this. I mean, I knew her, and then she's, there's just a body, and I don't understand why she just can't get back in it and not be dead anymore. It's stupid. It's mortal and stupid. And, and Xander's crying and not talking, and, and I was having fruit punch, and I thought, well, Joyce will never have any more fruit punch ever, and she'll never have eggs, or yawn or brush her hair, not ever, and no one will explain to me why."
Un capítulo delicado que habla sobre la pérdida y el dolor; y que sirve para hacer evolucionar a los personajes, en especial a Buffy, la más afectada por la pérdida de Joyce. No siempre las muertes sobrevienen a manos de villanos, o realizando grandes actos para salvar al mundo. El final acecha en cada esquina, en cada latido, en cada respiración; nunca sabes ni cómo ni cuando.
La cuarta temporada de la serie es una de las más criticadas por los fans. El paso del instituto a la universidad, la aparición de nuevos personajes (nadie quiere a Riley), el "año sabático" de Giles ... no convencieron a los seguidores. A pesar de las críticas que se le puedan hacer a la temporada siempre he creído que tiene grandes capítulos, Hush es el ejemplo más claro, pero no el único. Además de momentazos divertidos como el de la estaca tiene una historia macabra de cuento de hadas, con unos malos que dan grimilla y hace un soberbio uso del silencio, ya que solo 17 de los 44 minutos del capítulo contienen diálogo.
El capítulo sirve para que por fin Riley y Buffy descubran sus secretos, para que Tara y Willow se acerquen y para que Anya compruebe que Xander realmente la quiere. Los caballeros, los horripilantes seres que roban las voces de Sunnydale y los corazones de sus habitantes, son unos malos difíciles de olvidar ¿será su expresión, su silencio, sus exquisitos modales?. Imprescindible episodio, para fan y no tan fans de la Cazadora.
Este es EL CAPITULO MUSICAL, el mejor que se ha hecho hasta la fecha. Hay que verlo sí o sí. Otro imprescindible de la serie que nadie se puede perder.
Un capítulo ¿Y si...? Cordelia Chase pide un deseo a Anyanka sin saberlo y la demonio se lo concede. Imaginad Sunnydale si Buffy nunca se hubiese mudado allí. Ese es el mundo al que se ve trasladada Cordelia, un lugar donde Xander y Willow son los lugartenientes vampíricos de El Maestro; una ciudad que ha visto reducida su población a menos de la mitad; donde Angel está prisionero y Giles hace lo que puede por ayudar a los que sobreviven. Un capítulo muy oscuro que muestra cómo podría ser todo sin la ayuda de Buffy, Cordelia tarda en darse cuenta de su error pero intentará con todas sus fuerzas regresar a su propio mundo.
Este capítulo sirve para introducir a los malvados Willow y Xander, unos personajes que calaron muy hondo entre los fans; y que provoca que Anyanka acabe transformada en Anya, un secundario que con el tiempo se ganará su lugar en la scooby-gang.
Varios frentes abiertos: Buffy peleando conversando con un vampiro sobre su vida; Willow siendo tentada por un fantasma para que acabe con su sufrimiento; Dawn enfrentándose al terror de ver a su madre morir a manos de un demonio; Spike -todo loco- matando a una mujer; y Jonathan y Andrew regresando de México para acabar mal en los sótanos del instituto de Sunnydale. Un episodio que muestra a una Buffy dubitativa pero dispuesta a combatir; y que enfrenta a varios personajes al Primero, el mal original.
Me gusta por la mezcla que se hace de las diferentes tramas y por cómo abordan los estados emocionales de Buffy, Willow y Dawn. Tres personajes femeninos muy diferentes que han sufrido lo suyo para llegar a donde están y que, por desgracia, deben enfrentarse a un nuevo enemigo.
El temible Angelus campa a sus anchas por Sunnydale, Buffy no es capaz de ponerle freno porque aún ama a Angel y la señorita Calendar busca una forma de romper el hechizo y restaurar el alma del vampiro. Sin embargo todo termina mal para la profesora cuando Angelus descubre su plan. Jenny muere a manos del vampiro en el instituto y Giles descubre su cadáver en su casa en un lecho de rosas rojas. Angelus no solo disfruta matando, le gusta recrearse, hacer sufrir a los humanos, ese es su mayor placer. Un capítulo que nos muestra el peligro y la cercanía de la muerte, no siempre se vence a los villanos, y es posible perder a seres queridos durante la batalla. Este episodio me hizo darme cuenta de que Buffy, The Vampire Slayer no era una serie del montón, había algo que iba más allá de lo evidente.
Capítulo de Halloween con casa del terror incluida. La Scooby Gang acaba atrapada en una maléfica fiesta de fraternidad, la casa donde se realiza hace realidad tus peores miedos. Mientras Xander, Buffy, Oz y Willow se enfrentan a sus temores; Anya -disfrazada de conejo- y Giles intentan ayudarles desde el exterior. La serie tuvo varios capítulos de Halloween a lo largo de sus siete temporadas pero este es mi favorito porque vemos como los cambios y la madurez hacen mella en nuestros héroes, y cómo todo lo vivido hasta el momento les ha convertido en personas que no se parecen mucho a aquellos jóvenes inocentes de la primera temporada. Lo mejor: el final.
