Cinta adhesiva, cuchillos y un buen amigo

Este finde he visto la tercera temporada de Dexter ¡Por fin! Durante estos 12 episodios he disfrutado intensamente de las idas y venidas de nuestro serial killer favorito. SPOILERS

Durante la temporada hay tres grandes historias que contar:

• Rita está embarazada

• Dexter hace amistad con el fiscal del distrito, al cual ha conocido porque, accidentalmente, se cargó a su hermano pequeño

• Hay un asesino en serie en la ciudad, el Despellejador

Vayamos por partes. Rita está embarazada, así que eso lleva a Dexter a pedirle en matrimonio. Rita dice que si. Ella está histérica por las hormonas, la despiden del curro, quiere comprar una casa nueva para vivir todos juntos, eso a Dexter le provoca ansiedad, organizando la boda es un auténtico torbellino de mujer y finalmente, el asesino y la bella Rita se casan. Aunque Rita no le cuenta a Dexter su secreto, que este sería su tercer matrimonio, peromcomo bien dice Dexter: todos necesitamos tener nuestros secretos.

En cuanto a la relación de Dexter y Rita no hay mucho más que decir pero me gusta mucho como enfocan la relación de Dexter con los hijos de ella. Los quiere, los proteje (brutal cuando va a por el pedófilo) y no permitirá que nada ni nadie les dañe.

La amistad entre Dexter y Miguel Prado, fiscal del distrito de Miami. Por mera casualidad Dexter mata al hermano del fiscal, ambos se conocen durante la investigación del crimen, y Miguel Prado conocerá el oscuro secreto de nuestro amigo, no en su totalidad pero si en parte. Lo pilla matando, al que se supone que es el culpable de la muerte de su hermano. A partir de ahí, entre los dos, se forjará una estrecha relación. Y menuda relación y menudo personaje el interpretado por Jimmy Smits.

Miguel es encantador, un hombre hecho a si mismo, directo, triunfador, con una fuerte personalidad y carácter. Adulador cuando tiene que serlo, dialogante pero en el fondo, al igual que Dexter, oculta un oscuro pasajero. Veremos como Dexter cae poco a poco en las redes de este hombre, atraído por la idea de tener un amigo, un confidente, tal es la confianza que deposita en Miguel que le hace partícipe de su código, del gran código de Harry, su padre. Un padre que por cierto, esta temporada aparece en forma de ilusiones, teniendo conversaciones con nuestro Dexter. Un padre al que Dexter ya no respeta después de saber la gran verdad de la segunda temporada.

Miguel Prado es un laberinto, nunca sabes realmente que va a hacer ni a decir. Es un hábil estratega, un buen planificador, acostumbrado a ganar, a tener razón siempre. Poco a poco descubriremos las sombras de este gran amigo y al igual que Dexter nos sentiremos decepcionados, ultrajados, utilizados y desearemos justa y pura venganza. Estamos ante uno de los adversarios más temibles que ha tenido nunca Dexter pues Miguel conoce su secreto pero también es parte activa de su vida, será su padrino en la boda, conoce a Rita, conoce la ley y puede usarla para su beneficio, puede manejar o eso cree a Laguerta, puede destruir la carrera de Debra, ahora que está a punto de lograr su placa de detective, puede manipular a un asesino en serie para que vaya a por Dexter y todo eso sin despeinarse, pues tiene toda la ciudad a sus pies. Es un adversario duro, cruel y decidido.

El tira y afloja entre estos dos personajes durante toda la temporada, y sobretodo a partir del episodio 9, cuando Miguel rompe el código es delicioso. Un tour de forze entre los dos oscuros pasajeros a ver quien puede más, quien juega mejor. Por supuesto deseamos que sea Dexter el que gane pero me entristeció el final de Miguel, era un muy digno oponente y un personaje magnífico. Además ¿por qué solo puede haber un asesino en Miami? Deja algo para los demás Dex.

Por un momento, pensé que Dexter mataría a todos los hermanos Prado, y es que Ramón, el animal herido, tenía todas la papeletas para estar en la lista de Dexter. Sin embargo, una conversación sincera consiguió aplacar la furia de Ramón, centrarlo y alejarlo de Dexter, tal vez para siempre.

Volviendo al padre de Dexter, estos interludios me cansaron bastante, el padre que intenta justificarse ante el hijo, aunque en realidad es Dex quien intenta justificarle para al final comprender y perdonar a su padre. También mencionar la primera muerte por piedad de Dex, a la vieja amiga de la familia que se está muriendo de cáncer de pulmón. A ella le cuenta uno de sus grandes secretos, justo cuando ella muere ayudada por Dex. Le confiesa que él mató a su hermano y ella, al borde de la muerte le dice que está bien. Así que Dexter sujeta su mano y permanece a su lado hasta el final. Piedad, un concepto nuevo para él.

Tercero, el Despellejador. Relacionado con el caso de asesinato del hermano de Miguel Prado. Un tipo que va matando a todos aquellos que puedan saber donde se encuentra el presunto asesino, un tal Freebo, pero claro que no lo encontrará porque Dexter ya se encargó de él.

Este caso sirve para que veamos a Debra en acción, intentando ganarse su placa de detective. Tendremos a Masuka, a Angel Batista ascendido a teniente, a un nuevo compañero para Debra, un tal Quinn que es un insoportable y a un confidente de la policía, Anton por el cual Debra arriesgará su placa.

Un historia interesante, aunque peca de que la aparcaron bastante para centrarse en Dexter y Miguel. Aún así resulta refrescante dentro de la temporada y aporta la posibilidad de ver a los demás personajes. Además, al final el Despellejador se relaciona tanto con Miguel como con Dexter, con lo cual la temporada es un perfecto círculo donde todos y todo está relacionado.

En definitiva, que ha sido una gran temporada, a la altura de las anteriores, con momentos fantásticos y un gran personaje, lástima Miguel Prado. Además esta nueva vida para Dexter resulta de lo más interesante ¿qué pasará ahora en la vida de Dex? ¿podrá compatibilizar a su oscuro pasajero con la vida matrimonial? ¿con ser padre? Además tenemos a Debra en la pista hacia la identidad de Dexter, interesante, muy interesante.