Los vampiros nunca pasan de moda, será porque son atemporales, porque están malditos y ese lado oscuro siempre nos atrae, porque son sensuales, diferentes; por la violencia implícita en su naturaleza. Por lo que sea los vampiros siguen estando vigentes. Hoy por hoy tenemos a Moonlight, True Blood en breve (que grande es Alan Ball) y siempre presentes a Buffy y Angel. Esta semana LaSexta estrenará Moonlight. Esta serie me ha hecho recordar una que veía hace muchos muchos años en Telecinco: Forever Knight.
La serie en cuestión contaba como un vampiro de más de ochocientos años, son muchos la verdad, servía como policía en Toronto para intentar redimirse de su condición vampírica y con la ayuda de una doctora buscar una cura a su afición por la sangre. Nicholas, que así se llamaba el protagonista era un vampiro al uso; el sol le provoca quemaduras y puede matarlo, el ajo y los crucifijos le molestan, bebe sangre, aunque en este caso de animales y la guarda en su nevera. Vive en una casa prácticamente hermética y bastante siniestra.
Esta serie es del 1989, duró tres temporadas. Y no recuerdo mucho más la verdad. Sé que la serie en si me gustaba, aunque a mi dame un vampiro y soy más feliz que un niño con un chupa.
Tenía un personaje muy interesante, el sire de Nick. Lucien LaCroix, un vampiro que había sido creado durante la erupción de Vesubio (puffffffffff una porrada de años) que en un principio se daba por muerto y sólo aparecía en los flashbacks, sin embargo el carisma del personaje era tan grande que lo trajeron del supuesto más allá para hacer la trama más interesante.
A ver si algún día me la bajo de internet para recordarla un poquito, espero que el paso de los años sea benévolo con ella.
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