Llevaba mucho tiempo esperando un capítulo que ahondase en el pasado de Spike y por fin conocemos la historia de William El Sangriento, de cómo se convirtió en vampiro, de sus juergas con Darla, Angelus y Drusilla y de cómo venció a dos Cazadoras. Buffy necesita saber cosas sobre la muerte de sus predecesoras y Spike accede a contarle lo que sabe siempre y cuando ella pague las cervezas. Un toma y daca entre dos enemigos naturales que muestra el lado más romántico de Spike. El vampiro está enamorado de la Cazadora y ante el rechazo y desprecio de Buffy decide matarla, sin embargo, cuando llega a su casa y la encuentra sola, vulnerable y llorosa se queda junto a ella, en silencio, como apoyo.
El capítulo nos permite conocer más sobre Spike, uno de los grandes personajes de la serie, y nos adentra en la mitología de la serie y de las Cazadoras. Mientras que lidia con la verdad sobre la muerte de sus antecesoras, Buffy debe asumir la enfermedad de Joyce, algo que la aterra y la supera. Por su parte Spike debe hacer frente a los sentimientos que Buffy despierta en él pero también a los desaires y humillaciones que recibe de la rubia. El cambio experimentado por Spike durante la serie, de enemigo a aliado, de aliado a amante, de amante a enloquecido, es uno de los arcos evolutivos -junto con el de Willow - más interesantes y logrados de Buffy, The Vampire Slayer.
A Willow se la va la mano con la magia y el grupo termina atrapado en la tienda de magia sin saber quienes son. Esta amnesia colectiva da lugar a una serie de malentendidos muy divertidos pero que ponen en serio peligro a Buffy y sus amigos. Tanto desmadre y diversión sirven para ocultar realidades más tristes: Giles quiere irse de Sunnydale, Tara ha descubierto los embustes de Willow y Buffy no es capaz de hacer frente a lo que siente por Spike, El final pone sobre el tapete estas cuestiones y deja a los personajes a solas con sus pensamientos y su tristeza. Willow ve como Tara la deja sin poder hacer nada, Dawn se siente abandonada de nuevo, Giles espera estar haciendo lo mejor para su protegida y para él mismo, y Buffy ahoga el dolor besando a Spike en el Bronze.
Tabula Rasa marca el punto de inflexión de la caída de Willow, quien acabará convirtiéndose en la mala malísima de la sexta temporada; refleja uno de los mayores miedos del Dawn, el miedo al abandono, a la soledad y pone de manifiesto que la Cazadora no es capaz de manejar sus emociones de manera adulta y busca en el sexo con Spike gratificación y olvido momentáneos.
Un capítulo que plantea la pregunta de si el mundo de Buffy es real. Por un lado vemos a nuestra heroína junto a la Scooby Gang haciendo lo habitual pero por otro lado nos encontramos con Buffy internada en un psiquiátrico y sus padres - casados - ocupándose de su única hija - Dawn no existe-. ¿Está Buffy loca? ¿Estamos nosotros locos por creer en la serie? El episodio nos invita a reflexionar sobre lo plausible del argumento de la serie, nos enfrenta a la suspensión de la incredulidad y nos invita a explorar la oscura alternativa, la más realista: Buffy lleva seis años en un psiquiátrico, todo lo vivido está en su mente, no existe la Scooby Gang, no existen los vampiros y si quiere curarse debe renunciar a esa fantasía.
PD: Hay muchos más capítulos que me gustaría cometar y que adoro como Band Candy, Innocence, Buffy VS Dracula, Graduation Day, The Gift o Becoming... pero quiero añadir a los diez un pequeño plus: Superstar (4x17). ¿Y por qué? Porque Jonathan Levinson (Danny Strong) es uno de mis personajes favoritos de la serie y lloré su muerte a manos de Andrew en la séptima temporada. Jonathan lo pasó mal en el instituto, le intimidaban, le ignoraban, le maltrataban por eso durante la tercera temporada vimos como planeaba suicidarse en la torre del instituto de Sunnydale.
En la cuarta temporada vuelve a aparecer en Superstar, un capítulo en el que le vemos como un triunfador, un joven famoso y popular. Todo se debe a un hechizo que Buffy se encarga de eliminar. Un capítulo muy divertido y cachondo que siempre me arranca una sonrisa. Jonathan volvería a aparecer y en la sexta temporada formaría parte integrante de El Trío junto a Warren y Andrew.
A Danny le he seguido los pasos tras abandonar la serie y lo he visto en capítulos de Gilmore Girls, Grey's Anatomy y Mad Men. También se ha dedicado a escribir guiones y suyos son los libretos de Recount y Game Change. Además se le han encargado los libretos de la segunda parte de The Hunger Games;de The Lost Symbol adaptación de la obra homónima de Dan Brown con Robert Langdon de nuevo haciendo de las suyas; y de The Butler la historia de Eugene Allen, mayordomo de la Casa Blanca durante más de treinta años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario